El pasado jueves comenzó de improvisada manera mi particular romería gripal. Mi mucosidad se hizo fuerte en mi delicado aparato respiratorio al tiempo que un desasosegante dolor de todo y de nada se aferraba con fuerza, cual radical ocupa, en mi ya ajado cuerpo.
Para el viernes mi organismo más que ocupado estaba completamente invadido por legiones de virus perfectamente organizados que al grito de “Al ataquerrr” se lanzaron raudos a vivir una nueva aventura aunque fuese en forma de acuosa flema.
Asumido mi fracaso en la batalla, decidí acudir al hechicero de la tribu en busca de un fármaco que mitigase en la medida de lo posible mis dolencias. Después de ofrecer al doctor una espectacular abertura bucal, y de vivir ese momento tan absurdo de exploración con palito de polo incluido, en el que entre otras cosas quedó patente lo bien cuidada que tengo la dentadura tras mis últimas visitas al odontólogo, el médico tuvo a bien premiarme con un bonito y surtido abanico de recetas.
De entre todas ellas, la estrella sin duda el antibiótico. En esta ocasión, mi medico se decantó por un clásico, el Augmentine, que ni que decir tiene me sentó como una patada en el estomago, y que tuve que sustituir al día siguiente por uno de ultima generación, faltaría más….
Ya por la tarde mi cuerpo empezó a caer rendido bajo los primeros efectos febriles hasta caer rendido en el sofá del que solo me levanté horas mas tarde para irme a la cama. Me hubiera gustado adoptar una postura algo más glamourosa. Recrear quizás la agonía de una Dama de las Camelias, un poner….
Pero ya se sabe que la realidad esta exenta de glamour, al menos la mía, y sobre todo en estas pésimas condiciones.
Tendido, o mejor tirado en el sofá en un estado de semi-inconsciencia mientras la televisión escupía sin piedad imágenes del Sálvame de luxe y servidor con cerca de 39 de fiebre intentaba alcanzar sin éxito el mando a distancia.
Así de esta guisa permanecí casi 4 horas. Cuatro horas en las que llegue a perder la noción de la realidad entre gritos de colaboradoras del corazón psicóticas y presentadores con ínfulas de vedette televisiva.
De repente una gran luz inundó la sala. Abrí los ojos con dificultad y allí estaba ella. Una aureola divina coronaba su rostro mientras con la mano derecha sobre mi frente, comprobaba con dulzura si me había bajado la fiebre.
Con dificultad mis resecos labios solo pudieron pronunciar dos palabras:
- Gracias Belén.
Ella, con los ojos en blanco, como solo la Esteban sabe poner me contestó:
- Yo por el Dr. Magenta Ma-To…..
15 comentarios:
dr. su escrito es digno de un gran escritor...de una fiebre surge una historia que te acerca a lo cotidiano, a la vida
La historia es muy bonita, pero me veo reflejado en ella, me pasa todos los años cuando empiezan a poner el aire acondicionado.
la fiebre crea monstruos...y la television tambien ¿vale?
tu sistema inmunitario es penoso. y belen esteban tiene mucho que ver, tus sensibles defensas te abandonan apenas te recreas en el fabuloso mundo de ana rosa...
yoco oño
Pero como puedes decir eso? Yo no me recreo con belen esteban en el fabuloso mundo de ana rosa, NUNCAAA... lo hago en el fabuloso mundo de jorge javier vazquez....
Saaaaaalvameeee
Siento lo de la gripe, pero el relato me ha encantado.
Por cierto ¿no le cansa Jorge Javier?, siempre con sus mariconadillas, risitas, interrupciones, complejos de feo/famoso, no sé, no me gusta. Y anda que los colaboradores... menudo nivel. Que si, que son graciosos, pero para un rato corto.
Cuídese Doctor.
se llame como se llame y lo mires por donde lo mires... es todo una MERDE...
El Truli.
Hola julia y bienvenida de nuevoo por aki.... la gripe mejor aunque persiste la tos (tabacuna tus que le vamos a hacer)Me3 gustan los programas que no me exigen demasiada atencion ni dedicacion y que incluso me invitan a una siempre gratificante siesta....
me encanta ese espiritu tan tuyo, tan vitalista, tan "il vit la vie"...no te hacia yo tan afrancesado Truli, yo te situaba mas abajo, mmucho mas abajo...
Yo para la siesta suelo ver documentales de animalitos, comiéndose unos a otros o mejor viendo un partido de tenis ahora que ponen muchos.
Yo es que si no oigo gritos y gente insultandose no me duermo, que le vamos a hacer....
jajajaja muy bueno Doc tu forma de transformar la realidad más cotidiana en algo de gran impacto humorístico me fascina, que grande!
Salvador Gil
El gran meritoes sabercontarhistorias sin haberlas vivido. Creo que necesito de la realidad paracrearficcion...
Uf!!! Cada uno saca la inspiración del lugar más insospechado, a mi tus ideas a pesar de estar sacadas de la realidad me parecen de lo más insólitas. Ah! y se me olvidaba, como ya t dije el final es desternillante, como me pude reir... Yo por otro texto como este Ma-To!!!!
Salvador Gil
Es que la television tambien crea monstruos por cierto acabo de recordar que para la proxima cita la cosa va de monstruos y de terror...
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