Fiebre del sabado noche

Quiso el azar o el destino que se yo, que esta noche del sábado en la que en teoría servidor celebraba su pasado cumpleaños, haya terminado cenando solo en casa mientras la televisión escupía coure y en la calle una verbena amenizaba el cotarro.
Ni que decir tiene que he acabado por saberme de memoria la discográfica completa de Bisbal. Mención aparte merece el típico rollo disco móvil popular. Un par de tíos pinchando en una furgoneta travestida de árbol de navidad mientras grupos reducidos de personas mueven la pierna al compás o descompas de la música y apuran sus cubatas de garrafón. El panorama desolador….
Hemos retrasado la celebración de mi cumpleaños a la semana que viene pero yo casi estoy por anular la celebración que para algo estamos en crisis y que cojones que lo de cumplir años cada vez me hace menos puta gracia. Lo cierto es que yo que me las prometía y deseaba con este sábado cumpleañero ha terminado de forma muy tosca, con este que escribe anulándose para no terminar digerido por La Noria, al tiempo que imposibles melodías se abrían paso a empujones en mi aparato auditivo, que cruz…
En una de las pausas del magazín, he acabado tras un intempestivo zapeo en un canal temático de cine viendo la película de Brian de Palma “Carrie”, con aquella adolescente con poderes paranormales y esa madre tremenda, es una película que supura pop por todos sus poros. Después de breves minutos he decidido que una película como “Carrie” no iba precisamente a animar mi desafortunada noche por lo que de vuelta al zapeo he terminado viendo una de esas películas que uno nunca se cansa de ver “Una noche en la opera” de los hermanos Marx. MI favorita sin duda. La he puesto en ese momento Harpo tremendo y unas vez mas he sucumbido al encanto de los Marx. Han devuelto mi sonrisa en una noche que se me hacia bola. Incluso en ese momento cortarollos total de sus películas en el que demuestran sus dotes musicales al piano o al arpa como Harpo. Son escenas que cortan totalmente con el tempo del film, de repente un plano cuidadísimo generalmente en contrapicado de harpo ya con la mano en las cuerdas del instrumento y un rictus ceremonial, melancólico. Aun así las pelis de los Marx son maravillosas, la pareja romántica protagonista del fims al uso, pues todas tenían como trama principal una ñoña historia de amor y un par de canciones tremendas. Los doblajes al español, fantásticos. NO podría escuchar a los Marx de otra manera, y los secundarios con esa voces de doblaje viejunas espectaculares. Amo a los Marx. He acabado asistiendo a la gala operística del salvaje trío y una vez mas me he vuelto a reír con los mismos gags.
He terminado la noche subiendo a La Noria y asistiendo con desgana a un absurdo duelo dialéctico entre tertulianos que se suponen de altura y ex-novios de pseudos-famosa arrepentidos y con pasado en el porno. Demasiado para una noche casi mejor que me sumerjo en un canal música-dance para hacerle la competencia a la disco-móvil. Tendran mas watios pero a moderno no me ganan. Menos mal que la verbena electrónica ha sido puntual y a las 2 ha cesado de gélida manera y servidor ha aprovechado para quitar el canal dance y sumergirse en el sonido del tecleo de mis dedos sobre el teclado del ordenador….. Rompiendo el silencio de la noche, de una noche menos mala de lo que yo había pensado en principio….