PollO o GalliNA

Durante mi visita, ayer a mi supermercado de confianza, tuve a bien adquirir uno se esos productos que debido a su cercana caducidad son puestos al 50% de su precio. Una provocativa pegatina amarilla llamo poderosamente mi atención. Bueno eso y que me gusta más un 50% de descuento y un 3x2 que a un tonto un lápiz, eso es así.

Lo cierto es que me deslumbró un enorme cuarto trasero de gallina que excibia orgullos su escandalosa desnudez tras una capa de papel film. Nunca me he hecho gallina con patatas al horno.

Si bien el pollo al horno con patatas forma parte de mi escueto aunque siempre interesante repertorio gastronómico, nunca había probado la versión gallina, y aquel descuento me abría unas interesantes puertas a la investigación

Hoy he decidido dar rienda suelta a mis delirios gastronómicos y cocinar el susodicho plato.

Me gustan especialmente los platos al horno básicamente por comodidad, ese momento, esos minutos de horneado me regalan un precioso tiempo para no hacer nada que servidor siempre aprovecha.

Encendí el horno al máximo para que se pre calentara a máxima potencia, mientras yo pelaba patatas al tiempo que cantaba por Rocio Jurado. Recordar que las patatas son cortadas a gajos, cortando con el cuchillo y rompiendo con el dedo. No se si esto es realmente importante pero a mi me parece por lo menos exótico.

Una vez peladas y lavadas, procedo a embadurnar la bandeja con un ajo partido por la mitad que voy frotando cual fregona sobre el suelo de la fuente. Esto me suena que lo vi en la tele aunque quizás lo he soñado, tampoco descarta ria esta posibilidad.

Un chorrito de aceite de oliva y metemos el cuarto de pollo al que anteriormente hemos frotado, también cual fregona, sobre la bandeja . Introduciomos las patatas y ponemos un chorrito de vino blanco. SI no hay vino blanco se le puede añadir cualquier otro licor. Ron, ginebra... hasta martini rojo le puse yo una vez.

Sazonamos con un poco de orégano y de Hierbas Provenzales, de un bote que lleva en mi casa mas tiempo que yo, recuerdo de niño jugar con el en la cocina. Le añadimos otra cucharada de aceite, porque..... porque si y metemos al horno a máxima potencia

No tengo muy claro el tiempo de horneado, yo prefiero dejarlo en manos del destino y servidor que durante la cocción anda perdido entre las redes del facebook y similares, apaga el horno cuando un ligero aroma a quemado asoma por el salón. La naturaleza es sabia amigos, no necesitamos calcular tiempo, por el humo se sabe donde esta el fuego y sin duda, el asado esta en su punto, muchas veces en su punto de gratinacion pero siempre exquisito, bueno casi.

Hoy con la gallina he sufrido una gran decepción, no me convence su sabor, tanta pechuga se me hace bola y esa piel tan dura. No quiero gallina, prefiero el pollo, de granja o de plástico pero pollo.

Ya lo dice el refrán, siempre tan sabio.

Gallina vieja hace buen caldo.