Capítulo 001
Harry me miró a los ojos, era una mirada llena de lujuria. Yo que había sido educada en la mas estricta de las disciplinas, para no caer en tentaciones lividinosas, no pude resistir la profundidad de su mirada.
Harry me miró a los ojos, era una mirada llena de lujuria. Yo que había sido educada en la mas estricta de las disciplinas, para no caer en tentaciones lividinosas, no pude resistir la profundidad de su mirada.
Después cogió mi mano y me dijo: "Te amaré siempre" yo me sentí turbada y un calor sofocante recorria todo mi cuerpo desde lo smás porfundo de mis entrañas.
Sally me dijo él. Nunca había conocido a una mujer como tú. Yo no quería hacer caso, pues siempre me habían dicho que no me fiase de los hombres, pero con Harry era especial.....
De repente allí nos encontrabamos los dos Tom y yo. Después de mi desengaño amoroso con Edward ya no podía confiar en ningún hombre más. Tom me miró fijamente a los ojos, y me dijo: Tú eres a quien verdaderamente yo quiero. Yo no quería creerle pues la noche anterior le había visto con Nely a la entrada del hotel y parecía que tenían un conversación muy divertida. Esa mujer que utilizaba a los hombres y cuando ya no le intesaba prescindía de ellos. yo le dije: Eso seguro que se los has dicho a Nely también. De pronto se empezó a desabrochar la camisa y en el pecho llevaba mi nombre tatuado. Al ver esto yo no pude resistirme y me dejé llevar. Me cogió en brazos y me llevo hasta la cabaña del rio. Yo me desmayé pues esto era demasiado para mi, sus brazos eran fuertes como el acero. Cuando llegamos a la cabaña me dejo con gran delicadeza en el sillón que habia a la entrada de la cabaña y me dijo: Espera aquí hasta que vuelva............... pero no volvió. Días después me enteré que se había fugado con Nely a Nuevo Mejico para empezar desde cero. Yo me desmoroné al saber la noticia y me prometí que nunca más sería engañada por ningún otro hombre
Recuerdo que desperté sobresaltada al despuntar el día. Allí estaba yo en el viejo sillón de la cabaña junto al río. Al verme sola recuerdo que empecé a ponerme nerviosa. La cabaña distaba 400 metros del hotel. Menos mal que cerca había un leñador cortando unos árboles. Me acerqué a él y le pregunté cual era el sendero que llevaba al hotel. El leñador que era un tipo fornido me indicó cual era el camino con aparente amabilidad. Pero yo que sé mucho de hombres vi en su mirada la lujuria de ver a una joven dama indefensa en medio del campo sola y desvalida, llevaba un mono de trabajo y tenía la cremallera del pecho bajada, por lo que se dejaba ver un pecho velludo. Yo salí de inmediato por el sendero que me había indicado hacia el hotel. Durante el camino oí un ruido extraño entre unos arbustos a la vera del camino. Pensé; el leñador que viene siguiéndome. Aceleré el paso pero cual fue mi torpeza que con los nervios de verme sola y desamparada tropecé con una piedra del camino y caí al suelo. Recuerdo que tenia un dolor insoportable en la pierna. Intenté mirar si me habÍa hecho herida y cuando miré y vi un rasguño en mi pierna derecha del cual salía sangre... no pude remediarlo y me desmayé.
Capítulo 002
Recuerdo que desperté en lahabitación del hotel. El Sr. Madoc el jardinero me había encontrado tirada en el camino me recogió y me llevo al hotel. Me incorporé como pude de la cama y fui a la cómoda dónde guardaba mis joyas. Cuando abrí el cajon un sobresalto recorrió mi cuerpo al ver que las joyas no estaban. Incluso el collar de diamantes que me había regalado un jeque árabe.
Salí corriendo de la habitación pidiendo socorro al ver que las joyas habían desaparecido. Ahora comprendo porqué Tom me había llevado a la cabaña junto al rio, así mientras tanto podia desvalijar mi habitación y llevarselo todo. Salí corriendo al pasillo gritando sin querer al salir tan precipitada de mi habitación, tropoecé con otro cliente del hotel.
-¿Qué le ocurre seórita? preguntó el caballero.
Cuando me volví me di cuenta que era Fred Malcom un financiero riquisimo de Nueva York. Me habían hablado mucho de él aunque yo no lo conocía personalmente aunque me habían dicho que era un soltero muy solicitado. Se acercó a mi y cuando me miró a los ojos con su penetrante mirada... no pude remediarlo y me desmayé.
Desperté de nuevo en la habitación. Vi a un hombre muy distinguido en mi habitación que llevaba una bata blanca, era el Dr. Home que había venido a reconocerme pues lo habían llamado del hotel. Me pidió que me desnudase para reconocerme, a lo que me negué rotundamente. El Dr. Home me dijo que era un reconocimiento rutinario y que no tenía más importancia pero yo veía que lo único que quería el dr. es verme desnuda estoy segura. De pronto el pánico se apoderó de mi al ver como cargaba una jeringuilla. Yo forcejee para que no me pinchase pero el Dr. Home me indicó que era por mi bien. Finalmente me inyectó no sé que y entré en un profundo sueño.
Capítulo 003
Desperté sobresaltada en la cama con un dolor de cabeza impresionante. Era como un martilleo continuo en mis sienes debido a la inyección que me había administrado el Dr. Home. No sabía cuantos días había estado durmiendo, solo sabía que eran las 4 de la mañana. Salí del dormitorio y me dirigí a la cocina del hotel pues tanta emoción junta me había abierto el apetito. Llamé en la puerta de la cocina pero nadie contestó. Me di cuenta que estaba abierta y entre en la cocina, cuando me disponía a comer algo, oi un ruido en el cuarto de los pinches de cocina. No sé como pero saqué valor y entreabrí la puerta para ver lo que pasaba. Fue horrible la imagen que vi. Estaban dos pinches con una de las camareras haciendo el acto sexual. En ese momento estaban haciendo lo que vulgarmente se llama un Sanwich. Yo no daba crédito a lo que veia. Intenté huir pero estaba como paralizada y mi cuerpo no respondía. Ahí me quede sin poder moverme y viendo una escena que me provocaba un calor que nacia desde dentro de mi ser y se extendía por todo mi cuerpo. Intentaba incorporarme pues me había agachado para que no me viesen pero todo intento era inutil, no podía moverme de lo traumatizada que estaba. Aunque lo peor vino luego cuando ambos pinches eyacularon sobre la cara de la camarera. Esto ya me hizo reaccionar y es cuando me desmayé.
Capítulo 004
Capítulo 004
Aquel día me había levantado agotada por todas las experiencias que había vivido en mis propias carnes los días anteriores. Recuerdo que baje muy pronto al restaurante del hotel para desayunar. Cuando estaba deleitándeome con una especie de panecillos llenos de aire. De pronto una voz varonil a mi espalda me deseaba muy buenos días.
Era Fred Malcom con quien días antes em había encontrado en el hall del hotel.
Buenos dias contesté yo.
Le importa si me siento con usted srta. Higgins. Yo por supuesto asentí para que se sentara. Tuvimos una conversación muy agradable. Él me hablaba de anécdotas de sus viajes. Me dijo que esa misma tarde había un mercadillo en Leisure Village, un pueblo cercano al hotel. Yo no lo pensé dos veces y le dije que estaría encantada de ir al pueblo con él......
Recuerdo que estuve toda la mañana alisándome el pelo y pintándome las uñas para tener un aspecto radiante por la tarde.
Cuando llegamos al pueblo había muchísima gente en el mercadillo. Yo comencé a encontrarme mal con tanto gentío. Todo eran empujones, la gente estaba como enajenada comprando compulsivamente. Finalmente vi unos abalorios que me gustaron mucho y los compré. Bueno me los compraron pues cuando fui a pagar me di cuenta que me habían robado el monedero. Menos mal que Fred me pagó las compras. Tuvimos que ir a la comisaría del pueblo a denunciar el robo pues también me habían robado la documentación y las tarjeta s de crédito. REcuerdo el agente O'conell me atendió muy amablemente. Sin lugar a dudas quedó prendado de mi y es por ello por lo que me atendió con tanto tesón. Luego volvimos al hotel paseando, a mitad del camino paramos y nos sentamos junto a un roble grandisimo que había en el camino. Yo pensé que en ese momento Fred iba a besarme, pero no fue así. Después cuando llegamos a mi habitación también pensé que me besaría o que querría entrar a la habitación, ya se sabe somo son los hombres, pero tampoco intentó nada. Cuando cerré la puerta de mi habitación pensé: "Aun quedan hombres como Dios manda" Fred Malcopm era todo un caballero por no haber intentado aprovecharse de una chica indefensa como yo.
Capítulo 005
Esa mañana me levanté con una jaqueca terrible y una cara que daba espanto. Me puse frente al espejo e intenté restaurar mis ojeras pues esa misma mañana había quedado con Fred Malcom para ir a Sunset Lake. Era un lago cercano y habiamos decido ir a pasar el día allí. Cuando estaba frente al espejo pense... si Fred me viese así seguro que saldría corriendo. Me puse mi crema de cafeína antiojeras. Al momento alguien llamó a la puerta de mi habitación, era el recepcionista que tenía un recado para mi. Me dijo que el señór Malcom había tenido que salir urgentemente por un tema de negocios. Lo primero que paso por mi cabeza es que se había ido con otra. Ya se sabe los hombres los promiscuos que son. Aun así decidí ir yo sola a Sunset Lake. Menos mal que hacía dos días había alquilado un automovil en la surcursal de Leasing Car que había en el pueblo. Bajé al comedor del hotel y tuve un desayuno de nuevo con esos bollitos que estaban llenos aire......
El sonido del timbre de la puerta me despertó sobresaltadamente. Fui a la puerta y miré quién era. Era el inspector Harold. De repentoe me acordé que al estar yo tan afectada con lo del robo de mi apartamento, me dijo que pasaría por la tarde para recoger datos del incidente del robo. Me miré al espejo y estaba horriblemente demacrada.
-Sr. Harold, espéreme bajo. en un momento bajo.
-De acuerdo señorita Sally, ¿Se encuentra bien?.
-No se preocupe por mi que enseguida bajo.- contesté-
Apresuradamente me metí en el tocador e intenté reparar mis ojeras, después peine mi precioso pelo que estaba revuelto al haber estado durmiento.
Acabamos tomando un café en Giovanno's Bar. Le conté al inspector Harold que había estado pasando unos días de vacaciones en Sunset Lake y que al volver a Chicago me había encontrado el piso patas arriba.
Recuerdo que me preguntó si tenia en el apartamento alguna cosa de valor que hubiera echado en falta. Le dije que no solía tener nada de valor en el apartamento pues, tenía una caja de seguridad alquilada en el Central Bank y depositaba ahí todos los objetos de valor. Aunque para mis adentros pensé que en la situación económica en la que estaba pocas cosas podía dejar en la caja de seguridad.
