El post de "Universo fotonovela" sigue creciendo al ritmo que nuestro colaborador Anónimo Veneciano va a portando capítulos de las desventuras de Sally, una cándida muchacha atrapada en un mundo de deseo y depravacion.
Comentaros tambien que en breve, en este vuestro blog, contaremos con una nueva forma, una nueva colaboración. Directamente desde EEUU nuestro más provocador y glamouroso corresponsal. En breve repito, la afilada pluma de Nino Matallino nos hará participes de su particular universo.
http://doctormagenta.blogspot.com/2009/06/universo-fotonovela.html
12 comentarios:
Acababa de llegar a Chicago. De nuevo la ciudad, atrás quedaban esos días apacibles en el campo. Aunque no habían sido apacibles después de tanto hombre asediándome. Cogí un taxi en la terminal del aeropuerto y me dirigía a apartamento. Cual fue mi sorpresa al entrar y ver el apartamento como si un vendaval hubiera pasado por allí. Me quedé bloqueada (para variar) sin saber que hacer. Recuerdo que mi primera reacción fue desmayarme. Luego al volver en si, el Sr. Waller estaba junto a mi intentando reanimarme.
-¿Que ha ocurrido?.
pregunto el sr. Waller.
- No sé.
Contesté con voz temblorosa.
Llamamos a la policia para denunciar el robo en mi apartamento.
Recuerdo que vino un policia joven atractivo que estuvo haciéndome muchas preguntas.
Al final le pedí por favor que siguiñeramos otro día con el interrogatorio pues, acababa de llegar de la Costa Este y despues del sobresalto al ver mi apartamento desvalijado, no estaba en una situación anímica para contestar a sus preguntas.
El policía asintió y con cara de felicidad, me dijo que volvería por la tarde para continuar con el interrogatorio. Yo enseguida me di cuenta que el policia se había enamorado de mi, pues la forma que tenía de mirarme lo decía todo.
Cuando se marchó, recuerdo que me tumbé en la cama para recuperarme de tanta sorpresa.
CONTINUARÁ.
Una vez acabé la conversación con el inspector Harold, después de un sinfín de preguntas. Recuerdo que para quitarme el malestar que tenía me fui de compras. Cual fue mi sorpresa que al pagar en Cartier con la tarjeta, la dependienta me dijo:
-Lo siento mucho Srta. Swanson pero no es posible cobrarle con esta tarjeta. ¿Tiene usted otra tarjeta?. Le di la American Express para que cobrase y tampoco fue posible. Tras este incidente que me avergonzó delante de toda la clientela de Cartier, me dirigí al banco para ver que ocurria con las tarjetas de crédito. Recuerdo que al llegar pregunté por el señor Braun que era el director del banco. Una vez en su despacho me dijo que estaba en números rojos y que si no hacia efectivo el importe procederian a embargarme. La dueda ascendía a 850 dólares.
Llamé a la tia Catherine, esta era una hermana de mi madre que se había quedado soltera y tenía muc ho dinero.
-Alo?
-Tia Catherine, soy Sally.¿Cómo estás?.
Recuerdo que antes de que acabase de preguntarle por su salud me dijo:
-¿Cuanto quieres?
Y empezó el sermón de siempre. Si tan independiente eres tendrías que solucionarte la vida, que si no había trabajado nunca.
Yo le dije que eso no era cierto pues, yo si que había trabajado en dos ocasiones: Una de modelo para Taylor CO. durante tres días y otra hacía 2 años cuando fui la estrella principal de un anuncio de salchichas Mr. Pork.
También le comenté que había conocido a Andrew Holter, el soltero de oro de la Costa Este.
Aun así me dijo que esa vida que llevaba no podía ser.
Como vi que no había forma de sacarle el dinero, me puse a llorar. Al final se apiadó de mi y me hizo un ingreso de 1000 $ en mi cuenta.CONTINUARÁ.
