Lamentablemente, no tiene uno
demasiadas oportunidades de salir del cine con una de esas sonrisas
de satisfacción y una absurda,aunque siempre agradable sensación de
esperanza, de ilusión por el ser humano.
Nos encontramos en el peor momento del
gobierno de Margaret Thatcher en 1984. Durante el desfile del Orgullo
de ese año, un grupo de gays y lesbianas, decide entregarse
solidariamente a la ayuda a los mineros en huelga. Una ayuda que
provoca el inevitable conflicto entre la población minera y los
jóvenes gays. Unas diferencias que poco a poco irán creando una
sincera amistad entre ambos grupos.
Un acertadisimo casting, con veteranos
actores ingleses a la cabeza y una nostálgica banda sonora que
recreas aquellos aciagos años de mediados de los 80, en la que el
grupo Bronski Beat tiene una especial relevancia.
120 minutos que pasan sin pensar entre
risas y emociones contenidas. Una de esas películas, como apuntaba
al principio en la que uno no puede evitar pensar aquello de
“to er
mundo es bueno...
Lastima que la vida no sea una
película.
Por cierto, he vuelto.....
5 comentarios:
bentornato!!!
Gracias, espero que en esta ocasion el regreso haya sido para quedarme....
¡Dichosos los ojos!
Un gusto volver a leer sus artículos.
Había ganicas de volver a verle por aquí, Herr Doktor.
Au!
intentaremos que tenga continuidad,,,,
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