En mi afán
de investigación gastronómica, hoy he decidido lanzarme a los
fogones para preparar un tradicional caldo casero de pollo y verdura.
Conocedores de mi interés por la búsqueda de nuevos sabores y
recetas, he optado por darle al guiso un carácter mas recio,mas
potente. Un sabor, una presencia que solo puede dar un producto tan
autentico y tan nuestro como el jamón serrano.
Confieso que
soy un gran admirador del jamón, disfruto asestando de cruel y torpe
manera el cuchillo sobre la pata que reposa en el banco de mi cocina
y aprovechando hasta la última pieza del mismo.
Lo que
alegra y decora una pata de jamón en una cocina. La última fue un
regalo del banco, después de ofrecerme diferentes presentes tipo
“Escapada multiaventura” o “cata de gin tonics” , servidor se
fue directo a por la pata de jamón, como en la tómbolas. Lo cierto
es que a pesar de las buenas criticas de la muchacha del banco, la
pieza resulto algo reseca y rancia desde el principio, aunque no me
extraño demasiado , total viendo de un banco, rancio tiene que
ser...
El caso es
que después de torturarle durante una larga temporada en la que puse
a prueba mi dentadura, del amargo gorrino solo había sobrevivido la
manita y parte del brazo. Había probado en varias ocasiones partirlo
para así poder utilizarlo en la elaboración de un caldo, siempre
con nulos resultados. Pero hoy, estaba decidido a romper esa pierna
(de cerdo) como fuese. Armado con un martillo cual Thor en su peor
momento, he entrado en la cocina con paso firme mientras tarareaba,
como cuando los candidatos de Ciudadanos suben al escenario de un
mitin,la sintonia de El equipo A. Inmediatamente he comenzado,de
forma decidida y sin contemplaciones, a dar golpes al jamón con el
martillo en plan enloquecido. Afortunadamente o mejor
desafortunadamente (como diría el señor Rajoy) he conseguido
partirlo y así poder enriquecer el caldo con una buena pieza de
hueso de jamón
Un
ingrediente que sin duda ha marcado el sabor del guiso al que le he
añadido, dos carcasas de pollo y algo de verdura, patata, zanahoria,
apio, nabo. Todo ello con una cocción de 40 minutos en olla exprés,
.
Tras dejarlo
reposar, he probado el caldo con una cuchara, y al notar la
intensidad de su sabor, he decidido añadir agua y pimentón dulce,
con la esperanza de que aquello tuviese algún tipo de arreglo,
cuestión bastante complicada viendo los resultados.
Aunque mi
idea inicial era hacer una sopa de fideos, finalmente me he decantado
por el arroz y que este aportara cierta melosidad al caldo, al que he
añadido unos garbanzos que tenia en un bote, lo mejor sin duda del
plato, los garbanzos digo.
El resultado
es difícil de analizar. Inevitablemente el jamón aporta una
presencia recia, soberana y potente. El plato es un festival de
sabores de diferentes matices, el dulzor de los garbanzos el exceso
de pimentón, pero sobre todo el sabor profundo, añejo, vamos rancio
del jamón, y ese exceso de sabor y sal que por poco me provoca esta
tarde una subida de tensión Creo que he bebido mas agua que toda la
que pude beberme el mes pasado entero. Eso si, es un plato sobrio y
muy enérgico, además el exceso de sal es tan fuerte que disimula el
amargor del rancio sabor del jamón
En fin, no
podía mas que compartir esta nueva receta, esta nueva creación
gastronómica, con todos vosotros, siempre que la acompañeis de un
bote de bicarbonato y 20 litros de agua. Una receta a la que he
decidido bautizar con el nombre de Caldo Serrano.
3 comentarios:
Como dicen en los anuncios y programas de television infantiles,
No intenteis hacer esto en casa,,,
No tengo muy claro el vino que recomendaria para acompalar al caldo, aunque yo diria que mas que vino, agua, mucha agua,,,,
Milagritos de Torrente.
Estimado doctor Magenta, tengo la impresión de que usted ha puesto todo el hueso del jamón. Desde mi experiencia culinaria he de advertirle lo siguiente, siempre que utilice un hueso de jamón para hacer caldo, éste tiene que ser de pequeñas dimensiones pues si se pasa usted en el tamaño del hueso el caldo le va a salir más rancio que el Rancio que escribe tonterias en este blog.
¿Adonde está el nabo, la chiribia, el cardo y el apio?
Yo le aconsejaría que comprase mi libro de Cocina titulado Milagritos' chef Modern and Healthy, y ya verá que recetas más buenas y saludables. Le invito a que se atreva con mi receta de Salmón Marinado con salsa de langostino al arándano. Espero que tenga usted platos cuadrados en su casa, pues este planto es el típico que requiere de un plato cuadrado muy grande y en el centro un poco de salmon con un pegote de salsa de ostras salvajes del Mar Índico y cigala del Mar Rojo. Y para adornar el salmón, yo le aconsejo que ponga usted una hoja de hierbabuena de la Sierra de las Apretaderas.
Ya verá usted querido doctor magenta como se chupa los dedos con este planto.
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