De forma mimética me dirigí de nuevo a Cartier a comprar el bolso que no había podido llevarme y de paso me compre unos guantes. Pues ya empezaban los días a refrescar, y en Chicago ya se sabe. Después me fui a comer al Gourmet Restaurant en Elterm Avenue recuerdo que cuando el waiter vino a ver lo que quería, yo no tenía claro lo que iba a pedir pues dudaba entre el pavo con salsa de yogur helado o el arenque meniere. Recuerdo que el camarero me recomendo el menú. Yo me quede mirándolo pensando... Una Swanson siempre pide a la carta nunca un menú. Recuerdo que tras un brownie de postre le pedí la cuenta al cmarero. De nuevo el camarero volvió con la tarjeta diciéndome que no podía cobrar con esa tarjeta. De nuevo le di a American Express y tampoco hubo suerte a la hora de cobrar. El camarero tomo una actitud hostil hacia mi. Yo le dije: Usted sabe quién soy yo. El camarero en tono impertinente me dijo que a el no le interesaba quién era yo, él lo único que quería es cobrar los 74 dolares que debía de la comida. Yo le dije que yo no tenía la culpa por no poder cobrar pues debería de tener un problema con la línea o con el aparato de leer las tarjetas.
Momentos después volvió el camarero diciéndome que no era problema de las máquinas del establecimiento pues, habían llamado a mi banco y le habían comunicado que no había saldo en la cuenta.Muy enfadada llamé al sr Braun el director del banco:
-Sr. Braun, esto no puede seguir así- le dije-.
- ¿Qué quiere decir Srta. Swanson?.
-Hace menos de una hora se hizo un ingreso de 1000 dólares en mi cuenta y ahora me dicen que no hay saldo en esta cuenta.
-Srta. Swanson, es cierto lo del ingreso de 1000 dólares pero le recuerdo que tenía un saldo negativo de 800 dólares, además usted acaba de hacer unas compras en Cartier por más de 500 dólares...... CONTINUARA.
Finalemente fui humillada en el restaurante. Vino el dueño y me dijo que no volviese más pues, no les interesaba clientes como yo. Que poco compresivos fueron conmigo.
Salí del Goumet's Restaurant y fui deambulando por las calles de Chicago sin rumbo fijo. Luego pensé, pensé y volví a pensar. Necesitaba un empleo para salir de esta situación. De esta forma demostraría a la tia Catherine que soy capaz de vivir por mi cuenta.
Primeramente me fui a la ofina del paro pero cuando llegue habían unas colas de gente terribles. Yo empecé a marearme con tanto gentío y vulgaridad por lo que mi reacción fue el desmayo.
Más tarde cuando volví en si, me antendió un funcionario casposo y desaliñado.
-Bien; srta. Swanson. ¿Usted que sabe hacer?
-Yo le contesté que había trabajado para el mundo de la moda y la publicidad.-El funcionario me contestó que no le constaba ningún contrato de trabajo en mi vida laboral-.
-De todas formas tengo una oferta laboral que podría ser adecuada para usted-
-Dígame. -le dije espectante-.
-Como me dice usted que ha trabajado en el mundo de la moda, aquí tengo un empleo de dependienta en una tienda de ropa.
Yo en tono ofendido respondí: ¿Usted sabe de mi linaje? Si se enterase mi familia y mis amistades que trabajo en una tienda de ropa...... No sé que dirían. No tiene ningún empleo de diseñadora de moda o de asesor de imagen.
-De momento, es la única oferta laboral que tengo para su perfil -respondió-.
-Tengo una situación económica bastante delicada y necesito un empleo. No tiene otra oferta laboral aunque sea en otro sector.
Me dijo que en el Royal Bank tenían una oferta de trabajo.Recuerdo que me dio unos impresos.
-Cuando llegue usted al banco pregunte por el señor O'Connor y entréguele estos impresos. Este señor le informará de todos los detalles del empleo.
-Salí muy ilusionada de la oficina del paro y me dirigí al Royal Bank. CONTINUARÁ.
Resultó una odisea llegar al Royal Bank en East Avenue. Me tocó coger el metro pues no tenía ni para un taxi. En el metro pasé un rato muy malo y me desmayé porque íbamos como sardinas en el vagón y aunque había perdido el conocimiento los demás pasajeros me aguataban en pie. Recuerdo que bajé en Wellinton Road y tuve que ir andando hasta la East Avenue. Cuando llegué a la entrada del banco me dirigí a una de las cajeras, que por cierto iba vestida horiblemente pues se había atrevido a mezclar un traje de Taylor's con un bolso D&G. Algo que para cualquier persona que sepa algo de elegancia es absolutamente antogónico.
-Buenos días; soy la Srta. Swanson y desearía hablar con el Director del banco.
-La malvestida empleada me dijo:-pero tiene usted una cita con el con el Sr.Sttaford.
-Yo le dije que a mi no me hacía falta tener una cita con el director del banco para que me atendiera personalmente. Además le dije que debería saber que el director del banco se llamaba Mr. O'Connor.