Capítulo 006
Una vez acabé la conversación con el inspector Harold, después de un sinfín de preguntas. Recuerdo que para quitarme el malestar que tenía me fui de compras. Cual fue mi sorpresa que al pagar en Cartier con la tarjeta, la dependienta me dijo:
Lo siento mucho Srta. Swanson pero no es posible cobrarle con esta tarjeta. ¿Tiene usted otra tarjeta?. Le di la American Express para que cobrase y tampoco fue posible. Tras este incidente que me avergonzó delante de toda la clientela de Cartier, me dirigí al banco para ver que ocurria con las tarjetas de crédito. Recuerdo que al llegar pregunté por el señor Braun que era el director del banco. Una vez en su despacho me dijo que estaba en números rojos y que si no hacia efectivo el importe procederian a embargarme. La dueda ascendía a 850 dólares.
Llamé a la tia Catherine, esta era una hermana de mi madre que se había quedado soltera y tenía muc ho dinero.
-Alo?
-Tia Catherine, soy Sally.¿Cómo estás?.
Recuerdo que antes de que acabase de preguntarle por su salud me dijo:
-¿Cuanto quieres?
Y empezó el sermón de siempre. Si tan independiente eres tendrías que solucionarte la vida, que si no había trabajado nunca.
Yo le dije que eso no era cierto pues, yo si que había trabajado en dos ocasiones: Una de modelo para Taylor CO. durante tres días y otra hacía 2 años cuando fui la estrella principal de un anuncio de salchichas Mr. Pork.
También le comenté que había conocido a Andrew Holter, el soltero de oro de la Costa Este.
Aun así me dijo que esa vida que llevaba no podía ser.
Como vi que no había forma de sacarle el dinero, me puse a llorar. Al final se apiadó de mi y me hizo un ingreso de 1000 $ en mi cuenta.
Acababa de llegar a Chicago. De nuevo la ciudad, atrás quedaban esos días apacibles en el campo. Aunque no habían sido apacibles después de tanto hombre asediándome. Cogí un taxi en la terminal del aeropuerto y me dirigía a apartamento. Cual fue mi sorpresa al entrar y ver el apartamento como si un vendaval hubiera pasado por allí. Me quedé bloqueada (para variar) sin saber que hacer. Recuerdo que mi primera reacción fue desmayarme. Luego al volver en si, el Sr. Waller estaba junto a mi intentando reanimarme.
-¿Que ha ocurrido?.
pregunto el sr. Waller.
- No sé. Contesté con voz temblorosa.
Llamamos a la policia para denunciar el robo en mi apartamento.
Recuerdo que vino un policia joven atractivo que estuvo haciéndome muchas preguntas.
Al final le pedí por favor que siguiñeramos otro día con el interrogatorio pues, acababa de llegar de la Costa Este y despues del sobresalto al ver mi apartamento desvalijado, no estaba en una situación anímica para contestar a sus preguntas.
El policía asintió y con cara de felicidad, me dijo que volvería por la tarde para continuar con el interrogatorio. Yo enseguida me di cuenta que el policia se había enamorado de mi, pues la forma que tenía de mirarme lo decía todo.
Cuando se marchó, recuerdo que me tumbé en la cama para recuperarme de tanta sorpresa.
Una vez acabé la conversación con el inspector Harold, después de un sinfín de preguntas. Recuerdo que para quitarme el malestar que tenía me fui de compras. Cual fue mi sorpresa que al pagar en Cartier con la tarjeta, la dependienta me dijo:
Lo siento mucho Srta. Swanson pero no es posible cobrarle con esta tarjeta. ¿Tiene usted otra tarjeta?. Le di la American Express para que cobrase y tampoco fue posible. Tras este incidente que me avergonzó delante de toda la clientela de Cartier, me dirigí al banco para ver que ocurria con las tarjetas de crédito. Recuerdo que al llegar pregunté por el señor Braun que era el director del banco. Una vez en su despacho me dijo que estaba en números rojos y que si no hacia efectivo el importe procederian a embargarme. La dueda ascendía a 850 dólares.
Llamé a la tia Catherine, esta era una hermana de mi madre que se había quedado soltera y tenía muc ho dinero.
-Alo?
-Tia Catherine, soy Sally.¿Cómo estás?.
Recuerdo que antes de que acabase de preguntarle por su salud me dijo:
-¿Cuanto quieres?
Y empezó el sermón de siempre. Si tan independiente eres tendrías que solucionarte la vida, que si no había trabajado nunca.
Yo le dije que eso no era cierto pues, yo si que había trabajado en dos ocasiones: Una de modelo para Taylor CO. durante tres días y otra hacía 2 años cuando fui la estrella principal de un anuncio de salchichas Mr. Pork.
También le comenté que había conocido a Andrew Holter, el soltero de oro de la Costa Este.
Aun así me dijo que esa vida que llevaba no podía ser.
Como vi que no había forma de sacarle el dinero, me puse a llorar. Al final se apiadó de mi y me hizo un ingreso de 1000 $ en mi cuenta.
De forma mimética me dirigí de nuevo a Cartier a comprar el bolso que no había podido llevarme y de paso me compre unos guantes. Pues ya empezaban los días a refrescar, y en Chicago ya se sabe. Después me fui a comer al Gourmet Restaurant en Elterm Avenue recuerdo que cuando el waiter vino a ver lo que quería, yo no tenía claro lo que iba a pedir pues dudaba entre el pavo con salsa de yogur helado o el arenque meniere. Recuerdo que el camarero me recomendo el menú. Yo me quede mirándolo pensando... Una Swanson siempre pide a la carta nunca un menú. Recuerdo que tras un brownie de postre le pedí la cuenta al cmarero. De nuevo el camarero volvió con la tarjeta diciéndome que no podía cobrar con esa tarjeta. De nuevo le di a American Express y tampoco hubo suerte a la hora de cobrar. El camarero tomo una actitud hostil hacia mi. Yo le dije: Usted sabe quién soy yo. El camarero en tono impertinente me dijo que a el no le interesaba quién era yo, él lo único que quería es cobrar los 74 dolares que debía de la comida. Yo le dije que yo no tenía la culpa por no poder cobrar pues debería de tener un problema con la línea o con el aparato de leer las tarjetas.
Momentos después volvió el camarero diciéndome que no era problema de las máquinas del establecimiento pues, habían llamado a mi banco y le habían comunicado que no había saldo en la cuenta.Muy enfadada llamé al sr Braun el director del banco:
-Sr. Braun, esto no puede seguir así- le dije-.
- ¿Qué quiere decir Srta. Swanson?.
-Hace menos de una hora se hizo un ingreso de 1000 dólares en mi cuenta y ahora me dicen que no hay saldo en esta cuenta.
-Srta. Swanson, es cierto lo del ingreso de 1000 dólares pero le recuerdo que tenía un saldo negativo de 800 dólares, además usted acaba de hacer unas compras en Cartier por más de 500 dólares......
Finalemente fui humillada en el restaurante. Vino el dueño y me dijo que no volviese más pues, no les interesaba clientes como yo. Que poco compresivos fueron conmigo.
Salí del Goumet's Restaurant y fui deambulando por las calles de Chicago sin rumbo fijo. Luego pensé, pensé y volví a pensar. Necesitaba un empleo para salir de esta situación. De esta forma demostraría a la tia Catherine que soy capaz de vivir por mi cuenta.
Primeramente me fui a la ofina del paro pero cuando llegue habían unas colas de gente terribles. Yo empecé a marearme con tanto gentío y vulgaridad por lo que mi reacción fue el desmayo.
Más tarde cuando volví en si, me antendió un funcionario casposo y desaliñado.
-Bien; srta. Swanson. ¿Usted que sabe hacer?
-Yo le contesté que había trabajado para el mundo de la moda y la publicidad.-El funcionario me contestó que no le constaba ningún contrato de trabajo en mi vida laboral-.
-De todas formas tengo una oferta laboral que podría ser adecuada para usted-
-Dígame. -le dije espectante-.
-Como me dice usted que ha trabajado en el mundo de la moda, aquí tengo un empleo de dependienta en una tienda de ropa.
Yo en tono ofendido respondí: ¿Usted sabe de mi linaje? Si se enterase mi familia y mis amistades que trabajo en una tienda de ropa...... No sé que dirían. No tiene ningún empleo de diseñadora de moda o de asesor de imagen.
-De momento, es la única oferta laboral que tengo para su perfil -respondió-.
-Tengo una situación económica bastante delicada y necesito un empleo. No tiene otra oferta laboral aunque sea en otro sector.
Me dijo que en el Royal Bank tenían una oferta de trabajo.Recuerdo que me dio unos impresos.
-Cuando llegue usted al banco pregunte por el señor O'Connor y entréguele estos impresos. Este señor le informará de todos los detalles del empleo.
-Salí muy ilusionada de la oficina del paro y me dirigí al Royal Bank.
Resultó una odisea llegar al Royal Bank en East Avenue. Me tocó coger el metro pues no tenía ni para un taxi. En el metro pasé un rato muy malo y me desmayé porque íbamos como sardinas en el vagón y aunque había perdido el conocimiento los demás pasajeros me aguataban en pie. Recuerdo que bajé en Wellinton Road y tuve que ir andando hasta la East Avenue. Cuando llegué a la entrada del banco me dirigí a una de las cajeras, que por cierto iba vestida horiblemente pues se había atrevido a mezclar un traje de Taylor's con un bolso D&G. Algo que para cualquier persona que sepa algo de elegancia es absolutamente antogónico.
-Buenos días; soy la Srta. Swanson y desearía hablar con el Director del banco.
-La malvestida empleada me dijo:-pero tiene usted una cita con el con el Sr.Sttaford.
-Yo le dije que a mi no me hacía falta tener una cita con el director del banco para que me atendiera personalmente. Además le dije que debería saber que el director del banco se llamaba Mr. O'Connor.
La empleada del banco en tono cada vez más vulgar me dijo que el Sr. O'Connor era el jefe de las limpiadoras del banco.
-No se preocupe Srta. Swanson ahora mismo llamo al Sr. O'Connor para que hable usted con él.
Tras 10 minutos de espera, bajo un hombre de facciones vulgares y sin una pizca de elegancia.
-¿Es usted la Srta. Swanson? -Me preguntó.
-Sí señor -respondí yo.Y le entregué los impresos que me habían dado en la oficina del paro.
-Veo que no tiene usted experiencia en este tipo de trabajo.
-Yo apresuradamente le contesté que ese no era un problema insalvable pues, podría adaptarme rápidamente.
-Bueno. -Dijo el Sr. O'Connor, vamos a darle un tiempo de prueba y si realmente se adapta usted al trabajo..... ya hablaremos.
