Un insistente a la par que inoportuno repicar de campañas, sacó a Marisa de su prolongado letargo. Respiro profundamente, como queriéndose beber la vida, disfrutando de cada instante como si fuera el último.
Removió con ligereza su copa con el dedo índice, al tiempo que introducía una rodaja de limón en su boca, dejándose envolver por su dulce amargura, todo ello sin dejar de observar al resto de personas que disfrutaban de los últimos rayos de sol de aquella tarde de verano. Un cálido e intenso perfume masculino, le advirtió de la presencia de un joven de apuesto aspecto que tomó asiento en la mesa contigua, provocando en Marisa, una irreprimible excitación tan solo amortiguada por un oportuno cubo de hielo del que, como por arte de magia, efímeras gotas de agua comenzaron a deslizarse sinuosas por sus prominentes pechos, al tiempo que humedecían con discreción la provocativa blusa violeta con la que hoy había decidido vestirse.
- Si bien es cierto que muchas veces la vida no tiene sentido, más cierto es que de vivirla que mejor que hacerlo disfrutando de todos y cada uno de ellos, susurró Marisa al oído del apuesto joven.
- Como lamento no habernos conocido antes, como lamento que no puedas escucharme, como lamento no estar viva, dijo Marisa al tiempo que daba un largo y placentero sorbo a su copa.
Removió con ligereza su copa con el dedo índice, al tiempo que introducía una rodaja de limón en su boca, dejándose envolver por su dulce amargura, todo ello sin dejar de observar al resto de personas que disfrutaban de los últimos rayos de sol de aquella tarde de verano. Un cálido e intenso perfume masculino, le advirtió de la presencia de un joven de apuesto aspecto que tomó asiento en la mesa contigua, provocando en Marisa, una irreprimible excitación tan solo amortiguada por un oportuno cubo de hielo del que, como por arte de magia, efímeras gotas de agua comenzaron a deslizarse sinuosas por sus prominentes pechos, al tiempo que humedecían con discreción la provocativa blusa violeta con la que hoy había decidido vestirse.
- Si bien es cierto que muchas veces la vida no tiene sentido, más cierto es que de vivirla que mejor que hacerlo disfrutando de todos y cada uno de ellos, susurró Marisa al oído del apuesto joven.
- Como lamento no habernos conocido antes, como lamento que no puedas escucharme, como lamento no estar viva, dijo Marisa al tiempo que daba un largo y placentero sorbo a su copa.
2 comentarios:
Me he hecho un lío o sobra un guión.. lo vuelvo a leer.
Bueno en realidad, esta escrito sin pensar demasiado. Es uno de los ejercicios de 10 minutos que nos ponemos en tertulia dispersa.
En esta ocasion teniamos 10 minutos para escribir un texto que incluyese 5 sentidos y sensaciones concretas. FRio, sabor amargo, campanas...
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