La empleada del banco en tono cada vez más vulgar me dijo que el Sr. O'Connor era el jefe de las limpiadoras del banco.
-No se preocupe Srta. Swanson ahora mismo llamo al Sr. O'Connor para que hable usted con él.
Tras 10 minutos de espera, bajo un hombre de facciones vulgares y sin una pizca de elegancia.
-¿Es usted la Srta. Swanson? -Me preguntó.
-Sí señor -respondí yo.Y le entregué los impresos que me habían dado en la oficina del paro.
-Veo que no tiene usted experiencia en este tipo de trabajo.
-Yo apresuradamente le contesté que ese no era un problema insalvable pues, podría adaptarme rápidamente.
-Bueno. -Dijo el Sr. O'Connor, vamos a darle un tiempo de prueba y si realmente se adapta usted al trabajo..... ya hablaremos.
De todas formas quiero advertirle que el salario será de 790 dolares y se trabaja los sábados por la mañana.
Yo me quedé un poco perpleja pues nunca había trabajado en sábado, sin embargo no dije nada pues, el sueldo me pareció bastante bien, serían 3160 dólares al mes según deducía de lo que me había dicho el Sr O'Connor.
Recuerdo que me comentó si quería empezar hoy mismo.
Yo le contesté que hoy no podía ser pues tenía que solventar algunos asuntos.
Entonces mañana a las 7 horas venga usted y el planta 5ª pregunté usted por la Sra. Guadalupe Sanches.
-Encantado de haberla conocido y hasta mañana srta. Swanson. -me dijo aquel hombrecillo a la vez que esbozaba una sonrisa que dejaba ver una dentadura horrible manchada de tabaco y café.
-De acuerdo, le di la mano y me marché.
Una vez en la calle me di cuenta que no tenía ropa para ir al nuevo trabajo, además me hacían falta unos zapatos de tacón alto pues eso daba mucha elegancia y de esta forma todos los compañeros de trabajo se quedarían preplejos con mi saber estar y mi elegancia. Me fui directamente a Traviano's Complements en busca de unos zapatos y algún traje tipo ejecutiva que fuese con mi nuevo trabajo. CONTINUARÁ.
Recuerdo que estuve toda la noche sin dormir pensando en que ponerme al día siguiente para ir a trabajar. Me había comprado unos zapatos preciosos con un tacón impresionante que realzaba mi figura, pero no sabía si combinarlos con un vestido de Sergio Turino verde de seda o el beig.
Cuando sonó el despertador a las 6 de la mañana recuerdo que no podía levantarme de la cama. Me vino a la cabeza la canción esa tan famosa de Mechano Group titulada "Today I can't wake up"
salí de casa casa y me llamo la atención que todavía era de noche a las 7 de la mañana.
Francamente y modestia aparte iba vestida muy elegante, era discreta pero al mismo tiempo distinguida. Llegue al Royal Bank sobre las 07:45 horas. Pregunté por la Sra. Guadalupe Gonzales y cuando llegué y me presenté, lo primero que me dijo Guadalupe fue: Aquí se entra a las 7 de la mañana.-Me dijo de forma bastante descortés.
Yo pensé que no era para tanto pues eran las 07:45 h pero claro de una persona así poco más se podía esperar pues, Guadalupe Sanches era muy pero que muy vulgar. Era tan vulgar que llevaba una bata azul y unos guantes de goma. Recuerdo que me acompañó a una especie de almacén maloliente y me dijo: Esta es tu herramienta de trabajo.
Cuando miré; la mencionada herramienta era como una especie de carrito de ruedas con cubos de agua, escobas y mopas.
Yo no entendía muy bien como funcionaba ese carro y por supuesto todavía menos los accesorios que llevaba.
Instantes después me di cuenta que me habían contratado como limpiadora. A una Swanson.
Yo insistí en que había un malentendido y quería hablar con director del banco, pero Guadalupe se reía y me acompañó a unos escusados masculinos del banco y me dijo: Aquí tienes Reina, cuando termines aquí ves al pasillo principal y empiezas desde los ascensores hacia la salida.
Cuando entré en el escusado masculino hacía un hedor insoportable a orín y defecaciones masculinas. Cual fue mi sorpresa al levantar la tapa de uno de los váteres que me eché hacia atrás poniendo la mano en la boca para no vomitar. Después de este incidente al parecer los efluvios de la lejía me causaron un malestar generalizado cayendo en redondo al suelo. CONTINUARÁ.