De todas formas quiero advertirle que el salario será de 790 dolares y se trabaja los sábados por la mañana.
Yo me quedé un poco perpleja pues nunca había trabajado en sábado, sin embargo no dije nada pues, el sueldo me pareció bastante bien, serían 3160 dólares al mes según deducía de lo que me había dicho el Sr O'Connor.
Recuerdo que me comentó si quería empezar hoy mismo.
Yo le contesté que hoy no podía ser pues tenía que solventar algunos asuntos.
Entonces mañana a las 7 horas venga usted y el planta 5ª pregunté usted por la Sra. Guadalupe Sanches.
-Encantado de haberla conocido y hasta mañana srta. Swanson. -me dijo aquel hombrecillo a la vez que esbozaba una sonrisa que dejaba ver una dentadura horrible manchada de tabaco y café.
-De acuerdo, le di la mano y me marché.
Una vez en la calle me di cuenta que no tenía ropa para ir al nuevo trabajo, además me hacían falta unos zapatos de tacón alto pues eso daba mucha elegancia y de esta forma todos los compañeros de trabajo se quedarían preplejos con mi saber estar y mi elegancia. Me fui directamente a Traviano's Complements en busca de unos zapatos y algún traje tipo ejecutiva que fuese con mi nuevo trabajo.
Recuerdo que estuve toda la noche sin dormir pensando en que ponerme al día siguiente para ir a trabajar. Me había comprado unos zapatos preciosos con un tacón impresionante que realzaba mi figura, pero no sabía si combinarlos con un vestido de Sergio Turino verde de seda o el beig.
Cuando sonó el despertador a las 6 de la mañana recuerdo que no podía levantarme de la cama. Me vino a la cabeza la canción esa tan famosa de Mechano Group titulada "Today I can't wake up"
salí de casa casa y me llamo la atención que todavía era de noche a las 7 de la mañana.
Francamente y modestia aparte iba vestida muy elegante, era discreta pero al mismo tiempo distinguida. Llegue al Royal Bank sobre las 07:45 horas. Pregunté por la Sra. Guadalupe Gonzales y cuando llegué y me presenté, lo primero que me dijo Guadalupe fue: Aquí se entra a las 7 de la mañana.-Me dijo de forma bastante descortés.
Yo pensé que no era para tanto pues eran las 07:45 h pero claro de una persona así poco más se podía esperar pues, Guadalupe Sanches era muy pero que muy vulgar. Era tan vulgar que llevaba una bata azul y unos guantes de goma. Recuerdo que me acompañó a una especie de almacén maloliente y me dijo: Esta es tu herramienta de trabajo.
Cuando miré; la mencionada herramienta era como una especie de carrito de ruedas con cubos de agua, escobas y mopas.
Yo no entendía muy bien como funcionaba ese carro y por supuesto todavía menos los accesorios que llevaba.
Instantes después me di cuenta que me habían contratado como limpiadora. A una Swanson.
Yo insistí en que había un malentendido y quería hablar con director del banco, pero Guadalupe se reía y me acompañó a unos escusados masculinos del banco y me dijo: Aquí tienes Reina, cuando termines aquí ves al pasillo principal y empiezas desde los ascensores hacia la salida.
Cuando entré en el escusado masculino hacía un hedor insoportable a orín y defecaciones masculinas. Cual fue mi sorpresa al levantar la tapa de uno de los váteres que me eché hacia atrás poniendo la mano en la boca para no vomitar. Después de este incidente al parecer los efluvios de la lejía me causaron un malestar generalizado cayendo en redondo al suelo.
Tras este incidente, recuerdo que era la comidilla entre todos los empleados del banco. Se oían comentarios del tipo: 'Han contratado a una limpiadora que dice que es modelo'. Finalmente; en esta ocasión me llamó el director del banco diciéndome que quiza no fuese del todo la persona indicada para ese tipo de trabajo.-
Yo pensé que finalmente me iba a ofrecer un buen puesto a la altura de mi standing, pero no fue así, se limitó a decirme que iban a contratar a otra señorita como limpiadora pero que no me preocupara pues si necesitaban a alguien de características no dudarían en llamarme. Memos mal, alguien que si que había visto en mí a una persona capaz de ocupar altos cargos.
Al salir del banco me dirigía hacia casa cuando recordé el funcionario que me había dado esa oferta de trabajo. De pronto cambié el rumbo y me dirigí a la Oficina del paro. Cuando llegué a la oficina me dirigí al funcionario y le dije que no tenían vergüenza al dar esos empleos tan indignos a los parados. Recuerdo que habían más parados y empezaron a alborotarse.
-Tienes razón decían, esto es un engaño y lo único que hacen es darnos empleos malos. De pronto el resto de parados en la oficina empezaron a protestar y momentos después aquello parecía una batalla campal. El mobiliario de la oficina iba por los aires. Por todos sitios se empezó a corear ¡Queremos un Empleo Digno¡ ¡Abajo el capitalista¡ Momentos después vino la policía y cargo contra todos los que estábamos en la oficina. Recuerdo que un empleado dijo a la policía que había sido yo la que había alborotado a todos y que finalmente los había incitado a la rebelión. Por lo que la policía me esposó y me llevó a comisaria. Una Swanson en el calabozo.
Recuerdo la noche que pasé en el calabozo de Mountain Chainned. A la mañana siguiente vino tía Catherine con su abogado. Recuerdo que me dijo: ¿En que lio te has metido ahora? Yo le dije que no sabía que había ocurrido.Me preguntó que si ahora me había vuelto revolucionaria.
Al rato vino un policia fornido y varonil y me abrió la puerta de la celda. Yo al principio pensé que venía a violarme pero me dijo:
-Srta. Swanson puede usted marcharse pues han pagado la fianza de 20.000 dólares.
Conforme iba saliendo del calabozo oía unos gritos de la muchedumbre que venían desde la calle. Cuando abrí la puerta de la oficina del sheriff Madoc. fue como un estruendo de flashes de cámaras. La calle estaba llena de periodistas y la muchedumbre gritaba: Esa Sally, esa Sally, eh, eh. Incluso leí una pancarta en dónde ponía: Sally for President.
Yo no entendía lo que estaba ocurriendo, cuando de pronto vino un periodista micrófono en mano y me pregunto.
-Srta. Swanson, después de su reivindicación laboral ha decidido usted seguir adelante con este asunto de la precariedad y mala calidad de los empleos.
Yo no entendía muy bien lo que me estaba preguntando y contesté que llegaría tan lejos dónde hiciese falta.
Al oir esta respuesta toda la muchedumbre empezo a vitorearme y a gritar mi nombre. Incluso había un hombre subido a una plataforma con los brazos abiertos y mirando al cielo que gritaba Thank you Lord You sent us Sally for salvation.
Recuerdo que me llamó la atención que no hubiese ningún periodista del Vogue.
Después vino otro periodista y me pregunto:
¿Qué opina de los Expedientes de regulación de empleo que ha realizado el grupo 'We sell all very expensive' y todas sus filiales.De pronto me vino a la cabeza que una vez me compré un cepillo para el pelo de este grupo empresarial y me estropeo el pelo dejándomelo encrespado por lo que yo contesté:
-No estoy de acuerdo con los criterios de este grupo.
Recuerdo que todo el mundo se puso en pie y se alborotó aún todavía mas la muchedumbre gritando. Sally, Sally our new hero¡
Srta. Swanson por favor; que opina de la política bancaria de finqanciación de los bancos de este país.
De pronto me vino a la cabeza lo de la tarjetas de crédito y lo del empleo de limpiadora en el Royal Bank. Hay que hacer algo esto no puede seguir así, los bancos nos tratan como a borregos.
La muchedumbre empezó más si cabe a gritar mi nombre, incluso hubo un grupo de parados que empezaron a pedradas con las lunas del South Bank. Luego empezaron a incendiar los contenedores y el mobiliario urbano que había por la zona.
Recuerdo que cuando llegue a mi apartamento estaba aturdida y sin saber realmente que es lo que estaba ocurriendo. Puse las noticias y mi imagen salía en todas las cadenas de televisión. -en todas se hablaba de la nueva figura "La Defensora de los Parados Sally Swanson". El teléfono sonó y cuando me puse....
-¿Srta. Swanson?
-Soy el Gobernador y tendría mucho interés en hablar con usted.
Yo al darme cuenta que era el gobernador estuve apunto de desmayarme, pero hice un esfuerzo para no hacerlo y concerté un appoinment para por la tarde en el Gobernor's Palace.
Me dirigía a la toillette pues tanta emoción junta parece que me había descompuesto el cuerpo y todavía no había llegado al baño cuando el teléfono sonó de nuevo.
-Srta. Swanson al habla ¿Dígame?.
-Srta. Swanson somo del programa Looking for the True, y deseariamos mantener una entrevista con usted.
-Yo pensé para mis adentros: Si esto sigue sigue así voy a tener que con contratar a un representante.
Recuerdo que quedé el día siguiente para una entrevista en la KMW Television.
Mi primer impulso fue ir a comprarme ropa para lucirla tanto con el Gobernador como en la entrevista de la tele, y pensé en ir Trapiano's para actualizar mi vestuario. Cuando bajé al portal del edificio y salí a la calle, de nuevo, una tormenta de flashes y un ejército de periodistas que se avalancharon sobre mí.
-Srta. Swanson ¿Va a presentarse a Senadora en las próximas elecciones?
-Srta. Swanson ¿Tiene usted intención de hacer un manifiesto a favor de todos los parados edel país?
-Srta. Swanson ¿Qué hay de cierto en su relación con la superestrella de Hollywood Kevin Main?
Yo ante tanta pregunta y tanto gentío empecé a marearme , cayendo en redondo al suelo.
Una vez consegui recuperar el conocimiento después del asedio de los periodistas, me di cuenta que no tenía nada que ponerme para ir a la invitación del Gobernador, ni para la entrevista de la televisión.
A decir verdad; esto me inquietó bastante, por un momento me imaginé que llevaba el mismo traje tanto para la entrevista del Gobernador como para la televisión y que todo el país al verme se daba cuenta que había repetido el vestido. Me dirigí a la Wasting Avenue para ver algunos trapitos que ponerme.
Finalmente me compré tres trajes, cuatro pares de zapatos y un bolso.
Puntualmente, como me habían dicho a las 18 horas pasó un coche oficial por mi apartamento y me recogió para llevarme a la casa del Gobernador Hampton.
Llegamos a una casa estilo imperial a las afueras de Chicago en Rith's Council. Era un barrio residencial de alto standing. A la entrada de la casa del Gobernador Hampton estaba una sirvienta esperando mi llegada. He de reconocer que me llamó la atención el uniforme de la sirvienta. Cuanto tiempo hacía que no veía al personal de servicio con el uniforme almidonado. Recuerdo que tia Catherine hacia especial mención de las grandes cantidades de almidón que gastaba en los uniformes del servicio.La verdad que hoy en día es muy difícil encontrar este toque de distinción en las sirvientas.
