Siempre he sido muy fans de Benidorm, de su artificiosidad, de su impersonalidad, me gusta porque es una ciudad fronteriza, territorio de todos y de nadie. Iluminadas por cientos, miles de tubos de neon de colores, parpadean vidas anónimas, turistas y gente de paso. Inmensos bloques de hormigón inundan su cielo a modo de improvisado tetris. Sus calles y paseos y sobretodo durante el mes de agosto, son ocupadas por multitud de personas de las mas variopintas nacionalidades que viven y absorben con ansiedad sus días de vacaciones .Durante cuatro días vivimos ese momento Benidorm que tanto me gusta. Compras superficiales y absurdas en improvisados chiringuitos playeros, tumultuosos paseos por su paseo marítimo esquivando a aprendices de hooligans ingleses con muchas copas de más, inaudibles karaokes de terraza, horchaterías reconvertidas en salas de fiesta en las que alternan iconos musicales locales como Maria Jesús y su acordeón, con nuevas promesas de la copla. Quien dijo que Benidorm no es un destino turístico cultural, no hay mas que ver la cartelera de actuaciones de sus hoteles y clubs en el que alternan diariamente las actuaciones de Francisco Jackson (doble oficial en España de Michael) y las de otros artistas la mayoría ingleses que actúan a modo de clon de internacionales figuras del pop como George Michael o The blues brothers ese fantástico Tribute to Abba que tanto me dolió perderme. Cuatro días de compras compulsivas en orientales bazares, cuatro días de comidas de menú y cenas improvisadas con vino y gaseosa, cuatro días de sangría y patatas bravas, siesta y carajillo.
Siempre me han gustado sus inmensos e impersonales bloques de edificios, urbanizaciones y hoteles con absurdos nombres, terrazas de las que cuelgan toallas a medio secar y maravillosos happy-hours de garrafón. Y el sol, un sol mas de injusticia que de justicia que acampaba a sus anchas por las curvas de mi craneo a punto de la extenuación. Por la noche y en su paseo marítimo y hasta largas horas de la madrugada, pasean y se dejan llevar cientos, mies de turistas de todas las nacionalidades, esquivando los coches de policia al tiempo que disimulan su brrachera. En los bares de moda, las gogos se exciben sin reparon ante asombrados turistas que descargan sus flashes a ritmo de dance-music., en las terrazas de los hoteles suena el organillo e impera el pasodoble y hasta altas horas de la madrugada uno a modo de videojuego tiene que esquivar grupos de turitas ebrios, coches de policia y excursiones en grupo. Al dia siguiente, por la mañana la rutina se vuelve a repetir, y manadas de personas sombrilla en mano se dirigen con paso raudo hacia la orilla donde comienza de neuvo el clasico ceremonial matinal. Todo esto y mucho más es Benidorm.
Siempre me han gustado sus inmensos e impersonales bloques de edificios, urbanizaciones y hoteles con absurdos nombres, terrazas de las que cuelgan toallas a medio secar y maravillosos happy-hours de garrafón. Y el sol, un sol mas de injusticia que de justicia que acampaba a sus anchas por las curvas de mi craneo a punto de la extenuación. Por la noche y en su paseo marítimo y hasta largas horas de la madrugada, pasean y se dejan llevar cientos, mies de turistas de todas las nacionalidades, esquivando los coches de policia al tiempo que disimulan su brrachera. En los bares de moda, las gogos se exciben sin reparon ante asombrados turistas que descargan sus flashes a ritmo de dance-music., en las terrazas de los hoteles suena el organillo e impera el pasodoble y hasta altas horas de la madrugada uno a modo de videojuego tiene que esquivar grupos de turitas ebrios, coches de policia y excursiones en grupo. Al dia siguiente, por la mañana la rutina se vuelve a repetir, y manadas de personas sombrilla en mano se dirigen con paso raudo hacia la orilla donde comienza de neuvo el clasico ceremonial matinal. Todo esto y mucho más es Benidorm.
5 comentarios:
Yo quiero uno para pasearme por mi pueblo.
En benidorm eran la bomba, y estuve a punto de alquilarme uno para tres dias...
pues yo solo he estao una vez en Benidorm , con mis padres y toa la familia , una semana santa de hace muuuuuuchos años ( unos 26 años patrás por lo menos ), todos metidos en el 124 naranja de mi padre ( mi papa , mi mama , mis 2 hermanas , mis 2 hermanos , el pastor alemán y yo, como nos metimos todos ahi ? no lo sé , la vida es un misterio ...) recuerdo ke no me gustó llegar al hotel , porke teniamos el piso 19 o algo así y se habia estropeao el ascensor , fue un drama ....no me acuerdo de mucho mas , bueno si , ke fuimos a patinar y me cai muchas veces , es ke soy muy negada pa las cosas de ekilibrio...
BENIDORM es mucho BENIDORM. Te lo dice alguien que ha estado viviendo durante más de 9 años en esta ciudad políglota, cosmopolita, etc, etc, etc. Os aseguro que conozco Benidorm como la palma de mi mano. Pasé muchos ratos en esta ciudad, unas veces buenos otras malos, aunque más buenos que malos. Si alguien te habla mal de Benidorm, diciéndote que es vulgar y está masificado. No lo creas del todo. Tiene algo de vulgar y de masificación aun así, Benidorm tiene algo que lo hace realmente especial. Os lo puedo asegurar. Sea en invierno o en verano, sea lunes, martes o domingo Benidorm siempre te ofrecerá su cara más amable. Si te dicen que hay zonas invadidas por ingleses, es cierto. Aun asaí, si algún día estás paseando por una de estas zonas. No lo olvides: Benidorm es España aunque seas el único español que esta por la zona. No me importaría el día de mañana, si llego por supuesto, ir a pasar mis últimos años a Benidorm. Os aseguro que yo no conozco sitio mejor para esto. Benidorm aunque hace 6 años que te dejé, en muchas ocasiones me acuerdo de ti, cuando vienen a mi cabeza recuerdos y vivencias casi todos buenos. VIVA BENIDORM.
Bien es cierto que aqui el doctor conoció benidorm de la mano de "anonimo" en alguna de las visitas ke le hice cuando vivia alli.Revindiquemos entonces beni-York y su encanto desconocido para muchos y criticado sin conocer por otros.
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