Tras este incidente, recuerdo que era la comidilla entre todos los empleados del banco. Se oían comentarios del tipo: 'Han contratado a una limpiadora que dice que es modelo'. Finalmente; en esta ocasión me llamó el director del banco diciéndome que quiza no fuese del todo la persona indicada para ese tipo de trabajo.-
Yo pensé que finalmente me iba a ofrecer un buen puesto a la altura de mi standing, pero no fue así, se limitó a decirme que iban a contratar a otra señorita como limpiadora pero que no me preocupara pues si necesitaban a alguien de características no dudarían en llamarme. Memos mal, alguien que si que había visto en mí a una persona capaz de ocupar altos cargos.
Al salir del banco me dirigía hacia casa cuando recordé el funcionario que me había dado esa oferta de trabajo. De pronto cambié el rumbo y me dirigí a la Oficina del paro. Cuando llegué a la oficina me dirigí al funcionario y le dije que no tenían vergüenza al dar esos empleos tan indignos a los parados. Recuerdo que habían más parados y empezaron a alborotarse.
-Tienes razón decían, esto es un engaño y lo único que hacen es darnos empleos malos. De pronto el resto de parados en la oficina empezaron a protestar y momentos después aquello parecía una batalla campal. El mobiliario de la oficina iba por los aires. Por todos sitios se empezó a corear ¡Queremos un Empleo Digno¡ ¡Abajo el capitalista¡ Momentos después vino la policía y cargo contra todos los que estábamos en la oficina. Recuerdo que un empleado dijo a la policía que había sido yo la que había alborotado a todos y que finalmente los había incitado a la rebelión. Por lo que la policía me esposó y me llevó a comisaria. Una Swanson en el calabozo. CONTINUARÁ.
Recuerdo la noche que pasé en el calabozo de Mountain Chainned. A la mañana siguiente vino tía Catherine con su abogado. Recuerdo que me dijo: ¿En que lio te has metido ahora? Yo le dije que no sabía que había ocurrido.Me preguntó que si ahora me había vuelto revolucionaria.
Al rato vino un policia fornido y varonil y me abrió la puerta de la celda. Yo al principio pensé que venía a violarme pero me dijo:
-Srta. Swanson puede usted marcharse pues han pagado la fianza de 20.000 dólares.
Conforme iba saliendo del calabozo oía unos gritos de la muchedumbre que venían desde la calle. Cuando abrí la puerta de la oficina del sheriff Madoc. fue como un estruendo de flashes de cámaras. La calle estaba llena de periodistas y la muchedumbre gritaba: Esa Sally, esa Sally, eh, eh. Incluso leí una pancarta en dónde ponía: Sally for President.
Yo no entendía lo que estaba ocurriendo, cuando de pronto vino un periodista micrófono en mano y me pregunto.
-Srta. Swanson, después de su reivindicación laboral ha decidido usted seguir adelante con este asunto de la precariedad y mala calidad de los empleos.
Yo no entendía muy bien lo que me estaba preguntando y contesté que llegaría tan lejos dónde hiciese falta.
Al oir esta respuesta toda la muchedumbre empezo a vitorearme y a gritar mi nombre. Incluso había un hombre subido a una plataforma con los brazos abiertos y mirando al cielo que gritaba Thank you Lord You sent us Sally for salvation.
Recuerdo que me llamó la atención que no hubiese ningún periodista del Vogue.
Después vino otro periodista y me pregunto:
¿Qué opina de los Expedientes de regulación de empleo que ha realizado el grupo 'We sell all very expensive' y todas sus filiales.De pronto me vino a la cabeza que una vez me compré un cepillo para el pelo de este grupo empresarial y me estropeo el pelo dejándomelo encrespado por lo que yo contesté:
-No estoy de acuerdo con los criterios de este grupo.
Recuerdo que todo el mundo se puso en pie y se alborotó aún todavía mas la muchedumbre gritando. Sally, Sally our new hero¡
Srta. Swanson por favor; que opina de la política bancaria de finqanciación de los bancos de este país.
De pronto me vino a la cabeza lo de la tarjetas de crédito y lo del empleo de limpiadora en el Royal Bank. Hay que hacer algo esto no puede seguir así, los bancos nos tratan como a borregos.