-Buenas Tardes. Srta Swanson.
-Yo no respondí por supuesto y le dí mi abrigo de astracán.
-El Gobernador Hampton le atenderá enseguida srta. Swanson.
La sirvienta me llevó a una librería grandisima, diciéndome:
¿Desea tomar algo srta. Swanson?
- Le pedí que me trajese limonada.
Al momento regresó la sirvienta con una botella de plástico en la que ponía Limonade self. Al ver esto enseguida le comenté que la quería natural pues era alérgica a los conservantes de las bebidas embotelladas.
Parece ser que esto último no sentó muy bien a la sirvienta.
Claro tendría que ponerse a exprimir limones para hacerme una limonada natural. Pero le insistí de forma un poco más autoritaria para que me trajese la bebida requerida por mi. Menos mal que tengo experiencia en esto de tratar al servicio doméstico y conozco perfectamente la forma en la que hay que tratar a este tipo de personas.
El Gobernador Hampton era uu hombre mayor pero atractivo, las facciones de su cara eran finas y sus modales eran de lo más exquisito.
-Buenos días Srta. Swanson, es un placer conocerla.
Yo le di la mano y enseguida nos fuimos a su despacho para hablar de negocios.
Me comentó que si podía hacer algo por mí. Yo no entendía muy bien lo que quería decirme pero asentí y seguimos con la conversación.
Yo no entendía nada de lo que me decía pues hablaba únicamente de datos económicos y tasas de parados en el estado. Recordé cuando estuve en un colegio suizo en mi infancia que me daban clases de economía, pero como la profesora Frau Schuler no me caía bien, nunca presté atención a sus clases.
Finalmente sacó un cheque de su cartera y me dijo:
-Esto es para usted si se decide a colaborar con nosotros.
Sin entender nada, cogí el cheque y cuando vi escrita la cantidad de 3.000 dólares, le contesté: "Estoy de acuerdo".
-Parece que usted y yo nos entendemos a la perfección, ya vera como hacemos algún negocio más de este tipo.
Cuando me necesite ya sabe dónde encontrarme. Ha sido un placer tratar con usted.
Yo me despedí con mi habitual educación.
Automáticamente me dirigí al banco para hacer efectivo el cheque que me había dado el Gobernador. Cogí los 3.000 dólares y esa misma mañana me los gasté en Harold's. Me hacía mucha falta comprarme ropa. CONTINUARÁ.
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Recuerdo que iba hacía Tony's Couffeur y no podía parar de pensar con gran preocupación lo de la entrevista en la televisión esa misma tarde.Me arregle el pelo pues ya se empezaba a notar las raices más oscuras, incluso me hice una limpieza de cutis para realzar la tersura y belleza de mi cutis.
Por la tarde y después de haber comido en Chez Roger me dirigí a la televisión, intenté llegar con mucho tiempo pues, por mi experiencia cuando fui la estrella de salchicas Mr. Pork, yo sabía que para aparecer en la pantalla eran horas y horas en maquillaje.
En la entrada una recepcionista me atendió.
-Buenos días. ¿En qué puedo ayudarle?.
-Tengo una entrevista a las 18 horas en el programa En Busca de la Verdad.
-Espere un momemnto que enseguida aviso al señor Mcqueen que es el director del programa.
Recuerdo que momentos después bajó un hombrecillo bajo y medio calvo, mejor hubiera sido que fuese calvo del todo, pues el poco pelo que le quedaba eran una especie de greñas grasientas, incluso tenía unos eczemas muy desagradables a la vista en el cuero cabelludo.
-Srta. Swanson. Bienvenida. Voy a presentarle a la srta. Maler es la periodista que va a realizarle la entrevista.
Yo me quedé mirando a la tal Srta. Maler con pena. Que falta de feminidad. Llevaba el pelo muy corto y unos pantalones vaqueros de rebajas.Sus ademanes eran absolutamente masculinos.
¡10 segundos y entramos¡ Se hizo un silencio sepulcral en el plató.
Bienvenidos un día más a En Busca de la Verdad. Hoy tenemos como invitada de excepción a Sally Swanson, una revelación sindicalista de nuestros tiempos-
-Buenas tardes Srta. Swanson.
-Yo asentí con cortesía.
-¿Dada la coyuntura actual del mercado laboral afectado por la falta de financiación de las empresas? ¿Cree usted que sería aconsejable una modificación de la legislación laboral en este país?
-Yo le dije que estaba absolutamente convencida que la modificación laboral era insoslayable. No había más que ver la situación actual del trabajador casi por debajo de los umbrales de la pobreza.
Noté como el público en el plató empezaba a murmurar dándome la razón.
Así siguió la entrevista con preguntas que no entendía para nada pero yo no por eso iba a dejar de contestar.
Finalmente acabó el programa y todo eran aplausos y felicitaciones por mi intervención.
Yo seguía esperando y esperando pero allí la gente se estaba yendo y a mi nadie habia venido con un cheque.
Al final le pregunté a la Srta. Maller.
Cuando le comenté que pasaba con mi cheque, ésta se quedó asombrada y me dijo aquí no hay cheques de esos que tú dices. Y una cosa te voy a decir Sally Swanson, voy a estar detrás de ti a toda hora. Me acabo de dar cuenta que no eres más que una impostora. -dijo la periodista en tono malhumorado.
Parece ser que no le caí bien. Ni le gustó nada que dijese que esperaba un cheque por mi entrevista. Yo lo comprendí enseguida. Una chica tan hombruna y sin un ápice de elegancia veía en mi un saber estar y una elegancia que la molestaban.
El día empezaba con una agenda muy apretada. Esa mañana tenía que ir a la inauguración de un centro de formación profesional.
A mi llegada vi al alcalde y al gobernador. Nada más verme los se acercaron a mi:
-Buenos días Srta. Swanson. -me dijo el Gobernador. Le voy a presentar al Sr. Waldo Gimenes, nuestro alcalde.
-Encantado srta. Swanson.
-Es un honor. Contesté yo.
Y dijo el Gobernador. La srta. Swanson es una persona muy intelegente y con la que da gusto hacer negocios. Además va a ser una de las principales colaboradoras en la contención de la masa laboral para que no hagan ninguna huelga o alguna estupidez parecida a esa.
Recuerdo que tanto el gobernador como el alcalde dieron un discurso de inauguración en el que todo eran promesas y que el centro nuevo que se inauguraba iba a ser la salvación de los trabajadores.
Cuando acabaron el gobernador dijo:
-Y es un honor hoy tener entre nosotros a la gran revelación: 'La defensora de los derechos de los trabajadores, la Srta. Sally Swanson?'
La masa se alborotó mucho al oir mi nombre y me pidieron que dijese unas palabras:
-Pues bien 'compañeros' dije yo.
Solo espero que el centro este que hoy inauguramos sea el principio de una verdadera modificación de las condiciones laborales en este país. Quiero recordar que es este nuestro país el que tiene que dar ejemplo al resto del mundo. Y si estamos dando un ejemplo encomiable tanto en política exterior como en política económica, no va a ser menos el mundo laboral de esta Gran Patria nuestra.
Enseguida a todo el mundo presente le afloró el sentimiento patriótico y empezaron los aplausos. Yo repentinamente sentí un mareo y en ese momento recordé que hacía mucho, pero que mucho tiempo que no había desmayado. Por lo que opté por el desmayo.
Desperté de mi desmayo en el Memorial Hospital. Todos estaban muy preocupados por mi salud, incluso el alcalde se había quedado junto a mí en el hospital muy preocupado por mi estado de salud.
-¿Se encuentra usted bien srta. Swanson? -me dijo el alcalde cuando recobré el conocimiento.
-Si sr. Gimenes.
Recuerdo que había un equipo de médicos atendiéndome cuando una de ellos vino y me dijo:
Srta. Swanson está usted bien de salud, quizas su desmayo haya sido causa del estrés que está usted llevando.
Me aconsejó que estuviese unos días descansado.
Pero descansando de verdad. Srta. Swanson, nada de reuniones ni de compromisos.
Enseguida el alcalde de la ciudad Walter Gimenes, no se preocupe dr. Haus, yo me voy a encargar personalmente para que la srta. Swanson tenga unos días de descanso de verdad y que no tenga ninguna preocupación.
El alcalde se giró hacia mí y dijo:
-Srta. Swanson. No se hable más, se va a venir usted a una cabaña que tengo en Leisure Hill y va a pasar una semana allí sin tener que preocuparse por nada.
Pero sr. alcalde -contesté yo.
-No se hable más srta. Swanson, prepárese que nos vamos a Leisure Hill.
Leisure Hills es un pequeño pueblo situado a unas 40 millas al nordeste de Chicago. Recuerdo que al llegar en la puerta de la cabaña estaba una mujer mayor esperándonos.
-Buenos días señor.
-Buenos días Ramona.-le dijo el alcalde a la mujer.
Mira Sally, esta es Ramona Garcia, cualquier cosa que necesites no tienes más que pedírsela. Ella va a estar aquí contigo para que nadie te moleste. Ya has oido lo que ha dicho el dr. Haus respecto al descanso.
Buenos días srta. Swanson, es placer.
Buenos días. -contesté yo.
Después de las presentaciones, recuerdo que Ramona me llevo a mi habitación.
-Espero que esté bien aquí.
-No se preocupe, es una habitación muy acogedora.
-Le dejo un momento para que descanse. Le recuerdo que la comida se sirve a las 12:30 horas. Si necesita algo utilice la campanilla que tiene en la mesilla de noche.
-Está bien Ramona, puede retirarse.
Una vez cerró la puerta de la habitación, me eché en la cama pues estaba bastante agotada.
Recuerdo que me quedé dormitando sin darme cuenta, recuerdo que entreabrí los ojos y vi un rostro extraño que miraba desde el exterior de la cabaña. Yo di un grito aterrador. Salí corriendo de la habitación.
-Ramona, Ramona. Socorro. Hay un violador en mi habitación. Ramona apareció al instante con un cuchillo de cocina de unas dimensiones que intimidaban.
-¿Qué ocurre srta. Swanson?
-Yo señalé a la ventana.
-No se preocupe srta. Swanson es Billy, el hijo del sr. Higgins. No le tome nada en cuenta ni hable con él pues no esta muy bien de la cabeza .Cuando tenía 5 años un caballo le golpeó la cabeza con una coz y desde entonces nunca ha vuelto a estar bien.
-Billy vete inmediatamente de aquí y no molestes a la Srta. Swanson -le dijo Ramona en un tono de voz enfadado.
