El domingo y con la excusa de celebrar mi onomástica, estuve comiendo en casa de mi hermana. Una mesa repleta de platos diferentes me esperaba en el salón, una oda a la exquisitez y a la variedad se extendía a lo largo del primaveral mantel que decoraba el evento. Un festival de sabores y texturas no apto para dietas tediosas e insípidas temerosas del balanceo de la bascula, y lo que es mucho mejor, la oportunidad de disfrutarlo con la gente que quiero.
Una fiesta de cumpleaños con tarta casera incluida, pero no con una tarta cualquiera sino con la madre de todas las tartas, las que nuestra madre (muy poco aficionada a la repostería) nos hacia cada vez que cumplíamos años. Un pastel tan tosco en su presentación como delicioso en su sabor, el sabor del recuerdo, de la nostalgia por los que ya no están pero siempre están.
Un maravilloso regalo puso colofón a la tarde, una bolsa repleta de tupperware, una muestra a modo de menú degustación de los diferentes platos que comimos. ¿Existe acaso mejor regalo para alguien que vive solo y no le gusta cocinar? Bendito tupperware, que gran invento. Desde que en 1941 el norteamericano Earl Tupper inventó el primer recipiente de plástico para conservar los alimentos, aunque no fue hasta 1951 cuando se empezaron a celebrar las primeras Fiestas Tupperware, un clásico de la venta a domicilio, un icono de la imagineria kitsch de la época que se ha extendido hasta nuestros días.
Feliz y con el estomago al punto de ebullición después de los dos pedazos de tarta que me comí, me dirigía a mi casa con una bolsa de plástico llena de tuppers que cuando llegue dispuse sobre la mesa a modo de exposición de regalos, mientras me preguntaba que es lo que podía o no congelar, por lo que finalmente decidí no congelar nada y gastarlo antes que se estropease. Ni que decir tiene que de madrugada mi estomago volvió a entrar en erupción.
Ya lo decía la canción:
Y que más da, que más da, si son cosas de la edad….
3 comentarios:
¿Ensuciaste mucho?
¿Como que si ensucie mucho? LO bueno de los tuppers es que ademas de recipiente para almacenar y consrrvar alimentos, uno puede comer en ellos y se ahorra tener que fregar un plato. UN doble ahorro, por un lado te ahorras cocinar y tambien fregar un plato....
Este documental explica el auge del Tupper en la América de los años 50 vinculándolo a la emancipación de la mujer
http://www.thetupperwarefilm.com/
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