martes, 24 de enero de 2012

La exTRaÑa PaREJA



Una nueva sección se abre camino hoy en el blog, un nuevo experimento que aporte cierto glamour a este descuidado laboratorio.Maravillosos encuentros a un lado y otro de la pantalla, todos ellos rezuman celuloide. Para empezar dos grandes de la pantalla, nuestra eterna Sara Montiel y el también eterno maestro del suspense Alfred Hitchcock.

lunes, 23 de enero de 2012

MoNTaNDo el PoLLo


ThE ARTisT

Mucho se lleva escrito desde su estreno en el festival de Cannes de esta curioso film rodado en blanco y negro y sin sonido. Muchos críticos han caído rendidos a este homenaje al cine mudo, un arriesgado proyecto que finalmente ha contado no solo con la bendición de los profesionales sino con la de la taquilla. Un interesante y en ocasiones emocionante ejercicio cinematográfico que sin embargo a mi personalmente no ha acabado de entusiasmarme como yo esperaba.
Cierto es que a cualquier persona que le gusta el cine va a disfrutar con ese emotivo homenaje no solo al cine mudo, sino al cine en general. Una historia de cine dentro del cine, de esas que tanto nos gustan a los aficionados, contada como se hacia en el cine mudo. Imágenes poderosas, hipnóticas que terminan grabándose en la retina utilizando artesanales recursos, fundidos, sobre exposición de la luz para remarcar el dramatismo de determinadas escenas, el montaje en paralelo de otras, la utilización de la música, siempre presente en el film. Todo un catalogo de recursos cinematográficos que no son sino un estimulante y entrañable homenaje al séptimo arte en una época , esta en la que la historia viene marcada por los efectos especiales o el uso de las tres dimensiones.
Una fantástica pareja protagonista es la guinda a tan atractivo bocado cinematografico. Jean Dujardin, el actor que da vida al artista parece sacado de una película de aquella época. Con un físico entre Douglas Fairbanks y Gary Grant desplega todos sus encantos al sevicio de tan sugerente espectáculo. Le acompaña Berenice Bejo, una joven actriz con una presencia en pantalla tan arrolladora que es capaz de eclipsar al artista y hasta al perrito que les acompaña haciendo monerias. Un bonito espectáculo cinematográfico que quizas tiene su punto debil precisamente en el guión. Una historia previsible y carente de matices que se apoya en esas brillantes escenas a las que antes hacia referencia y que pierde fuelle precisamente cuando la historia abandona los platos y las salas de cine para adentrarse en le intimidad de los protagonistas. Eché en falta un mayor rigor en el argumento, su declive cinematográfico no se justifica en ningun momento, limitandose este a una serie de predecibles y , en momentos, dilatadas escenas, eso si maravillosamente fotografiadas. Escenas estas, en las que si se echa en falta el dialogo y que consiguen aminorar nuestro interes por la historia.
En todo caso, “The artist” recomiendo su visionado en una sala de cine, aunque solo sea, que ya es bastante, por dejarse llevar por sus maravillosas y potentes imágenes repletas de glamour y amor al cine.

martes, 17 de enero de 2012

FoNDo dE ARMaRiO

Como cada lunes, llegue a mi casa después de un largo y aburrido día de trabajo, con la firme y ya instituida promesa de llevar a cabo todas esas tareas pendientes de realizar que, aprovechando el comienzo de la semana, me encargo en redactar en solemne listado para una vez en casa acabar en el cubo de la basura. Un protocolario ejercicio que a pesar de su nulo resultado, nunca dejo de realizar. Ayer sin embargo, no se si impulsado o mejor propulsado por el complejo vitamínico que estoy tomando, decidí de arrebatadas maneras poner en practica sino todos, si alguna de aquellas tareas que nunca encuentro momento de llevar a cabo.
Sin pensarlo demasiado me adentré en el trastero con la intención de organizar ese universo paralelo de objetos inservibles que ha crecido en tan reducido espacio.
Una cosa llevo a la otra y cuando me quise dar cuenta estaba desmontando un armario de tres puertas que mas que descansar, yacía en la habitación, y que a duras penas mantenía el peso de todo lo que dentro de el se amontonaba. El bricolaje tampoco es lo mío, pero a pesar de ello me afané buscando el destornillador adecuado para la tarea en un intento por demostrar que no necesito a nadie para desmontar un ropero. Empecé a desentornillar de laboriosa manera cada una de las puertas, y digo bien porque si bien comencé de forma organizada, terminé desmontando el mismo a golpes como si estuviera poseído por el espíritu del monstruo de Tasmania. Un ímpetu que a punto estuvo de provocarme un traumatismo craneoencefálico cuando al golpear uno de los laterales del armario, terminó cayendo el techo del ropero sobre mi cabeza. A pesar de ello no cesé en mi empeño al tiempo que aprovechaba para rescatar del interior del mismo todos los pequeños tesoros que este contenía, intentando poner un poco de orden entre tanto recuerdo desatado. Un estimulante premio a tan ardua tarea, una emotiva recompensa en forma de cajas repletas de fotografías, ve viejos vinilos supervivientes a la era digital, libros, juguetes, etc.…
UN universo tan poco practico como necesario para mi, un universo que auque mi amigo el señor Rancio se empeñe en decir que es inútil y poco practico, para mi sin embargo resulta imprescindible. Una agradable recompensa a tan descafeinado lunes, un lunes en el que conseguí tachar una de las tareas pendientes de mi lista.