lunes, 19 de abril de 2010

Collages, Jover



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Acababa de llegar a Chicago. De nuevo la ciudad, atrás quedaban esos días apacibles en el campo. Aunque no habían sido apacibles después de tanto hombre asediándome. Cogí un taxi en la terminal del aeropuerto y me dirigía a apartamento. Cual fue mi sorpresa al entrar y ver el apartamento como si un vendaval hubiera pasado por allí. Me quedé bloqueada (para variar) sin saber que hacer. Recuerdo que mi primera reacción fue desmayarme. Luego al volver en si, el Sr. Waller estaba junto a mi intentando reanimarme.
-¿Que ha ocurrido?.
pregunto el sr. Waller.
- No sé. Contesté con voz temblorosa.
Llamamos a la policia para denunciar el robo en mi apartamento.
Recuerdo que vino un policia joven atractivo que estuvo haciéndome muchas preguntas.
Al final le pedí por favor que siguiñeramos otro día con el interrogatorio pues, acababa de llegar de la Costa Este y despues del sobresalto al ver mi apartamento desvalijado, no estaba en una situación anímica para contestar a sus preguntas.

El policía asintió y con cara de felicidad, me dijo que volvería por la tarde para continuar con el interrogatorio. Yo enseguida me di cuenta que el policia se había enamorado de mi, pues la forma que tenía de mirarme lo decía todo.

Cuando se marchó, recuerdo que me tumbé en la cama para recuperarme de tanta sorpresa.

Una vez acabé la conversación con el inspector Harold, después de un sinfín de preguntas. Recuerdo que para quitarme el malestar que tenía me fui de compras. Cual fue mi sorpresa que al pagar en Cartier con la tarjeta, la dependienta me dijo:
Lo siento mucho Srta. Swanson pero no es posible cobrarle con esta tarjeta. ¿Tiene usted otra tarjeta?. Le di la American Express para que cobrase y tampoco fue posible. Tras este incidente que me avergonzó delante de toda la clientela de Cartier, me dirigí al banco para ver que ocurria con las tarjetas de crédito. Recuerdo que al llegar pregunté por el señor Braun que era el director del banco. Una vez en su despacho me dijo que estaba en números rojos y que si no hacia efectivo el importe procederian a embargarme. La dueda ascendía a 850 dólares.

Llamé a la tia Catherine, esta era una hermana de mi madre que se había quedado soltera y tenía muc ho dinero.
-Alo?
-Tia Catherine, soy Sally.¿Cómo estás?.
Recuerdo que antes de que acabase de preguntarle por su salud me dijo:-¿Cuanto quieres?
Y empezó el sermón de siempre. Si tan independiente eres tendrías que solucionarte la vida, que si no había trabajado nunca.

Yo le dije que eso no era cierto pues, yo si que había trabajado en dos ocasiones: Una de modelo para Taylor CO. durante tres días y otra hacía 2 años cuando fui la estrella principal de un anuncio de salchichas Mr. Pork.

De forma mimética me dirigí de nuevo a Cartier a comprar el bolso que no había podido llevarme y de paso me compre unos guantes. Pues ya empezaban los días a refrescar, y en Chicago ya se sabe. Después me fui a comer al Gourmet Restaurant en Elterm Avenue recuerdo que cuando el waiter vino a ver lo que quería, yo no tenía claro lo que iba a pedir pues dudaba entre el pavo con salsa de yogur helado o el arenque meniere. Recuerdo que el camarero me recomendo el menú. Yo me quede mirándolo pensando... Una Swanson siempre pide a la carta nunca un menú. Recuerdo que tras un brownie de postre le pedí la cuenta al cmarero. De nuevo el camarero volvió con la tarjeta diciéndome que no podía cobrar con esa tarjeta. De nuevo le di a American Express y tampoco hubo suerte a la hora de cobrar. El camarero tomo una actitud hostil hacia mi. Yo le dije: Usted sabe quién soy yo. El camarero en tono impertinente me dijo que a el no le interesaba quién era yo, él lo único que quería es cobrar los 74 dolares que debía de la comida. Yo le dije que yo no tenía la culpa por no



EL RANCIO y sus novelas de "amor".

Dr.Magenta dijo...

celebro la vuelta de el rancio a la literatura rosa enseñando al mundo entero la Corin Tellado que lleva dentro.

Julia dijo...

Vaya, por un rato me he visto transportada a otro espacio y otro lugar, ovidándome de todo lo que me rodea. Sin duda es la obra de un grandísima pluma.
Sr. Rancio, bienvenido, me emociona y quedo a la espera de más.
Saludos Doctor.

Dr.Magenta dijo...

Es lo que tiene el Sr.Rancio que te transporta con su pluma. De todas formas creo que deberia firmar con otro pseudónimo porqe novela rosa y El Rancio, como que no tiene mucho glamour, en todo caso en francés,,, Le Rancie