Ya desde mi lugar de trabajo, lejos ya de los pisciniles efluvios vacacionales, hago memoria y repaso mentalmente mis últimas horas de asueto, breves pero intensas. Echo de menos a mis compañeros de viaje, y a esa improvisada secretaria que, consciente de mi torpeza con el teclado del portátil, me transcribía las oportunas crónicas.
Recuerdo la última tarde en Denia, paseando por el puerto entre puestos de artesanía, saboreando un helado al compás de una ciudad en fiestas.
Ya por la noche, la sombra de la despedida comenzó a asomar con ligereza. Apuré los últimos minutos de una densa noche de calor, para recorrer los diferentes espacios de tan acogedora estancia. Mi sobredosis solar comenzó a causar estragos, por lo que prácticamente tuve que envolverme en una espesa capa de crema hidratante que me hacia aun más escurridizo de lo que ya soy por naturaleza.
Por la mañana, entre baño de agua y de sol, me dediqué a recoger y almacenar en mi memoria todos y cada uno de los rincones de la casa. En un último intento por alargar mi estancia en aquella casa, me dejé llevar por mi innata dejadez y no me dispuse a organizar mis cosas hasta cinco minutos antes de salir en coche hacia Gandia.
Allí me esperaba un tren regional, una hora escasa de viaje y recuerdos de tres días de agua y sol, de luz y relax, de descanso, de libertad…. Tres días en los que volví a recordar lo que es vivir en familia, acompañado.
Al llegar a casa, ecos anticipatorios de victoria futbolística sonaban en la calle. La casa, mi casa, me recibió silenciosa, triste, ausente… Cerré los ojos y por unos segundos, creí escuchar a la pequeña Lola corriendo por el pasillo, pero no, no había nadie. Sobre la colcha de mi cama me esperaba mi gata Chusa, que en un gesto de desprendido amor, me recibió con un largo bostezo. Ella es así….
7 comentarios:
A veces el retorno es duro amigo
Un abrazo
si, sobretodo cuando por la brevedad del viaje apenas te llegas a dar cuenta de que te has ido....
Me encantó que te vinieras, volver a disfrutar de ti varios días seguidos, como cuando era pequeña. Ahora Lola está en mi lugar, es la que te persigue y te pide que juegues con ella a toda hora. Tú, sigues siendo el mismo puñetero.
Lola ha heredado de mí el amor hacia ti. De ti va heredando poco a poco. Al rato de irte escuché como hablaba con Spike y le llamaba "carahuevo", jajaja!
Gracias por compartir tus días con nosotros. Me sorprendió que vinieras, dada tu seguridad al decidir, jajaja!
Atentamente,
Tu secretaria
Gracias a vosotros por hacerme sentir tan comodo, poder disfrutar de vuestra compañia y la de Lola.
Han sido unos dias estupendos que espero podamos repetir y no sigo porque estas cosas me dan muccho corte....
PD. necesitaré de tus sevicios como secretaria, ya sabes que a mi esto del teclado como que no....
Veo que has cambiado de espacio...eso siempre va bien, son esos paréntesis en el que uno se siente un poco otro aunque ese también es él.
también estoy en un momento paréntesis, disfrutando de todo lo pequeño...algo pequeñito uuuuu algo pequeñito aaaaa.un abrazo doc.
mo
ke kike
Menos quejarse. Mira yo. Hoy sábado y trabajando. Y yo si que no me quejo. ¡Qué agobio que ganas tengo de acabar e irme a casa a hacer la siesta? El Rancio trevallador.
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