Recuerdo que Billy se fue corriendo gritando: srta. Swanson guapa, guapa muy guapa.
Por la mañana cuando desperté recuerdo que hacia un día maravilloso. Poco después, Ramona llamó a mi habitación.
-Srta. Swanson, ya tiene el desayuno preparado. ¿Va a querer café o té?.
-Café por favor. Enseguida voy.
Entré en el diminuto cuarto de baño y empecé a cepillar mi voluptuosa cabellera. Cuando volví a la habitación a por mi crema revitalizante, hidratante, etc., otra vez en la ventana esa cara.
-Billy fuera o se lo diré a Ramona.
El chico salió corriendo, diciendo: Srta. Sumson guapa.
Cuando entré en el comedor había una gran cantidad de alimentos para desayunar. Yo normalmente tomaba café y dos tostadas de pan de centeno y unos huevos con bacon.
Cuando acabé de desayunar le dije a Ramona:
-Hace un día maravilloso, creo que iré a dar una vuelta por los alrededores.
-Hará usted muy bien Srta. Swanson, ya verá que parajes más bonitos hay por los aledaños de la cabaña.
Comencé a andar y no me di cuenta que me estaba alejando de la cabaña, cuando de pronto noté como que alguien me estaba siguiendo. Giré la cabeza y no vi a nadie, pensé que sería el viento y continué caminando. Llegue a un pequeño promontorio que quedaba cubierto por un pequeño bosque de coníferas. Hacía un sol maravilloso, miré en todas direcciones y como no había nadie me desabroché los botones de la blusa para sentir el calor del sol en mi cuerpo. De repente volví a escuchar un ruido extraño. Me giré y tampoco pude a nadie.
Era tan placentero el calor que los rayos de sol infundían en mi cuerpo que me quedé dormitando sobre la hierba verde. De repente me desperté sobresaltada pues seguí con la obsesión de pensar que alguien me estaba siguiendo durante toda mi excursión campestre.
Al rato decidí volver a la cabaña pues tanto sol no era bueno para mi delicado cutis.
Ahora si que vi a alguien que se ocultaba tras unos matorrales.
-¿Quién anda ahí? -pregunté. Nadie contestó.
Yo sabía que había alguien ahi.
-Soy yo srta. Suwson.
Era Billy el hijo del sr. Higgins
-¿Qué estás haciendo tú p or aquí?
Me acerqué hacia el jóven y cual fue mi sorpresa al llegar a pocos metros que estaba desnudo de cintura para abajo.
Yo intenté gritar hasta incluso salir corriendo pero, cuando vi el instrumento que tenía Billy entre las piernas, me quedé paralizada sin poder reaccionar.
que raro que no se desmayase sally al ver el miembro del muchacho, probablemneye tendria ya algo entre manos....
Llegue sofocada a la cabaña.
-¿Qué le ocurre Srta. Swanson? -me dijo Ramona la sirvienta.
¿Se encuentra bien? ¿Qué ha pasado?
-Nada le dije yo. Hace un día tan maravilloso que he venido corriendo desde el bosque de coníferas.
Pensé que no era aconsejable comentar lo sucedido y me fui a mi habitación.
-Voy a descansar un poco -le dije a Ramona.
-Muy bien srta. Swanson.
Cuando entré en la habitación me tumbé sobre la cama pero estaba muy inquieta. Sentía como un calor muy intenso que nacia desde lo más profundo de mi. Incluso tuve que darme una ducha fría para relajarme.
Después bajé a comer y por la tarde nos fuimos al pueblo púes hacía falta comprar algunas cosas. En el pueblo todos los hombres me miraban con lujuría, parece que no hubiesen visto en su vida una persona refinada como yo.
A la vuelta a la cabaña, recuerdo que me fui a la habitación y estuve el resto de la tarde allí metida hasta la hora de cenar.
Después de cenar me puse a leer una novela de Anitín Mellado, se titulaba El Joven y la Doncella. No se que me ocurria que no podía concentrarme en la lectura, una y otra vez venía a mi mente la imagen de Billy medio desnudo en el monte.
Pasé casi toda la noche en vela pues, no podía conciliar el sueño al venir recurrentemente la imagen de Billy.
A la mañana siguiente me levanté muy temprano a pesar de no haber dormido nada durante toda la noche. Estaba inquieta cuando me levanté. Recuerdo que bajé a desayunar y después de forma incosnciente me fui a pasear por el bosque de coníferas.
Cuando llegué al bosque de coníferas, me puse a buscar desesperadamente.
Sally, pensé para mis adentros, ¿En qué clase de señorita te estás convirtiendo?.
No sabía muy bien que me estaba pasando, ni tan siquiera que es lo que estaba buscando.
Cai agotada sobre la hierba fresca de tanto pensar y pensar.
Al poco de estar tumbada algo desde mi interior me incitó a que me tocase allí mismo.
Y eso es lo que hice. En medio del monte empece a tocarme mis partes. Lo peor de todo es que me proporcionaba un placer muy intenso.
De repente apareció él. Era Billy. Yo me sentí avergonzada y en seguida me incorporé aunque me temblaban las piernas no sé muy bien si de dolor o de placer.
-Tú muy guapa -me dijo Billy.
-Gracias -le dije yo.
Cuando de repente se bajó la cremallera de la bragueta y saco su miembro.
Yo me quede perpleja y sin reacción, nunca había visto una cosa de esas dimensiones.
Recuerdo que
Billy me decía:
-Cógela y dame gusto guapa.
Me dieron ganas de desmayarme, pero mis instintos me traicionaron y la reacción fue..........
Finalmente, y después de más de 3 horas, estaba agotada, nunca un hombre me había dado tanto placer.
El problema era que Adónde iba yo con un tipo de la calaña de Billy. Sería el hazmereir de todas mis amistades de alto standing.
Recuerdo que emprendí la marcha de regreso a la cabaña y Billy me venía siguiendo por el camino. Iba detrás de mi a unos 5 metros, con la bragueta bajada y su enorme miembro que no menguaba, diciéndome:
-Mas, más. Tú muy guapa. ¿Quieres casarte conmigo? Guapa la señorita Swonson. Más, más que me ha dado mucho gustito.
Yo estaba avergonzada. Paré y me giré hacia Billy diciéndole:
-Billy esto tiene que ser un secreto entre los dos. Si lo dices a alguien te reñirán y te meterán interno en un reformatorio.
-No reformatorio no. Yo no quiero reformatorio. Tú muy guapa. Más, más. Cógela.
-Billy: escúchame atentamente -le dije en un tono más amenazador. Si le dices a alguien lo que hemos hecho verás lo que te hacen.
Entonces Billy me dijo. Si yo no decir nada. ¿Tú mañana venir otra vez?.
Yo le dije que ya estaba bien. No digas nada Billy esto no lo podemos seguir.
Recuerdo que me dio un poco de pena pues decía.
-¿Por qué? Si tu guapa y gustarme y a ti gustarte esto.
De nuevo se sacó el miembro mostrándomelo y yo no sé si lo tendría agarrotado pero todavía seguía en erección.Tú, mi novia guapa.
Ya está bien -dije yo- y reemprendí el camino hacia la cabaña.
Cuando llegué a la cabaña del alcalde Mr. Gimenes iba turbada y mirando hacia atrás por si Billy seguía tras de mi con su miembro en erección.
Recuerdo que pasé toda la tarde en mi habitación. Estaba inquieta no podía concentrarme en una novela muy interesante de Anitín Tellado. Una y otra vez volvía a mi mente el episodio del bosque de coníferas en dónde Billy y yo retozabamos de placer como dos animales en celo.
-¿Me estaré enamorando? -me pregunté.
No puede ser una Swanson enamorada de un tipo como Billy.
Finalmente bajé a cenar y estuve un rato hablando con Ramona la sirvienta.
-Llevo un par de noches que no logro conciliar el sueño. Mi cabeza da vueltas y más vueltas y no conigo dormir nada.
No se preocupe srta Swanson -me dijo Ramona- aquí tiene unas pastillas que le iran muy bien para dormir. Tómese una antes de ir a la camay verá que placenteramente duerme usted.
Pero no sería mejor que me recetase un médico -le contesté yo-
Srta. Swanson, hágame caso y ya verá mañana como se encuentra de bien.
Me fui a mi habitación e intenté conciliar el sueño leyendo la novela de Anitín Collado, pero de nuevo volvía a mi cabeza el miembro de Billy, finalmente decidí hacer caso a Ramona y me tome la pastilla. Recuerdo que ya no recuerdo nada más, "Mano de santo" como diría tia Catherine.
A la mañana siguiente me levanté radiante. Nunca pensé que una pastilla podría hacerte dormir de la forma en que me había hecho dormir a mi. Era algo maravilloso.
Bajé silbando al comerdor y Ramona ya estaba preparando el desayuno:
-Buenos días Ramona.
-Buenos días Srta. Swanson. ¿Ha descansado usted?.
-Estoy de maravilla, me tiene usted que dar el nombre de esas pastillas. Lo primero que haga cuando vuelva a Chicago es visitar al Dr. Haus para que me las recete.
-No señorita Swanson. Estas pastillas no se venden en farmacias - me contestó Ramona-. Estas pastillas me las manda un primo mio que tengo en Colombia.
-Ramona, tiene usted que conseguirme más pues realmente he descansado.
Una vez terminé de deayunar, de nuevo volvió a mi cabeza la imagen de Billy.
Pero hoy no. Hoy sería fuerte y no caería en la tentación, por lo que decidí quedarme todo el día en la cabaña........
Recuerdo que la mañana pasaba muy despacio ya no sabía que hacer. Tenía un ardor en mi interior que me llamaba a ir al bosque de coniferas en busca de Billy, pero por otro lado sentía pudor hacia esos pensamientos tan lujuriosos pues una chica como yo, no debería tener estos pensamientos con la educación tan exquisita que había tenido y tenía unos pensamientos dignos de una mujer de mala vida.
Finalmente no pude sorportarlo más:
-¿Dónde va usted Srta Swanson? -me pregunto Ramona.
-Voy a darme un paseo le comenté yo.
Recuerdo que salí paseando normal y en cuanto la cabaña quedó tras un pequeño promontorio, mi pies se aceleraron como alma que lleva el diablo del vicio. Recuerdo que el corazón palapitaba en mi pecho de forma acelerada. Tenía unas ganas tremendas de ver a Billy y poder coger su prominente miembro y tenerlo en mis manos.
Recuerdo que llegúe al bosque de coníferas no vi a nadie. Me senté dónde de costumbre. Al momento oi la voz de 2 hombres que venían hacia mí, una voz era la de Billy pero venía otra persona con él que yo no conocía.
-Buenos días Srta Swonson, este es mi amigo Andrew -me dijo Billy-.
