miércoles, 29 de diciembre de 2010

SaYoNaRA BaBY


El domingo baje del hostal decidido a aprovechar el tiempo que m e quedaba en Madrid hasta que saliese el bus con destino a valencia. Un opíparo desayuno sirvió de preámbulo a tan ajetreada mañana. Un desayuno completo, con su zumito natural y todo, en “Nebraska” una de esas cafeterías con ese look tan años 70 que a mi me gusta, con mucha moqueta y eskay rojo por todas partes, y con camareros uniformados y con pajarita que me llamaban de usted. Que maravilla, el cielo debe ser como la cafetería Nebraska, fijo…. Ya en la calle, me dirigí a mi visita obligada a la iglesia del cristo de Medinaceli del que soy fans, devoto y Lomba. Imprescindible el Merchandising generado alrededor de la parroquia.
Otra visita obligada es la que siempre realizo al Museo de arte Reina Sofía. Tenia mucha curiosidad por ver una exposición del artista alemán Hans-Peter Feldmann, que lamentablemente me resultó decepcionante a pesar de la provocación constante de su obra. Y otra vez el eterno dilema ¿Qué es arte? No seré yo quien de respuesta a tan complicada pregunta, ni quien diga si la obra de Feldman es o no es arte. Aunque si, me voy a pronunciar, todo es arte, todo depende de los ojos que lo miran. El trozo de papel quemado rodeado de colillas en el suelo del reina Sofía, también es arte.
De camino al centro, tuve a bien tomarme un refresco en un bar. Al servírmelo me puso de tapa un platito de café con paella, con su muslito de pollo y todo. A un paso de la taquicardia por la emoción, me lancé directo a mi cámara de fotos para inmortalizar tan sugerente tapa, lastima que el bueno de Murphy hiciera de las suyas y aplicara una de sus crueles leyes. Las pilas estaban agotadas, Viva el litio.
Las calles de Madrid continuaban siendo un hervidero de gente, no me hubiese resultado desplazarme simplemente dejando arrastrar. Aun así, decidí usar mis pies hasta una bocatería Rodilla (otro de mis iconos madrileños) y comer antes de emprender viaje de regreso, un sándwich de queso con angulas. Definitivamente ese punto pijo del Nebraska había hecho mella en mí.
Antes de sumergirme en el suburbano de camino a la estación de autobuses, me giré por última vez hacia el horizonte Gran Vía al tiempo que pronunciaba mi despedida:
- Sayonara baby…..

lunes, 27 de diciembre de 2010

AveNuE Q

No podía marcharme de Madrid sin asistir a alguno de los musicales que estaban en cartel. Después de mucho pensar, me decanté por arriesgarme y ver "Avenue Q". No acaba de entender como seria un musical con muñecos pero finalmente opté por esta opción de la que no me arrepiento ahora en absoluto. No hace falta un numeroso cuerpo de baile, ni un repertorio de canciones ya conocidas para hacer un buen musical. De hecho yo personalmente prefiero los musicales como este, en el que las canciones están escritas dentro del libreto de la obra, y no como anexos muchas veces absurdos. "En Avenue Q conviven humanos y muñecos en singular sintonía. Sus personajes nos evocan a los de otro conocido barrio animado, en esta ocasion los personajes han crecido y como adultos conviven con situaciones tan humanas como el racismo, internet, la represión sexual, etc... Las canciones que acompañan a texto están cargadas de ironía y humor, son canciones pegadizas, fantásticamente interpretadas. Los actores consiguen mimetizarse totalmente con el muñeco en una curiosa pero agradable y muy divertida sintonía. Un espectáculo muy recomendable sobretodo para los que aprendimos a contar con Barrio sesamo.


