jueves, 23 de abril de 2015

Pride





Lamentablemente, no tiene uno demasiadas oportunidades de salir del cine con una de esas sonrisas de satisfacción y una absurda,aunque siempre agradable sensación de esperanza, de ilusión por el ser humano.
Nos encontramos en el peor momento del gobierno de Margaret Thatcher en 1984. Durante el desfile del Orgullo de ese año, un grupo de gays y lesbianas, decide entregarse solidariamente a la ayuda a los mineros en huelga. Una ayuda que provoca el inevitable conflicto entre la población minera y los jóvenes gays. Unas diferencias que poco a poco irán creando una sincera amistad entre ambos grupos.
Un acertadisimo casting, con veteranos actores ingleses a la cabeza y una nostálgica banda sonora que recreas aquellos aciagos años de mediados de los 80, en la que el grupo Bronski Beat tiene una especial relevancia.
120 minutos que pasan sin pensar entre risas y emociones contenidas. Una de esas películas, como apuntaba al principio en la que uno no puede evitar pensar aquello de 
“to er mundo es bueno...

Lastima que la vida no sea una película.
Por cierto, he vuelto.....