-Yo me quedé un poco perpleja pues pensaba que Billy lo que quería era lo del día anterior, y claro está me extrañaba que no viniese solo.
-Encantada Andrews -respondí en tono cortés.
-Buenos días Srta. Sewson - me contestó.
Yo enseguida me di cuenta que Andrews también era como Billy.
Me enfadé mucho y le dije a Billy - que piensas que soy una cualquiera y por eso traes a un amigo tuyo para que me posea como tú. Acaso te crees que soy una desas que solo quieren sexo.
De pronto Andrews empezó a bajarse la cremallera de la bragueta. Yo cuando vi lo que de allí sacó y dadas las dimensiones, solo puede hacer una cosa. DESMAYARME.
Una vez recobré el conocimiento, Billy y Andrews estaban junto a mi muy preocupados. Yo pensé que me habían violado mientras estaba sin conocimiento pero no fue así pues llevaba las bragas puestas.
Me fui corriendo avergonzada hacia la cabaña cuando llegué Ramona me estaba esperando en la puerta:
-Srta. Swanson, srta. Swanson
-¿Qué ocurre? -le inquirí-.
-Su tía la Srta. Catherine ha sufrido un ataque al corazón y está ingresada en el Hospital If you Pay you'll be Sane.
- Ramona, llama a un taxi que me vuelvo a Chicago.Me apresuré a recoger mi equipaje y momentos después el taxista llegó a la cabaña.
-Rápido -le dije-.
-¿Dónde vamos? -preguntó el taxista-
-A Chicago. Al Hospital If you Pay.
-Recuerdo que durante todo el trayecto el conductor no hacía más que mirarme por el retrovisor.
Cuando llegamos al hospital, me di cuenta que me había dejado la cartera con el dinero en la cabaña y por tanto no tenía dinero para pagar la carrera al taxista.
-Lo siento mucho -le dije al taxista- No se preocupe mañana mismo le haré efectivo el importe de la carrera. -que por cierto eran 90 dólares, un poco caro pensé.
-Señorita no puedo hacer eso -me dijo el taxista.Tiene usted que pagarme.
-Le comenté que me había dejado el cash en la cabaña.
-El taxista insistía una y otra vez, señorita o me paga o llamo a la policia.
-Hubo unos momentos de tensión pues yo intenté bajar del taxi pero la puerta estaba cerrada y no podía abrirla desde dentro.
-Haga el favor de abrir la puerta -le dije al taxista.
-No mientras no pague la carrera.
-Le volví a repetir que no tenía dinero.
-Es entonces cuando el taxista me dijo... -no es necesario dinero, podría usted pagármelo de otra forma.
-¿Qué quiere decir? -le pregunté.
-Me contestó que podríamos llegar a un acuerdo si yo accedía a hacerle una felación.
-Yo no sabía que hacer pues lo único que quería era estar junto a tia Catherine lo antes posible.
-Recuerdo, que aparcamos en una zona discreta del parking del hospital y accedí a las pretensiones del taxista.
-El taxista se puso muy excitado y finalmente eyaculó sobre la tapicería del coche.
-Ha sido un placer srta. _Cuando necesite un taxi no dude en llamarme.
-Yo me sentía sucia, bajé apresuradamente del taxi y entré en el hospital.
Nada más entrar en el hospital empecé a marearme. Yo es entrar en un hospital y no sé si será el olor a acohol o qué pero me pongo malísima. Finalmente caí desplomada en la entrada.
-Al recobrar el conocimiento había un médico conmigo el Dr. Killer. Era un hombre muy atractivo y me trataba de una forma tan agradable que ciertamente me gustó.
Srta. Swanson está usted muy bien de salud. -me dijo el Dr. Killer.
Le dije que no tenía importancia que yo solía desmayarme muy a menudo.
Casualmente era el Dr. Killer el que estaba llevando el caso de tia Catherine. Y estuvimos hablando largo y tendido sobre la patología de mi tía.
Srta. Swanson -me dijo cogiéndome la mano- Su tía no creo que vaya a estar mucho tiempo con nosotros.
-¿Qué quiere decir Dr. Killer? pregunté apresuradamente.
-Mire srta. Sawnson su tia tiene una patología isquémica muy grave, todo es cuestión de tiempo. Nosotros en el hospital trataremos que tenga la màxima calidad de vida pero realmente su tia tiene el corazón tan delicado que en cuarquier momento podría dejar de latir.
-Yo me puse a llorar, menos mal que el dR. Killer me consoló abrazandome con sus brazos, diciéndome: "Hay que ser fuerte querida Srta. Swanson.
-Después pasé el resto de la mañana en la habitacion de la tia Catherine. Estaba entubada y llevaba varios goteros, apenas podía abrir los ojos y casi ni podía articular palabra. Recuerdo que me miraba con una mirada extraña.
Al entrar la enfermera dijo. Estará contenta Sra Catherine que ha venido su hija a verla.
-Yo en seguida le rectifiqué diciéndole que era su sobrina.
Al momento la enfermera dijo. quiere decir algo mire como mueve los labios intentando decir algo.
A ver si la entiendo dijo la enfermera pues yo no entendía nada de lo que balbuceaba tia Catherine. Dice : "Vete SAlly Vete, eres mala vete no te quiero cerca de mi.
Yo me quedé de piedra al oir estas palabras y por supuesto me desmayé.
Cuando recobré el conocimiento fue agradable ver la cara del Dr. Killer tratando de reanimarme. Me sentí muy segura y protegida por el doctor.
Una vez me reconoció el dr. Killer, me dijo.
-Creo que lo mejor es que le hagamos un electrocardiograma. No se preocupe srta. Swanson, es pura rutina pero de esta forma todos nos quedaremos más tranquilos. El problema a mi parecer -dijo el doctor- es que esta usted llevando una situación de estrés muy considerable y es muy probable que su desvanecimiento se deba a este estado de estrés. Le recomiendo que descanse durante una temporada.Yo estaba preocupada pues había estado unos días antes descansando en Leisure Hills en la cabaña del alcalde.
Recuerdo que me dijo el doctor:
-Todo no van a ser malas noticias, tengo una noticia que le va a alegrar. Su tía se está recuperando, me acaba de informar la enfermera que habla mucho mejor o al menos se le entiende más, pues tambíén había tenido una pequeña embolia y se le había quedado una parálisis facial temporal.
Recuerdo que me dirigí a la habitación de tia Catherine. Que alegría podría hablar con ella. Cuando llegue a la habitación empezó a gritar:
-Vete, vete que eres mala. No quiero que estés aquí. Mala.
Yo salí despavorida llorando de la habitación. Iba tan enajenada que me tropecé con el Dr. Killer por el pasillo de la 6ª planta.
-Srta. Swanson, srta. Swanson. ¿Qué le ocurre?.
Yo no pude hacer más que abrazar al doctor y desmayarme en sus brazos.
Al despertar, recuerdo que estaba en una cama del Hospital. De repente me vino a la cabeza que la tía Catherine estaba ingresada en el hospital y empecé a gritar.
-Tía Catherine, tía Catherine.
Inmediatamente vinieron las enfermeras.
-¿Qué ocurre?
Yo seguía agitandome en la cama y gritando el nombre de mi tia.
Había una enfermera muy grande que dijo.
-Rápido. Poned las correas en la cama.
Pues bien, pusieron las correas en la cama y me ataron como si fuera una animal. Yo no hacia mas que decir:
-Sabéis quién soy yo. Soy Sally Swanson.
Las enfermeras se miraban entre ellas y se reían.
Después vino otra enfermera me inyectó no sé que a través de la vía del gotero y entré en un placentero sueño.
Durante este sueño recuerdo que empecé a pensar en Billy y en su amigo Andrews y en sus respectivos miembros. Era una excitación la que sentía que me hacía vibrar hasta el último rincón de mi cuerpo.
Finalmente, entré en un profundo sueño.
Cual fue mi sorpresa que al despertar al día siguiente me dijo la enfermera. Hay dos personas que han pasado toda la noche el en hall del hospital muy preocupados por usted.
Yo en ese momento no podía imaginar quienes eran estas personas. Cuando entraron en la habitación sentí una gran vergüenza pues eran Billy y Andrews que habían venido a visitarme al hospital.
¿Qué hacéis aquí? Les pregunté de inmediato.
- Nosotros enterarmos que la Srta. Swanson malita y hemos venido a verla.
-Pero no comprendéis que ponéis en juego mi reputación.
-De repente Andrews sacó su enorme miembro del patalón y dijo: Srta. Swanson mire, mire, cójalA.
-Por favor; marcharos los dos.
De repente me di cuenta que tenia cogido con la mano el miembro de Billy y, éste no hacía más que crecer y crecer.
Momentos después estabamos los 3 haciendo una especie de orgía en la habitaci´n del hospital.
después de esto se marcharon.
La verdad es que quedé en un estado muy bueno después de mantener una relación sexual con los dos hombres retrasados. Ese día estuve muy contenta todo el día. Incluso cuando vino el Dr. Killer me dijo -está usted muy bien hoy de seguir esto así mañana mismo podría irse a casa.
Recuerdo que a mitad de mañana se fue la luz de la habitación. Yo enseguida llamé al control poniendo en conocimiento la avería. Al momento vino un electricista, muy apuesto por cierto, pero un electricista al fin y al cabo.
-Buenos días señora, vengo a arreglar la avería.
Recuerdo que se puso con los cables y empezó a hacer comprobaciones por toda la habitación.
Finalmente comprobó el enchufe que tenía yo en la mesita de noche junto a la cama. Mientras el electricista comprobaba este enchufe yo notaba su cuerpo cercano al mio y sin querer empecé a excitarme. Llegó un momento en que sin pensarlo, me saqué un pecho con intención de provocarlo. No sé muy bien como pude reaccionar de esta forma pues yo soy una Swanson. Momentos después el electricista estaba magreandome los pechos con lujuria y desenfreno. Finalmente, oímos que alguien venía por el pasillo.ñ
Era la enfermera jefe.
-¿Qué ocurre Matthews?
-Nada enfermera Turner, parece ser que ha una parte de la instalación electrica que está en mal estado, y sería aconsejable hacer unas reparaciones.-dijo el electricista.
-Entonces, no se entretenga más y póngase cuanto antes con la reparación.
-El problema que unos de los cables que tengo que cambiar es de fibra híbrida y lo tienen que traer de Detroit y aunque lo pida hoy mismo no llegará hasta mañana.
-Bueno -dijo la enfermera.
El electricista se acerco a mi y me susurró al oído.
-Adios princesa. Hasta mañana.
cubjetYo me quedé sin saber que decir. ¿En qué me estaba convirtiendo? Me había convertido en una devoradora de hombres. Una Swanson que siempre había recibido una educación exquisita. Yo no sabía muy bien que me estaba pasando.