SaBaDO DisPERso eN MaDRiD

Sigo con mis andanzas por Madrid la pasada semana
El sábado me levanté con intención de aprovechar el día, y con ese ánimo enfile hacia la puerta del sol pasadas las 10 de la mañana con la intención de desayunar un cafetito con churros. Después, y con el sentido de la orientación que me caracteriza, me lancé a la búsqueda del Caixa Forum con determinación y con una inusitada seguridad que se vino abajo cuando después de estar andando durante cerca de media hora, un elegante caballero me informo que estaba haciendo el trayecto en sentido opuesto.Sin problema, las vistas eran estupendas y disfrutar del Paseo del prado, siempre resulta atractivo.
Para cuando llegué al Caixa Forum, ya pasaban de las 2 de la tarde con lo que mi visita más que rápida fue efímera. “Universo Fellini” realiza un recorrido por la obra del Genial director, sus fetiches, obsesiones, temas recorrentes….. Carteles, fotografías, proyecciones, etc… forman parte de un felliniano recorrido por su particular universo.
Otra interesante exposiciones obre Lorca, Dalí..la residencia de estudiantes completó mi visita al Caixa Forum. Ya de vuelta, en el metro, me deje arrastrar por la vorágine humana que durante estos días se agolpaba en las calles del centro. Sin posar los pies en tierra, la muchedumbre dio con mis huesos de nuevo en el centro, donde después de vagar durante un rato en busca de un sito donde comer, sin necesidad de hacerlo de pie y con el codo de otro cliente en el cogote, pude dar con un pequeño y semi-escondido bar que fue mi salvación a tanta aglomeración humana. UN pequeño reducto de paz entre tanta franquicia desbordada. El Bar Ibérico, con apenas dos mesitas con taburetes, fue mi salvación, y su sopa de menudillos una alegría a mi desangelado cuerpo.
Por la tarde, y después de una más que merecida siesta, estuve paseando por el centro, intentando dar con la dirección del teatro Nuevo Apolo, donde había comprado de forma aventurada una entrada para ver el musical “Avenue Q.

jueves, 23 de diciembre de 2010

MaDRiD, SaliENDo dEL ZuLO


Mi segundo día en la capital comenzó de tosca manera, despertándome cerca de la 1 de la tarde y perdiendo la posibilidad de disfrutar de una gélida mañana madrileña. Ya por la tarde encaminé mis pasos de nuevo hacia el centro y tomé posesión de la habitación que había reservado en un “exclusivo” hostal de la calle hortaleza. Ciertamente me fascina sobremanera este tipo de alojamientos. En un mismo edificio de apenas 4 plantas, se repartían 4 hostales diferentes. La habitación, o quizás seria mas correcta llamarla “el zulo” era de una sobriedad que llegaba incluso a ser molesta. Un escobero plastificado blanco, ejercía de improvisado armario ropero, junto a la cama, un cristo de resina comprado en los chinos y sobre la austera y viejuna mesilla no de noche, reposaba un cenicero de plástico recuerdo de Torremolinos.Una rancia y sospechosamente amarillenta lamina de caceria inglesa, aportaba un timido toque de color a la minimalista decoración. La mesita de noche, a modo de mueble sueco, era desmontable. Y digo bien desmontable y no montable porque cual Mister Potato esta iba perdiendo sus diferentes piezas.
Destacar que el cuarto de baño tenía bañera, bueno en realidad era un plato de ducha tabicado a juego con las paredes del aseo con sobrios azulejos blancos, me temo comprados a peso.
Superado el shock inicial al ver la habitación y después de una reconfortante ducha-baño, me bajé a la calle dispuesto a hacer lo que mas me gusta hacer en esta ciudad, perderme por sus calles. Andando o mejor dejándome arrastrar por la muchedumbre, terminé cenando solo en un McDonalds, haciendo tiempo para ir al concierto del grupo “Algora” en una céntrica sala muy cercana al Restaurante donde daba buena cuenta de mi Macpollo. Pasaban de las 12 de la noche y en la puerta del local no había nadie salvo una joven con lista de invitados en mano y un fornido seguridad con cara de pocos amigos. Tras comprobar que estaba en la lista de invitados, una lista que no entiendo demasiado porque me toco pagar entrada como todo cristo, me dispuse a pasar a la sala.
Cuando iba a hacerlo, el seguridad se cruzo delante de mi, interponiendo su musculoso brazo en mi camino.
- Un momento, espera, me dijo con agrio tono.
Era todo bastante surrealista porque esperar, ¿el que? Si no había nadie allí, supongo que necesitaba hacerse respetar, sentirse útil o lo que es peor, sentirse superior.
Yo me quedé con circunspecta cara y aproveche la absurda retención para fumarme un cigarro al tiempo que al seguridad se le iluminaba el rostro con una sincera sonrisa provocada sin duda por un inesperado subidon de autoestima.
Una vez dentro de la sala me dispuse a aprovechar las dos consumiciones que incluía la entrada y de paso ponerme lo suficientemente borracho para encontrarme cómodo entre tanto moderno. Curiosamente conocía la sala, había estado viendo una actuación en ella, hace más de 20 años, y allí estaba de nuevo, solo y con 20 años más. Decidí entonces ahogar esta absurda melancolía ochentera con mi segundo cubata. Para entonces ya había comenzado la actuación de Algora.
Si hay algo que me gusta de Madrid, es que en cualquier garito que visites, la gente esta muy mezclada, compartiendo espacio sin problemas. Tras comprobar que efectivamente no era el mas mayor de la sala, me acerqué al escenario para seguir al actuación como un fans más al tiempo que daba cuenta de mi apurada consumación.
Ya en la calle, tras la actuación, comencé a dar vueltas por Chueca. No me apetecía meterme en ningún sitio, estaba todo demasiado lleno y terminé practicando una peculiar romería por la zona, perdiéndome por sus calles hasta terminar saludando a los repartidores de invitaciones, que debido a mi falta de orientación acabé por cruzarme en varias ocasiones.
- Creo que debería irme a dormir, pensé al pasar junto a un relaciones públicas al que ya había saludado 3 veces….
Un fantástico zulo con vistas al patio interior me esperaba.