La muchedumbre empezó más si cabe a gritar mi nombre, incluso hubo un grupo de parados que empezaron a pedradas con las lunas del South Bank. Luego empezaron a incendiar los contenedores y el mobiliario urbano que había por la zona. CONTINUARÁ.
Recuerdo la noche que pasé en el calabozo de Mountain Chainned. A la mañana siguiente vino tía Catherine con su abogado. Recuerdo que me dijo: ¿En que lio te has metido ahora? Yo le dije que no sabía que había ocurrido.Me preguntó que si ahora me había vuelto revolucionaria.
Al rato vino un policia fornido y varonil y me abrió la puerta de la celda. Yo al principio pensé que venía a violarme pero me dijo:
-Srta. Swanson puede usted marcharse pues han pagado la fianza de 20.000 dólares.
Conforme iba saliendo del calabozo oía unos gritos de la muchedumbre que venían desde la calle. Cuando abrí la puerta de la oficina del sheriff Madoc. fue como un estruendo de flashes de cámaras. La calle estaba llena de periodistas y la muchedumbre gritaba: Esa Sally, esa Sally, eh, eh. Incluso leí una pancarta en dónde ponía: Sally for President.
Yo no entendía lo que estaba ocurriendo, cuando de pronto vino un periodista micrófono en mano y me pregunto.
-Srta. Swanson, después de su reivindicación laboral ha decidido usted seguir adelante con este asunto de la precariedad y mala calidad de los empleos.
Yo no entendía muy bien lo que me estaba preguntando y contesté que llegaría tan lejos dónde hiciese falta.
Al oir esta respuesta toda la muchedumbre empezo a vitorearme y a gritar mi nombre. Incluso había un hombre subido a una plataforma con los brazos abiertos y mirando al cielo que gritaba Thank you Lord You sent us Sally for salvation.
Recuerdo que me llamó la atención que no hubiese ningún periodista del Vogue.
Después vino otro periodista y me pregunto:
¿Qué opina de los Expedientes de regulación de empleo que ha realizado el grupo 'We sell all very expensive' y todas sus filiales.De pronto me vino a la cabeza que una vez me compré un cepillo para el pelo de este grupo empresarial y me estropeo el pelo dejándomelo encrespado por lo que yo contesté:
-No estoy de acuerdo con los criterios de este grupo.
Recuerdo que todo el mundo se puso en pie y se alborotó aún todavía mas la muchedumbre gritando. Sally, Sally our new hero¡
Srta. Swanson por favor; que opina de la política bancaria de finqanciación de los bancos de este país.
De pronto me vino a la cabeza lo de la tarjetas de crédito y lo del empleo de limpiadora en el Royal Bank. Hay que hacer algo esto no puede seguir así, los bancos nos tratan como a borregos.
La muchedumbre empezó más si cabe a gritar mi nombre, incluso hubo un grupo de parados que empezaron a pedradas con las lunas del South Bank. Luego empezaron a incendiar los contenedores y el mobiliario urbano que había por la zona. CONTINUARÁ.
Recuerdo que cuando llegue a mi apartamento estaba aturdida y sin saber realmente que es lo que estaba ocurriendo. Puse las noticias y mi imagen salía en todas las cadenas de televisión. -en todas se hablaba de la nueva figura "La Defensora de los Parados Sally Swanson". El teléfono sonó y cuando me puse....
-¿Srta. Swanson?
-Soy el Gobernador y tendría mucho interés en hablar con usted.
Yo al darme cuenta que era el gobernador estuve apunto de desmayarme, pero hice un esfuerzo para no hacerlo y concerté un appoinment para por la tarde en el Gobernor's Palace.
Me dirigía a la toillette pues tanta emoción junta parece que me había descompuesto el cuerpo y todavía no había llegado al baño cuando el teléfono sonó de nuevo.
-Srta. Swanson al habla ¿Dígame?.
-Srta. Swanson somo del programa Looking for the True, y deseariamos mantener una entrevista con usted.
-Yo pensé para mis adentros: Si esto sigue sigue así voy a tener que con contratar a un representante.
Recuerdo que quedé el día siguiente para una entrevista en la KMW Television.
Mi primer impulso fue ir a comprarme ropa para lucirla tanto con el Gobernador como en la entrevista de la tele, y pensé en ir Trapiano's para actualizar mi vestuario. Cuando bajé al portal del edificio y salí a la calle, de nuevo, una tormenta de flashes y un ejército de periodistas que se avalancharon sobre mí.
