miércoles, 9 de noviembre de 2011

OToÑo

Tras un tiempo de nula actividad bloguera, intento retomar los contenidos del laboratorio. Desde hace unos años, el otoño se me hace especialmente difícil, si bien su clima me resulta acogedor, no puedo evitar que sus primeros fríos vayan acompañados de una impertinente y siempre amarga carga de nostalgia. La nostalgia, tan prescindible como necesaria, se asienta en nuestra cabeza rompiendo en ocasiones el devenir de nuestra cotidianidad. Son días, semanas, en los que nuestra cabeza se estanca en el recuerdo, aposentándose de malos modos en el pasado, sin dejar paso al futuro. Días de agridulce sabor, en los que cualquier ápice de creatividad, es mutilado por el filo de la insatisfacción. Este otoño hace precisamente 3 años que abrí las puertas de este, vuestro blog, y aunque en muchas ocasiones me he planteado darle el cierre, lo cierto es que necesito de tan pintoresco laboratorio para poder seguir experimentando.
Os dejo con una bonita canción, un firme propósito cargado de agridulce optimismo, una canción del dúo dinámico que me gustaría dedicar a mi amigo Rancy que incluso en tan inestable estación me sigue acompañando.


4 comentarios:

Rizzo dijo...

Porfis Doctor: ni se le ocurra abandonarnos!! Haga caso a esta canción y no a la que le precede "El final del verano". Ya ve lo bien que le va al duo, que no paran y tan solo tiñendose el pelo se mantienen jovenes con sus siempre fieles fans.
Vamos como nosotros con usted!!!
ÁNIMO DOC!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Que canciòn màs bonita...
En estas fechas yo tambièn me pongo mustio... me rescato siempre con la mala uva que se me pone al cruzarme con el primer adorno que anuncia la navidad... reaccionar a la vida con la irritaciòn, con la rabia...
El Truly.

Rancy dijo...

Yola buenos diasssss

Anónimo dijo...

me uno al otoño con el doctor
Kamamurikañi