Recuerdo que intenté conciliar el sueño y me quedé dormida.
Al día siguiente me despertaron unas voces que se oían en la habitación. Cuando abrí los ojos allí estaban: Billy y Andrews habían venido de nuevo a visitarme.
-Hola Srta. Swonson. Hemos venido para ver como estaba.
-Andrew sin mediar palabra se sacó el miembro de su pantalón y empezó a decir-
Mire Srta Swonson, mire como se hace grande.
Recuerdo que pusieron un biombo que había en la habitación para que no se viese nada si entraba alguien y allí mismo empezaron los dos hombres a hacerme el amor con absoluto desenfreno, incluso con el ajetreo, rompieron la botella del gotero y se me salió la goma. Yo pensé de inmediato en llamar a la enfermera para que me volviese a poner el tubo degoma en su sitio, pero en ese momento yo era víctima del placer y no supe reaccionar.
Finalmente cuando los dos hombres acabaron, quedé agotada en la cama del hospital.
Pero lo peor vino al momento. Aun no me había recuperado del ajetreo con Billy y Andrew cuando apareció el electricista del día anterior. ¿Como se encuentra señorita? Voy a ver si hoy puedo arreglar la avería eléctrica.
Recuerdo que al instante, el electricista se abalanzó sobre mi en la cama y me hizo el amor muy pasionalmente.
Menuda mañana llevaba ; primero con Billy y Andrews y ahora el electricista, que por cierto tampoco tenía nada que envidiar a Andrew en los referente a las dimiensiones de su miembro.
Yo ante tanto sexo quedé sin conocimiento.
Ese mismo día el Dr. Killer me visitó y me dijo:
-Srta. Swanson, está usted como un roble. Si todo va bien hoy mismo podrá irse a casa. Eso sí; con una condición. Prométame que hará usted reposo durante una semana aproximadamente antes de comenzar un ritmo de trabajo vertiginoso.
-Yo asentí.
-Hablo en serio srta. Swanson. Conoce usted de algún lugar tranquilo en que pueda permanecer durante unos días.
De inmediato pensé en la cabaña del alcalde Mr. Gimenes. ´
Un hormigueo placentero sacudió todo mi cuerpo al pensar en la cabaña y más todavía si pensaba en el bosque de coníferas, dónde había tenido relaciones primero con Billy y después con Billy y Andrews a la vez.
-Sí doctor Killer, tengo un sitio en dónde podría estar muy relajada.
Yo había pensado que viniese a una casa que tengo en Waikiki Beach. Yo salgo dentro de 2 días y estaré allí una semana.
-Es usted muy amable dr. Killer se lo agradezco de verdad pero, no sé si debo aceptar. Usted y yo apenas nos conocemos...
-Sepa usted srta. Swanson que eso no es problema, desde que la vi la primera vez en el hospital, siempre ha estado usted en mi cabeza, incluso por las noches no puedo dormir pues es un desasosiego el que tengo...... y solo pienso en estar con usted-.
-Yo me quedé turbada que no petrificada pues, que el dr. Killer se hubiese enamorado de mi era cosa muy normal,
-Finalmente accedi y quedamos en el Chicago Stadium para salir hacia la casa en Waikiki.
Amaneció una mañana fría muy típica del invierno de Chicago. Mientras esperaba en el Chicago Stadium a que viniese el Dr. Killer para irnos a su casa de Waikiki, hacía un frio intenso. Veía a lo lejos un grupo de hombres que habían hecho una hoguera y se calentaban alrededor del fuego. Recuerdo que dos de ellos se acercaron a mi y me dijeron:
-Señorita, venga y se calienta un poco en la hoguera que hace una mañana muy fría.
-Yo les dije que no. Imagínate que hubiera venido el Dr. Killer y me hubiera visto con todos los hombres allí en la fogata y el olor a humo que me haría la ropa. Más todavía esa mañana que había estrenado una blusa de seda de Taylor's.
Recuerdo que los miré con aire altanero y les dije que no tenía frío.
-Pero Srta. estará usted muy bien allí.
-Volví a negarme y empecé a ponerme un poco nerviosa.
-Entonces deme todo lo que lleves -guapa- mientras blandía un enorme machete en su mano.
Solo sé que me desmayé y que desperté momentos más tarde sin el bolso, incluso me habían quitado los pendientes.
Recuerdo que cuando el Dr. Killer llegó al lugar, me encontró desvanecida en el suelo y sin joyas pues me habían quitado hasta los pendientes.
-¿Qué ha sucedido?. preguntó el Dr. Killer.
-Nada asentí yo. Unos hombres han venido y me han robado el bolso y las joyas.
-Pero le han hecho algo a usted srta. Swanson.
-No, no. No se preocupe, tan solo querían dinero.
-Menos mal- dijo Mr. Killer.
quiere que vayamos a la policia a denunciar este hecho.
-No creo que sea necesario. Además eso nos retrasaría mucho en nuestro viaje a su a partamento en Waikiki.
Entonces no se hable más srta. Swanson. Vamos para Waikiki.
Recuerdo que el viaje se me hizo largo pues había unas 250 millas desde Chicago a Waikiki
Tourist. Pero valió la pena. Cuando llegamos todo era muy bonito. Hacia un día soleado y la temperatura era muy agradable.
Antes de ir por el apartamento pasaremos por casa de Dicks. Dicks es un amigo familiar aquí en Waikiki y es el que se encarga del mantenimiento del apartamento mientras que nosotros estamos en Chicago.
Llegamos a un antro dónde había un rótulo de neón roto en el que se adivinava a leer Dick's café. Recuerdo que al entrar hacia un hedor insoportable.
-¿Qué tal Dick?
Se saludaron y después Dicks preguntó.
-¿quién es?
-Es la srta. Swanson - dijo el doctor Killer.
-Encantado srta. Swanson.
Recuerdo que Dick esbozó una sonrisa al saludarme que dejaba ver una boca en la que faltaban muchos dientes y hacía un olor apestoso insoportable. Era un olor mezcla de whisky, tabaco y espacios interdentales completamente llenos de sarro.
-¿Quiere tomar algo Srta. Swanson?
-No. Es usted muy amable respondí.Por nada del mundo hubiera tomado yo nada en ese antro. Hacía un olor a polvo en todo el local que se hacia insoportable.
-Pregunté por el baño.
-Si señorita Swanson. Siga por este pasillo y la última puerta a la izquierda.
Cuando entré en la toilette fue muy desagrable. El sanitario estaba lleno de chorretones pues el agua caía incesamente.
Finalmente salimos del antro de Dick y nos dirigimos al apartamento. Recuerdo que era un apartamento muy grande y lujoso, lo cual me agradó. Después de acomodarnos dijo el Dr. Killer:
-Apresúrese srta. Swanson que aún podemos bajar un rato a la playa. Además le tengo preparada una sorpresa para esta noche.
Yo me puse un bikini a juego con una pamela y bolsa de playa que me había comprado en Sun Fashion Wearing. Verdaderamente las playas eran preciosas, aunque yo prefiero la piscina pues la arena de la playa me resulta muy incomoda.Pasamos una tarde muy agradable paseando por la playa viendo como se ponía el sol en el horizonte.
Por la noche me puse mis mejores galas. Traje de color pistacho de Paviano's a juego con zapatos y bolso de Prestige. Además estrené una pulsera de diseño Golden Brand a juego con un collar de perlas naturales. Iba muy pero que muy elegante.
Era una incógnita la sorpresa que me tenía preparada el Dr.Killer. Recuerdo que fuimos a un restaurante muy lujoso llamado "Square Courses" Las cigalas estaban vivas en una pecera y tu elegías la que querías y te la cocinaban. La cena fue muy afrodisíaca pues todo era marisco. Finalmente en los postres el doctor Killer me estuvo contando muchas anécdotas que le habían sucedido en el hospital. No podíamos parar de reir. Verdaderamente fue una velada muy agradable.
Al día siguiente me desperté sobresaltada pues sobre las 8 de la mañana ya estaba el Dr. Killer haciendo ruido en la cocina. Yo que estoy acostumbrada a levantarme a las 10, pues siempre suelo dormir 9 ó 10 horas porqué es muy bueno para el cutis según lei en la revista de belleza Fashioner . Finalmente me levanté y cuando llegué a la cocina no pude reprimir una fuerte carcajada al ver al Dr. Killer vestido con un delantal de cocina y haciendo un suculento desayuno. Ya sabéis; Huevos fritos, bacon y tortitas zumo de naranja, etc. etc. etc.
-Dese prisa srta. Swanson que hoy quiero que vayamos a Cayo Caco verá que playas más bonitas.
Recuerdo que me apresuré a meterme el cuarto de baño para arreglarme.
-Se encuentra bien señorita Swanson- preguntó el Dr. Killer desde el otro lado de la puerta 2 horas más tarde.
-Si no se preocupe salgo en unos minutos-contesté yo.
Cuando salí del cuarto de baño parecía una reina. Recuerdo que tuve un problema muy importante a la hora de elegir el bañador con el que iba a ir a Cayo Caco, pues me había puesto el número 2877kls de barra de labios de Margaret Castor y no encontraba un bañador que me hiciese juego con el color del lipstick. Finalmente me puse un pareo de seda natural con pamela a juego.
No tuve más remedio que pintarme las uñas de los pies pues me iba a poner unas chanclas preciosas.
Bajaba las escaleras de mansión del Dr.Killer con paso firme y decidido pero también con esa elegancia y savoir affaire que solo unas pocas elegidas poseemos. Resultaría obvio a la par que vanidoso decir que simplemente estaba deslumbrante, pero ciertamente es así.
Todavía me restaban 6 peldaños para llegar al salón y ya podía escuchar a henry, su respiración entrecortada y el seco latir de su corazón.
- Cielos Sally estas preciosa….
Oh, adulador, le contesté al tiempo que cubría de sensual manera, mis sinuosos hombros con una pashmina de pelo de cabra afgana que compré en una fugaz visita a Paris.
De camino al Porsche, Richard me comentó que íbamos a pasar el día en casa de sus amigos Nana y Mike, ambos ardían en deseos de conocerme.
Los Monroe Vivian en Beberly Hills en la colina de san Antonio. Mike era un reconocido cirujano plástico. Así conoció a Nana, más conocida como Nadine Cooper una ex-estrella de cine, venida a menos con más operaciones de estética a sus espaldas, que películas en su fugaz filmografía. Nadine comenzó como scream girl en películas de terror de serie B y terminó haciendo de madre (lo peor que le puede pasar a una actriz en Hollywood) en telefilms para la televisión por cable. A pesar de todo, Nadine tenia una extraña belleza, primitiva a la par que sofisticada.
