lunes, 12 de diciembre de 2011

FuSiON CHiNo-ARGeNTiNA

Los que seguís este blog, imagino que recordareis un post publicado hace pocos meses en el que comentaba mi visita a un curioso a la par que interesante restaurante que fusionaba en un mismo espacio y a ritmo de buffet, la gastronomía china con la argentina. El pasado sábado, y aprovechando la celebración del cumpleaños de mi buen amigo el Rancio, decidimos cenar en tan peculiar local, mas que nada para saciar la curiosidad de nuestro imprescindible colaborador que no conocía la grandeza de este buffet. Nos recibieron a la entrada un par de camareros argentinos especialmente aleccionados para la seducción al cliente, al que independientemente de su sexo, edad o condición se esfuerzan en encandilar con su particular acento al tiempo que le invitan a comer de forma desmedida.
Si ya de entrada esta curiosa fusión entre la cocina oriental y asador argentino resulta al menos llamativa, la incorporación de una serie de platos al buffet aun la hace más interesante. Ver una bandeja de rollitos de primavera acompañando a otra a su lado de paella y a otra de judías verdes salteadas, resulta poco menos que inquietante. Aun así nos lanzamos al buffet, dando cuenta de los primeros platos con esa idiosincrasia tan nuestra que nos lleva a pensar que cuando uno va a comer a un buffet libre de lo que se trata es de comer lo máximo posible y llenar de forma desmesurada los platos. A mi personalmente me interesa mucho la composición cromática de estos, combinar colores y texturas independientemente de que estos alimentos me resulten apetecibles. Siempre, eso si, bajo la atenta mirada de los propietarios chinos del restaurante parapetados tras la barra, y la mirada cómplice de los camareros argentinos que enfundados en ajustados uniformes parece que de un momento a otro se van a arrancar los pantalones para improvisar un strip tease.
Tras la bonita composición que cree de primer plato y a la que bautice cual “Traje de carnaval canario” (homenaje al Rancio) con el nombre de Fantasía Argenchina, me lancé al mostrador del asador donde un simpático cocinero me preguntó que es lo que quería que me sirviera:
Ante mi indecisión, este optó con un:
“Te voy a poner un poco de todo papi” No se que me gustó mas si que me llenaran el plato en una suerte de homenaje al colesterol o que me llamaran papi.
Lo cierto es que cuando me preguntó no pude evitar pensar en una escena de una vieja, muy vieja película de Almodóvar en la que Fabio McNamara quedaba con alguien en un cutrebar `por teléfono para comer algo “con muchísima grasa”.
Ni que decir tiene que el plato, cual santo torturado, quedó prácticamente incorrupto entre grasientas pancetas y embutidos varios. A pesar de ello nos lanzamos al postre. Este si que lo tenia claro y directo me dirigí al cocinero de los postres para pedirle que me preparara un creppe de dulce de leche, en esta ocasión el homenaje no se lo hicimos al colesterol sino a la glucemia. Si ya de por si el típico dulce argentino resulta empalagoso, el solicito camarero tuvo a bien regarlo con azúcar y flambearlo con ron. No contento con el envoltorio servidor decidió darle una capita de nata montada que convirtió el deseado postre en una especie de arma de destrucción masiva.
Al borde la indigestión y previa solicitud del DNI del señor Rancio que confirmaba que efectivamente era el día de su cumpleaños, se nos obsequio con un par de copas de cava, lastima que nuestro colaborador no quisiera que este brindis se acompañara con el Cumpleaños Feliz sonando por megafonía, un detalle que tuvimos con el resto de comensales que asistían absortos a un partido de fútbol en un plasma que colgaba de nuestros cogotes, si el restaurante argenchino tiene televisión, es nuestra particular aportación a tan insólita fusión de culturas.

5 comentarios:

Rancy dijo...

Pues si. Así fue como comenta el Dr. Magenta. Fue una velada agradable en la que comimos grasa hasta la saciedad. Y luego los postres. El Dr. Magenta me sugirió un crepe de dulce de leche. Y así hice, luego tarde más de 2 horas en digerir la cena pero valió la pena.

Rancy dijo...

Otro día que vaya voy a ponerme paella.

Dr.Magenta dijo...

No se, la paella no tenia muy buena pinta. Yo seguiré fiel al dulce de leche y de segundo algo ligerito a base de un mix de chorizo criollo, chistorra y panceta... algo ligerito.

Dr.Magenta dijo...

Eso si, se echo en falta un Cumpleaños feliz por megafonia y al rancio splando las velas en el creppe...

Anónimo dijo...

¿Rancy? ¡JAJAJA!