-Srta. Swanson ¿Va a presentarse a Senadora en las próximas elecciones?
-Srta. Swanson ¿Tiene usted intención de hacer un manifiesto a favor de todos los parados edel país?
-Srta. Swanson ¿Qué hay de cierto en su relación con la superestrella de Hollywood Kevin Main?
Yo ante tanta pregunta y tanto gentío empecé a marearme , cayendo en redondo al suelo.
CONTINUARÁ.
Una vez consegui recuperar el conocimiento después del asedio de los periodistas, me di cuenta que no tenía nada que ponerme para ir a la invitación del Gobernador, ni para la entrevista de la televisión.
A decir verdad; esto me inquietó bastante, por un momento me imaginé que llevaba el mismo traje tanto para la entrevista del Gobernador como para la televisión y que todo el país al verme se daba cuenta que había repetido el vestido. Me dirigí a la Wasting Avenue para ver algunos trapitos que ponerme.
Finalmente me compré tres trajes, cuatro pares de zapatos y un bolso.
Puntualmente, como me habían dicho a las 18 horas pasó un coche oficial por mi apartamento y me recogió para llevarme a la casa del Gobernador Hampton.
Llegamos a una casa estilo imperial a las afueras de Chicago en Rith's Council. Era un barrio residencial de alto standing. A la entrada de la casa del Gobernador Hampton estaba una sirvienta esperando mi llegada. He de reconocer que me llamó la atención el uniforme de la sirvienta. Cuanto tiempo hacía que no veía al personal de servicio con el uniforme almidonado. Recuerdo que tia Catherine hacia especial mención de las grandes cantidades de almidón que gastaba en los uniformes del servicio.La verdad que hoy en día es muy difícil encontrar este toque de distinción en las sirvientas.
-Buenas Tardes. Srta Swanson.
-Yo no respondí por supuesto y le dí mi abrigo de astracán.
-El Gobernador Hampton le atenderá enseguida srta. Swanson.
La sirvienta me llevó a una librería grandisima, diciéndome:
-¿Desea tomar algo srta. Swanson?
- Le pedí que me trajese limonada.
Al momento regresó la sirvienta con una botella de plástico en la que ponía Limonade self. Al ver esto enseguida le comenté que la quería natural pues era alérgica a los conservantes de las bebidas embotelladas.
Parece ser que esto último no sentó muy bien a la sirvienta.
Claro tendría que ponerse a exprimir limones para hacerme una limonada natural. Pero le insistí de forma un poco más autoritaria para que me trajese la bebida requerida por mi. Menos mal que tengo experiencia en esto de tratar al servicio doméstico y conozco perfectamente la forma en la que hay que tratar a este tipo de personas.CONTINUARÁ.
El Gobernador Hampton era uu hombre mayor pero atractivo, las facciones de su cara eran finas y sus modales eran de lo más exquisito.
-Buenos días Srta. Swanson, es un placer conocerla.
Yo le di la mano y enseguida nos fuimos a su despacho para hablar de negocios.
Me comentó que si podía hacer algo por mí. Yo no entendía muy bien lo que quería decirme pero asentí y seguimos con la conversación.
Yo no entendía nada de lo que me decía pues hablaba únicamente de datos económicos y tasas de parados en el estado. Recordé cuando estuve en un colegio suizo en mi infancia que me daban clases de economía, pero como la profesora Frau Schuler no me caía bien, nunca presté atención a sus clases.
Finalmente sacó un cheque de su cartera y me dijo:
-Esto es para usted si se decide a colaborar con nosotros.
Sin entender nada, cogí el cheque y cuando vi escrita la cantidad de 3.000 dólares, le contesté: "Estoy de acuerdo".
-Parece que usted y yo nos entendemos a la perfección, ya vera como hacemos algún negocio más de este tipo.
Parece ser que tenía que persuadir a los trabajadores de realizar una concentración prevista para el día siguiente en Dare's Road.
Yo le prometí que estuviese tranquilo pues, esa manifestación no iba a tener lugar.
Bien srta. Swanson. Cualquier cosa que necesite ya sabe dónd e encontrarme. Ha sido un placer tratar con usted.
Yo me despedí con mi habitual educación.
Automáticamente me dirigí al banco para hacer efectivo el cheque que me había dado el Gobernador. Cogí los 3.000 dólares y esa misma mañana me los gasté en Harold's. Me hacía mucha falta comprarme ropa. CONTINUARÁ.
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