Inicio mi andadura como
bloguero tras comprobar desconcertado que el doctor Magenta ha hecho
un spoiler de mi columna. Que afan de protagonismo, pues no va y
comienza a contar mi vida. No ha rechazado servidor una exlusiva con
el Hola para acabar en la entrada de un aprendiz de bloguero.
Disculpar, me he venido
arriba, pero es que hoy no ha sido un buen día. Esta mañana hemos
tenido visita con la veterinaria a un segundo chequeo medico, una
dolorosa vacuna ha culminado la tortura, aunque lo peor no ha sido el
pinchazo, lo peor ha sido la humillación de tener un termómetro en
el culo. Afortunadamente luego he tenido la oportunidad de conocer a
unos amigos de el doctor, y a Taca una perra cuya cabeza es mas
grande que yo y con la que creo que he establecido un bonito vinculo
de amistad. Sin poder evitarlo, han venido a mi mente recuerdos de
mis primeros días, recuerdos de mi madre. A pesar de su tamaño y
sus toscos movimientos, Taca ha sido tan divertida como tierna, claro
que ella tenia ventaja, con un lameton de su lengua recorría todo mi
cuerpo. Estoy deseando volver a verla.
Son días cargados de
novedades para mi, nueva casa, nuevo compañero de piso, nuevos
amigos. Ayer compartí una divertidisima velada con mi primo Pipo, un
chiguagua que me saca 3 cabezas, aunque eso a mi no me importa, el
doctor dice que soy un poco chulito y que me gusta una bronca mas que
a un tonto un lápiz.
No seré yo quien le
desmienta, aunque lo cierto es que Pipo me lo puso a huevo, es un
poco tiquismiquis y me resulta tan fácil cabrearle , jejjejjee
Y así transcurren mis
primeros días con mi nuevo compañero, mi primer compañero que
sigue empeñado en que haga mis necesidades encima de un periódico
hasta que pueda bajar a la calle, pero ¿que se cree que soy, un
gato?.
Pobrecillo, lo veo tan
entregado a la causa que de vez en cuando le sigo el rollo y me marco
una meada en el improvisado retrete. Esta tan perdido,
coincido eso si, los dos coincidimos en que seguro que nos acabamos entendiendo.