Incidente en la niebla

Últimamente no veo demasiado cine de terror, básicamente porque lo paso bastante mal. Tampoco soy demasiado fans o más bien nada fans de todas estas películas que nos llegan vía USA y que ultimadamente se dedican a remakear títulos japoneses. Como echo de menos la saga de Scream, la de Freddy Krougger y si me apuráis hasta la de Viernes 13. Espíritu ochentón hasta el final que hasta para dar sustos hay que tener gracia. Sin embargo había algo en estos dos títulos que hacia que me apeteciera verlos.
No he seguido de cerca la carrera de Night Shyamalan, tras el más que prometedor arranque con “El sexto sentido” y la para muchos ya fallida “El protector”, la carrera de este cineasta ha ido de mal en peor. Ese afán por hacer un cine con su sello personal dentro de un genero como el fantástico ha acabado convirtiendo su filmografía en una colección de títulos decepcionantes, donde “La joven del agua”, la última de sus películas estrenadas antes de El incidente, se lleva la palma, y no precisamente la de Cannes.
En esta ocasión, la historia arranca muy bien, con un planteamiento verdaderamente angustioso y muy inquietante. El caos, la desinformación, la angustia se va extendiendo por distintos estados americanos cuando sin explicación alguna la gente es victima de una ola de suicidios que se va excediendo a la velocidad del viento. Un argumento prometedor que Shalaman dirige con torpeza hasta hacerlo cansino por ese empeño en convertir una cinta de terror en un film de denuncia. La tensión va descreciendo a medida que avanza el metraje, en el que introduce además unas subtramas y unos personajes muy poco o nada atractivos que tiene como punta de lanza a su protagonista, un Mark Wahlberg nada creíble como hombre de ciencias. La película adolece además de falta de presupuesto y en ocasiones su ritmo tiene un punto de telefilm que echa para atrás.
Coinciden ambas películas en el temor por lo desconocido, el hecho de que la humanidad este amenazada por algo desconocido. En esta ocasión, el terror esta camuflado en una espesa niebla que poco a poco va asolando los lugares por los que pasa. Si en el caso de El incidente la situación viene provocada por la propia naturaleza, en La niebla son las manos destructivas del hombre las que lo provocan. La película esta basada en un relato corto de Stephen King y nada tiene que ver con la película del mismo titulo dirigida en los 80 por Jonh Carpenter y que este mismo año tuvo un remake bastante prescindible. La acción transcurre prácticamente en su totalidad dentro de un supermercado en que se refugian un grupo de personas de la amenaza de la niebla. Durante el encierro los protagonista no tendrán solo que luchar contra el terror que esconde la niebla sino también con sus propios miedos y las reacciones de irracionalidad que este provoca en el ser humano.Tambien en esta ocasión ha habido una intención por parte del director de hacer una reflexión sobre el miedo, sobre el ser humano, alargando en exceso para mi gusto el metraje de la película que precisamente cuando mejor funciona es en esos momentos caos con ataque de criaturas asquerosas incluido. Tengo que confesar que soy muy fans de las pelis de bichos gigantes. Ahora precisamente no abundan demasiado dentro del género, hay mucho psicokiller suelto pero pocos bichos. Por la peli aparecen todo tipo de insectos eso si en tamaño familiar, todavía tengo pesadillas con las moscas XXL que aparecen en el film, con las cucarachas hice terapia de choque. Como echaba de menos una peli con bichos, tendré que hacerme un ciclo. De todas formas y a pesar como decía de la excesiva duración la película mantiene el interés y resulta siempre gratificante el riesgo asumido por su director el dar un final a la película tan lejano a los finales hollywood, un final de una crudeza de la que uno tarde en olvidarse.