Después de casi un año trasteando con un encargo de mi sobrino que consistía en pintar o mejor copiar tres obras de Miró, una vez acabado el ultimo de los cuadros, ha llegado el momento de que el Dr.Magenta despliegue de nuevo su capa cual Batman y vuelva a volar alrededor de su imaginación. Ganas no me faltaban, pero con aquel mironiano lienzo a medio pintar, me resultaba harto difícil. Soy un gran fans del pastiche, del plagio y de las inspiraciones espontáneas, que no del simple y puro copiado.
Mi visión de la obra de Miró nunca se parecerá al original, tampoco lo pretendía, carezco de una base mínima para ello y además me aburre copiar insisto.
Por eso cuando el pasado viernes di mi ultima pincelada al cuadro de Miró que me quedaba por copiar, una sincera y profunda exhalación de satisfacción surgió de imprevista manera de mi boca. Por fin, balbucee entre líneas.
Espero que por mi básica también economía, Ramoncin no este leyendo este post, aunque no se porque este hombre empiezo a pensar que posee el don de la ubicuidad, y es que las garras de la SGAE sin insondables y cansinas, muy, muy cansinas….
Las obras copia del artista catalán, ya lucen en un amplio comedor salón, y sorprendentemente y después de una larga a la par que intensa relación amor-odio, han terminado hasta gustándome.
El doctor ha decidido ponerse de nuevo su bata antaño blanca y ahora cubierta de lamparones de pintura a modo de medallas de viejas batallas, todas y cada una de ellas son fruto de un recuerdo, de un instante, de un cuadro. Una bata que me resisto a lavar, a borrarle la memoria que con tanto orgullo luce.
Miró que ya atrás y ahora es tiempo de volver a soñar, de llenar de vida todos esos lienzos en blanco que se acumulan en mi cabeza.
El Dr.Magenta ha vuelto…..
1 comentario:
eres mu vago... quizà mas que yo, que ya es dificil...
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