jueves, 29 de octubre de 2009

Tarde hiperactiva

Hiperactiva y yo añadiría hipocondríaca. Lo cierto es que mi jornada comenzaba con una visita al medico especialista que tuvo a bien hacerme esperar cerca de dos horas hasta ser recibido. Ni que decir tiene que viví otro gran momento spa en la sala de espera sudando la gota gorda cual sauna finlandesa. Ya en el trabajo y después de comer, me encaminé hacia otra consulta, la del dentista que me esperaba en una nueva cita a primera hora de la tarde. Nada más llegar y preso de los nervios que siempre me provoca a visita al estomatólogo, tuve a bien tirar al suelo, cuando me descargaba la mochila, una caja llena de tubitos de ensayo que afortunadamente estaban vacíos.
La semana pasada lo deje colgado con la visita, y esta semana entro destrozándole el laboratorio. Lo peor de todo es que el bienestar de mis muelas esta en sus manos. Dicen que la venganza es un plato que se sirve frió, y a servidor le quedan muchas sesiones de dentista.
Después de una exhaustiva limpieza dental y de ese momento aspirador que tanto odio, el doctor me hizo una serie de radiografías a mi dentadura a cada cual más repugnante, dignas de estar expuestas en cualquier museo de arte moderno. Del resultado de las mismas y de mi economía dependen mis próximas visitas a la clínica.
Aprovechando la brevedad de la consulta (nunca una visita al dentista es breve) aproveche para acercarme al Carrefour para efectuar unas compras compulsivas tan absurdas como innecesarias. Pero vaya había sobrevivido al dentista y quería mi azucarillo….
Me costó lo mío llegar hasta allí, y una vez entré lo hice decidido en busca de ese mp4 que había visto anunciado en su catalogó. Después de mirar, buscar entre sus estantes tuve a bien preguntar a uno de los empleados que me confirmo que el producto se encontraba agotado.
Una vez más había vuelto a ser victima inocente del marketing basura que anuncia productos que luego realmente son difíciles de encontrar porque siempre están agotados, y esta es como la 3ª o 4ª vez que me pasa. Por si fuera poco después comencé a pasearme por los pasillos del carrefour en busca de un modelito digno de mi percha y elegancia sin obtener resultados satisfactorios. Lo peor es que ya en plena temporada navideña a uno se le acaban perforando los oídos con tanto villancico y buenas promesas para el nuevo año. Quiero mi mp4…….
A la salida del hipermercado, un neon a medio gas me hizo recuperar la sonrisa y las ganas de vivir, nada mejor que un whopper para recuperar el entusiasmo perdido y aunque la visita al dentista me había dejado una dentadura maltrecha y lo peor asustada, decidí merendar un cheeseburguer amenizado por un cumpleaños de niños aborígenes que no dejaban de gritar con unos agudos que me hicieron echar de menos los villancicos del hipermercado. Ya de vuelta a casa decidí improvisar con esa vena aventurera que tanto me caracteriza.
Improvisare la vuelta me dije para mis adentros que en ese momento bastante tenían con digerir la hamburguesa, comencé a andar y cuando quise darme cuenta estaba a la entrada de Mislata, vaya pensé: volveré a improvisar, y paré un taxi que raudo me llevo hasta mi casa….Hogar dulce hogar…..

4 comentarios:

Dr.Magenta dijo...

Y encima en el carrefur estan ahora muy concienciados con el medio ambiente, ttodos los empleados en la caja con camisetas de apoyo, eso si bolsas de plastico hay lo que pasa es que ahora las cobran.... ¿porque lo llaman conciencia social cuando quieren decir marketing?

Dr.Magenta dijo...

Y si no hay bolsas de plstico:
¿Donde voy a tirar la basura yo ahora? y lo peor ¿con que me voy a cubrir la cabeza cuando llueva?

biba dijo...

muerte a la bolsa de plastico... te toca sacar del armario aquella bolsita tan mona de macramè que realizaste en 3° de EGB en el aula de educacion pretecnologica...

Dr.Magenta dijo...

Ni hablar como diria Chus en "la flor de mi secreto" la bolsita de macrame esta guardá y reguardá, es de museo.... siempre he sido muy fans de las bolsas de plastico...