El pasado domingo rematé un interesante fin de semana, asistiendo a la representación de “Educando a Rita” en el teatro Flumen, una pequeña sala con una variada y siempre atractiva programación y que ya lleva algo más de un año enriqueciendo la escasa oferta teatral en Valencia. Una sala más preocupada por llenar su aforo que por resultar políticamente correcto como en ciertos teatros institucionales. Una apuesta siempre de agradecer para los aficionados al teatro que no tenemos posibilidad de ser asiduos de otras programaciones fuera de la ciudad.
En esta ocasión con una comedia versionada en multitud de ocasiones en los escenarios e incluso en la pantalla grande en donde se pudo ver protagonizada por Michael Caine y Julie Walters a principios de los 80. Posteriormente han sido muchas las adaptaciones teatrales que se han hecho por todo el mundo, también en España de la obra de Willy Rusell. En esta ocasión, la adaptación corre a cargo de Paco Mir (componente del Tricicle) y de Alexander Herold que también la dirige. Una versión fiel a la obra original a la que su director ha dotado de un atractivo ritmo que hace que la obra no se resienta en ningún momento a pesar de contar con solo dos actores sobre el escenario.
Una nueva vuelta de tuerca al clásico tema de “Pigmalión”, en esta ocasión con un maduro profesor de literatura, que intenta superar su fracaso en la poesía con el alcohol y que trabaja dando clases en un programa de educación particular a alumnos de barrios marginados. Hasta allí llega Rita, un joven peluquera, casada e insatisfecha, tan sedienta de conocimientos como de buena educación. A partir de ese momento se establece un curioso vínculo entre maestros y alumna que irá más allá de las clases propiamente dichas. Una gratificante reflexión sobre la superación, y el enriquecimiento personal que transcurre entre risas y controladas emociones, al servicio de dos actores valencianos que cumplen sobradamente con su trabajo de una manera tan eficaz como refrescante. Maria Almudever interpreta con soltura un agradecido papel con el que el público se identifica inmediatamente. Un difícil de trabajo en el que Maria tiene que ir desarrollando el personaje a partir de los diferentes encuentros que tiene con el profesor. Una evolución física y personal que tiene que reflejar a lo largo de la obra, evitando caer en el histrionismo o la sobreactuación. No menos complicado resulta el trabajo de Antonio Valero, que después de años trabajando en televisión vuelve a los escenarios interpretando a un profesor desencantado y comprometido con lo que mas ama, la literatura.
Una obra, en todo caso, con muchas similitudes con otra pieza teatral que comentaba recientemente y que precisamente tuve oportunidad de ver en el mismo teatro Flumen. “Una historia de dos”, en la que también se contaba, aunque desde otro punto de vista, la relación entre un quisquilloso maestro y la madre de uno de sus alumnos.
En resumen, un interesante texto con una cuidada dirección y puesta en escena, en la que podemos disfrutar de dos buenas interpretaciones, algo que no siempre tenemos oportunidad de ver sobre los escenarios.
En esta ocasión con una comedia versionada en multitud de ocasiones en los escenarios e incluso en la pantalla grande en donde se pudo ver protagonizada por Michael Caine y Julie Walters a principios de los 80. Posteriormente han sido muchas las adaptaciones teatrales que se han hecho por todo el mundo, también en España de la obra de Willy Rusell. En esta ocasión, la adaptación corre a cargo de Paco Mir (componente del Tricicle) y de Alexander Herold que también la dirige. Una versión fiel a la obra original a la que su director ha dotado de un atractivo ritmo que hace que la obra no se resienta en ningún momento a pesar de contar con solo dos actores sobre el escenario.
Una nueva vuelta de tuerca al clásico tema de “Pigmalión”, en esta ocasión con un maduro profesor de literatura, que intenta superar su fracaso en la poesía con el alcohol y que trabaja dando clases en un programa de educación particular a alumnos de barrios marginados. Hasta allí llega Rita, un joven peluquera, casada e insatisfecha, tan sedienta de conocimientos como de buena educación. A partir de ese momento se establece un curioso vínculo entre maestros y alumna que irá más allá de las clases propiamente dichas. Una gratificante reflexión sobre la superación, y el enriquecimiento personal que transcurre entre risas y controladas emociones, al servicio de dos actores valencianos que cumplen sobradamente con su trabajo de una manera tan eficaz como refrescante. Maria Almudever interpreta con soltura un agradecido papel con el que el público se identifica inmediatamente. Un difícil de trabajo en el que Maria tiene que ir desarrollando el personaje a partir de los diferentes encuentros que tiene con el profesor. Una evolución física y personal que tiene que reflejar a lo largo de la obra, evitando caer en el histrionismo o la sobreactuación. No menos complicado resulta el trabajo de Antonio Valero, que después de años trabajando en televisión vuelve a los escenarios interpretando a un profesor desencantado y comprometido con lo que mas ama, la literatura.
Una obra, en todo caso, con muchas similitudes con otra pieza teatral que comentaba recientemente y que precisamente tuve oportunidad de ver en el mismo teatro Flumen. “Una historia de dos”, en la que también se contaba, aunque desde otro punto de vista, la relación entre un quisquilloso maestro y la madre de uno de sus alumnos.
En resumen, un interesante texto con una cuidada dirección y puesta en escena, en la que podemos disfrutar de dos buenas interpretaciones, algo que no siempre tenemos oportunidad de ver sobre los escenarios.
4 comentarios:
M'en al·legre molt Doctor que després de tants anys junts, tots dos hem adeprés un de l'altre. Ara jo domine molt més el llenguatge cinematogràfic, la seua especialitat de sempre. I vosté el teatral, la meua vessant.
No hi ha cap de dubte, tots dos hi som compatibles i s'hem enriquit un de l'altre. En eixe sentit hi som una parella perfecta. Millor dit, gairebé perfecta!!! Jajaja.
Agradezco tus comentarios aunque te pediria que los hicieras en castellano para poder compartirlos con el mayor numero de blogueros posible. Ya sabe usted señor llanda que este blog tiene vocacion universal...
No hay problema, Doctor, basándome en que su blog tiene vocación universal, let's write in the most international language in the world: English. I'm also very thankful for your answer. We're brothers in arms. Don't worry. We'll keep in touch. Take care. Lots of love and happiness, my dearest mate. XXXXOOOOO
Yours sincerely,
Freddy Canister
Press Officer
PS. HIP HIP HURRAY!!! OK MCKAY!!!
muy bien señor llanda y ahora en suajiri ke sabemos ke usted es muy poliglota...
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