ChRisTMaS ReCoRDs



miércoles, 22 de diciembre de 2010

"Glorius", la peor cantante del mundo

Esa primera noche en Madrid, tenía reservadas entradas para el teatro. Una pequeña sala de la Gran Vía, rebautizada con nombre de encimera. Ahora los teatros ya no llevan nombres de autores o actores sino de marcas comerciales, es lo que tiene la globalización. El Pequeño teatro Compact acoge durante estos días el espectáculo dirigido por el grupo Yllana, “Glorius", la peor cantante del mundo”.
De entrada me sorprendió encontrar una sala tan pequeña llena tan solo con un tercio de su aforo, entendí la insistencia de la acomodadora invitándonos a recomendar el espectáculo a nuestros amigos. Las butacas, inmejorables, tercera fila y la obra muy recomendable. Me provocaba mucha curiosidad ver este espectáculo basado en la vida y obra de Florence Foster Jenkins, conocida como la peor cantante del mundo y de la que ya colgué un post hace unos meses, tras bucear en su cinematográfica vida.
Florence, rica heredera norteamericana llego a grabar discos y ofrecer antológicas actuaciones. La obra cuenta con una gran baza, una protagonista entregada a su desmedida pasión por el canto y aunque el autor del texto se quedé un poco en la superficie sin profundizar en la historia, lo cierto es que esta funciona. Con tan solo 3 actores en escena, el texto consigue trasmitirnos el entusiamo de Florence por el canto. La mallorquina Llum Barrera interpreta a la diva de la canción, acompañada por su inseparable pianista al que da vida el actor Ángel Ruiz. Juntos consiguen que un personaje tan extravagante y en ocasiones grotesco termine llegándonos al corazón sin dejar de reír durante los 90 minutos de representación. Si pasáis por Madrid no dejéis de acercaros al pequeño teatro compact y disfrutar de la compañía de Florence y su entregado pianista.

martes, 21 de diciembre de 2010

Doctors return, Mi escapada madrileña


Siempre resulta difícil el retorno tras unos merecidos días de vacaciones y de dejadez bloguera. No se muy bien por donde empezar, supongo que lo mejor será hacerlo por el principio. Tras una pequeña escapada durante unos días a Madrid, vuelvo al laboratorio, ese mismo laboratorio que tanto buenos momentos me ha dado a lo largo de esto ya casi 3 años de vida. Cierto es que este efimero viaje no justifica mas de 10 días de ausencia en el blog, digamos que cual experimentado viajero, durante estos días he estado preparando el viaje, como si de una expedición al amazonas se tratara.
Emprendí camino a los madriles el pasado jueves, en plena glaciación. Nunca olvidaré ese momento parada del bus en la estación de servicio kilómetro 175 de Albacete.
Estoico resistí las inclemencias del tiempo con inusitado valor, aquel frió homicida perfiló en mi rostro un cutis de parecida textura al de sarita montiel. Sin apenas poder mover los labios como ella, momificado y sin apenas sentir sensibilidad en mis manos, me dirigí a la cafetería a fin de proveerme de un oportuno café con leche acompañado de un típico miguelito manchego.
Mi llegada a la estación de autobuses de Madrid no pudo ser menos glamurosa, tiritando de frió, buscando un baño con urgencia y con una de las asas de la bolsa de viaje rota.
Raudo me dirigí al metro y por primera vez no aterricé directamente en la gran vía, en esta ocasión dirigí mis pasos y los del suburbano hacia Legazpi donde tenia reservada mi primera noche en Madrid, en casa de un amigo.
Ya por la tarde nos dirigimos al centro, intentando abrirnos paso entre ríos de gente, que cual hora punta fallera invadían las comerciales calles de la gran vía madrileña...
Antes de entrar al teatro tuve ocasión de descubrir un gran bar en Chueca, “El tigre” donde a modo de improvisada cena y por el módico precio de 4 euros nos tomamos un par de sidras y una tapa tamaño XXL, a base de toscos montaditos, croquetas y patatas bravas dispuestas a modo de rancho cuartelero. Ni que decir tiene que en el bar había que abrirse sitio a codazos, siempre con el riesgo de acabar con el codo salpicado de salsa rosa. Que gran bar, Viva el tigre…