viernes, 11 de noviembre de 2016

Las alBoNDiGaS SuECAs, ya No SoN Lo QuE ERaN



Curioseaba esta tarde por el Facebook cuando una noticia llamó poderosamente mi atención. El titular rezaba así:
Ikea crea un carril rápido en sus tiendas, para solteros.
Ilusionado con la idea me lance arduo a leer el desarrollo de la información. En ella se hablaba de la idea de la empresa sueca de crear un carril mas rápido para solteros, un carril ajeno a las broncas de las parejas que,  según siempre Ikea, colapsaban y entorpecían las diferentes secciones del establecimiento. Llegados a este punto, busque el origen de la publicación y descubrí que se había publicado en El mundo today, ese periódico digital de humor que nos alegra las redes sociales.
Lo cierto, es que lo del carril rápido me parecía una buenísima idea u que Ikea debería plantearse algo parecido, más que para solteros, para ... como decirlo, acompañantes.
Confieso que no disfruto demasiado de mis visitas a sus tiendas, y que me incomoda, y porque no decirlo, me cabrea mucho que el establecimiento este diseñado de forma que tengas que recorrerlo entero para encontrar la salida. . Me aburre recorrer sus largos pasillos para, como siempre me recuerda un buen amigo, ver muebles, solo muebles,,,,
Lo único agradable que he encontrado en mis ultimas visitas, es el codillo de cerdo que ofertan los viernes, porque las albóndigas suecas, ya no son lo que eran, eso es asin.
Ni siquiera una improvisada cata de sofases pudo satisfacer mi natural aburrimiento y somnolencia. Desesperado termine compartiendo salón en el piso de 45 metros, con una familia ecuatoriana. Ikea hace amigos.
No se si afortunadamente, con la tarjeta de Ikea family te invitan a café, por lo que presto a acabar con la dejadez que me acosaba sin piedad, acabé tomándome tres cafés seguidos. Ni que decir tiene que acabé desesperado en la cafetería, buscando una salida para fumarme un cigarro, mientras mi cuerpo me sorprendía con inesperados y absurdos tics imposibles de controlar.
Enloquecido le dije a las personas a las que acompañaba que iba en busca de una terraza y que ya les alcanzaría. Que ingenuo fui pensando que iba a encontrar la salida a ese infernal laberinto. Con ligereza fui recorriendo las diferentes secciones que me dieran acceso a una terraza o a la salida. Lamentablemente mi búsqueda resulto inútil siguiendo esos absurdos mapas a los que no encontraba ningún sentido, al tiempo que mi estado de humor iba encabronándose por momentos.
Después de casi media hora, encontré a mis amigos que seguían tomando medidas de todo lo que encontraban a su paso, Medio trastornado me lancé sobre ellos mientras gritaba:
Estoy hasta los cojones de dar vueltas, quiero salir de aquí....
Sin darles tiempo a una respuesta, continué mi búsqueda, en esta ocasión empeñado en encontrar la salida, aunque para ello tuviera que tomar rehenes.
La sección de plantas y jardinería, me permitió vislumbrar los almacenes previos a las cajas de salida, a las que me lancé cual poseso en busca de la salida sin compra.
Emocionado y algo sobre actuado, todo sea dicho, recibí las primeras bocadas de aire fresco al salir al exterior, con la firme convicción de acudir con una brújula en mi próxima visita, 
¿Para cuando ese carril rápido?

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