Nada mas entrar, los Monroe nos ofrecieron un cocktail de bienvenida en la maravillosa terraza de su mansión Wonderland. Hacia mucho calor y nana me acompaño hasta un vestuario junto a la piscina para que me pusiera mi exclusivo bañador Versace.
Allí, mientras me retocaba el maquillaje frente al espejo, pude ver horrorizada a través de la ventana como Nana, Oh cielos ni siquiera soy capaz de contarlo… pude ver anonadad como Nana de rodillas sobre el húmedo césped y escondida entre unas tumbonas, le practicaba una felación a Walter, un apuesto jardinero cubano.
Ignoro si por efecto del Martini o quizás por el sofocante calor, comencé a notar un ligero mareo mientras las primeras gotas de sudor asomaban por el escote de mi bañador.
En cuestión de segundos comencé a desvanecer, perdiendo la visión primero, y más tarde, el conocimiento.
uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
De nuevo en Chicago tras mis cortas vacaciones. La primera cosa que hice al llegar es pedirme cita para mi estilista Giorgino.
Hay que ver el mar y el salitre como habían castigado mi pelo. Posteriormente, iría a Anti Hairy Factory para hacerme las piernas, axilas e ingles. Y para aprovechar del todo el día me fui a Super Glasses Sun Care pues había perdido mis gafas de sol en la playa. En fin; un día completo y estresante como pueden ver.
Una chica como yo tiene que aprovechar el tiempo al máximo....
Era muy temprano cuando el teléfono de mi apartamento sonó. Yo me desperté sobresaltada pues a las 09:30 horas no es hora de llamar, yo que normalmente suelo dormir hasta las 10 de la mañana pues si no duermo suficiente mi cutis se resiente.
-Alo
-Hola Sally, soy Fred Malcom.
-¿Qué tal estás? Como es que me llamas.
-No te gusta que te llame -respondió Fred.
-En Absoluto, todo lo contrario. Estoy encantada de saber de ti.
-Estoy unos días en Chicago de negocios y me gustaría verte. ¿Quedamos para cenar?
-OK le dije.
-Yo estoy en el Ritz Palace. ¿Te parece bien si quedamos a las 8 en el hotel?
-Muy bien, ahí estaré a las 8 en punto.
-Hasta luego entonces -respondió Fred.
Cuando colgué el teléfono me acordé de las circunstancias en las que había conocido a Fred Malcom en un pasillo de un hotel cuando me dio un ataque de ansiedad y fue él quién me tranquilizó.
La verdad es que Fred Malcom era un soltero muy codiciado pues tenía un patrimonio nada desdeñable. Aunque nunca se le conoció pareja.
Yo pensé, eso es porque no ha conocido a nadie realmente importante. Esta era mi ocasión de poner en marcha todos mis encantos femeninos para conquistarlo.
Recuerdo que 2 horas antes de la cita yo ya estaba arreglándome pues quería estar radiante para enamorar a Fred. Me puse un traje de seda verde elegantisimo y un bolso de Buitrone. Luego recordé que tenía un frasco de esencia de perfume Le petit Choise, decían que atraía a los hombres pues el perfume era irresistible para los éstos al contener estracto de placenta de cordero y almizcle de ciervo.
Al momento sonó el timbre. Era el taxista que había llamado antes para que me llevase al Ritz Palace.
Recuerdo que el trayecto fue muy estresante para mí pues, el taxista había llegado antes de la hora y yo no había tenido tiempo para pintarme las uñas. Recuerdo que le decía al taxista por favor no pase por ningún bache pues no podía aplicarme correctamente la laca de uñas. Finalmente, y antes de llegar al hotel ya me había pintado incluso las uñas de los pies.
Cuando llegamos al Ritz enseguida un mozo uniformado acudió a abrirme la puerta del taxi. Recuerdo que cuando bajé del taxi todos los hombres que había en la recepción del hotel dirigieron sus miradas hacia mi. Estas radiante -pensé para mis adentros-.
Me acerqué al recepcionista y le dije: Buenas tardes, tengo una cita con el Sr. Malcom. Fred Malcom.
-Si señorita, enseguida aviso al Sr. Malcom.
Era muy temprano cuando el teléfono de mi apartamento sonó. Yo me desperté sobresaltada pues a las 09:30 horas no es hora de llamar, yo que normalmente suelo dormir hasta las 10 de la mañana pues si no duermo suficiente mi cutis se resiente.
-Alo
-Hola Sally, soy Fred Malcom.
-¿Qué tal estás? Como es que me llamas.
-No te gusta que te llame -respondió Fred.
-En Absoluto, todo lo contrario. Estoy encantada de saber de ti.
-Estoy unos días en Chicago de negocios y me gustaría verte. ¿Quedamos para cenar?
-OK le dije.
-Yo estoy en el Ritz Palace. ¿Te parece bien si quedamos a las 8 en el hotel?
-Muy bien, ahí estaré a las 8 en punto.
-Hasta luego entonces -respondió Fred.
Cuando colgué el teléfono me acordé de las circunstancias en las que había conocido a Fred Malcom en un pasillo de un hotel cuando me dio un ataque de ansiedad y fue él quién me tranquilizó.
La verdad es que Fred Malcom era un soltero muy codiciado pues tenía un patrimonio nada desdeñable. Aunque nunca se le conoció pareja.
Yo pensé, eso es porque no ha conocido a nadie realmente importante. Esta era mi ocasión de poner en marcha todos mis encantos femeninos para conquistarlo.
Recuerdo que 2 horas antes de la cita yo ya estaba arreglándome pues quería estar radiante para enamorar a Fred. Me puse un traje de seda verde elegantisimo y un bolso de Buitrone. Luego recordé que tenía un frasco de esencia de perfume Le petit Choise, decían que atraía a los hombres pues el perfume era irresistible para los éstos al contener estracto de placenta de cordero y almizcle de ciervo.
Al momento sonó el timbre. Era el taxista que había llamado antes para que me llevase al Ritz Palace.
Recuerdo que el trayecto fue muy estresante para mí pues, el taxista había llegado antes de la hora y yo no había tenido tiempo para pintarme las uñas. Recuerdo que le decía al taxista por favor no pase por ningún bache pues no podía aplicarme correctamente la laca de uñas. Finalmente, y antes de llegar al hotel ya me había pintado incluso las uñas de los pies.
Cuando llegamos al Ritz enseguida un mozo uniformado acudió a abrirme la puerta del taxi. Recuerdo que cuando bajé del taxi todos los hombres que había en la recepción del hotel dirigieron sus miradas hacia mi. Estas radiante -pensé para mis adentros-.
Me acerqué al recepcionista y le dije: Buenas tardes, tengo una cita con el Sr. Malcom. Fred Malcom.
-Si señorita, enseguida aviso al Sr. Malcom.
Fred Malcom bajó instantes después. Fue muy cortés como siempre y me preguntó:
-Bueno. Tú que eres la anfitriona. Sorpréndeme con un con una velada inolvidable.
-Yo contesté como buena anfitriona que soy en primer lugar vamos a ir a cenar a un restaurante muy famoso aquí en Chicago The Square Course. Y después iremos a tomarnos un cocktail a un sitio muy elegante.
Yo pensé para mis adentros: Espero que me invite a todo pues el restaurante era de lo mejor de la ciudad y yo no estaba atravesando una época de bonanza económica que digamos. Recuerdo que la última vez que fui a The Square Course la cena me costó 95 dólares.
Cual fue mi sorpresa al llegar al sitio que el restaurante ya no existía y habían pùesto un establecimiento de fast food en su lugar. Finalmente, decidimos ir a un restaurante español que había por allí cerca. A mi la cocina española no es que me guste mucho. Recuerdo una vez que fui a un restaurante español me sentó mal la comida.
Cenamos "Tapas" y no es que esto sea un plato concreto, comer tapas significa comer pequeñas porciones de los alimentos más variopintos. Había una tapa que se llamaba Patatas Bravas, pues bien venían acompañadas de una especie de salsa espesa que se llamaba Ajoaceite. Fue horrible, pues estaba hecho a base de ajo y recuerdo que tuve acidez de estómago durante tres días.
Pero lo peor no fue eso. Recuerdo que había una tapa que se llamaba Turmas, era una especie de trozos de carne así como en forma ovalada. Recuerdo que era una carne muy tierna que a mi personalmente no me gustó. El incidente surgió cuando le pregunté al camarero de que clase de carne eran las Turmas. Cuando el waiter me dijo lo que eran.... salí precipitadamente al baño y recuerdo que estuve vomitando sin parar pensando lo que había comido.
Recuerdo que el restaurante se llamaba The Spanish Tapeo y se trataba de los mismo todo era a base de
Tapas. Yo hice un esfuerzo y accedí a entrar en el restaurante pues se estaba haciendo tarde y a Fred le hacía ilusión lo de las tapas. Pedimos una tapa que se llamaba Esgarraet. Era pimiento rojo con una especia de tiras de carne saladisimas y recuerdo que tanto el pimiento como las tiras de carne saladas estaban sumergidas en aceite. Era algo realmente desagradable pues parecía que estabas comiendo sal. Después pedimos otra tapa que era una especie de cuadraditos de carne durísima se llamaba Morro. La carne era tan dura que no podía masticarla. Pero lo peor vino luego cuando en la mesa continua a nosotros había una familia latina y yo oia que hacían mucho ruido al comer. Que falta de elegancia tienen estos latinos, todo el rato se oía como si estuviesen chupando algo. Cuando me giré y vi lo que estaban comiendo el estómago se me revolvió. Estaban comiendo caracoles, era algo verdaderamente asqueroso.
Yo le pedía a Fred que nos marchásemos pues no aguantaba más. Parece ser que a Fred si que le gustaban las tapas. Decía exquisitas, exquisitas.
Finalmente, no puede aguantar ni las náuseas ni y el malestar que tenía y me desmayé.
Fred Malcom bajó instantes después. Fue muy cortés como siempre y me preguntó:
-Bueno. Tú que eres la anfitriona. Sorpréndeme con un con una velada inolvidable.
-Yo contesté como buena anfitriona que soy en primer lugar vamos a ir a cenar a un restaurante muy famoso aquí en Chicago The Square Course. Y después iremos a tomarnos un cocktail a un sitio muy elegante.
Yo pensé para mis adentros: Espero que me invite a todo pues el restaurante era de lo mejor de la ciudad y yo no estaba atravesando una época de bonanza económica que digamos. Recuerdo que la última vez que fui a The Square Course la cena me costó 95 dólares.
Cual fue mi sorpresa al llegar al sitio que el restaurante ya no existía y habían pùesto un establecimiento de fast food en su lugar. Finalmente, decidimos ir a un restaurante español que había por allí cerca. A mi la cocina española no es que me guste mucho. Recuerdo una vez que fui a un restaurante español me sentó mal la comida.
Cenamos "Tapas" y no es que esto sea un plato concreto, comer tapas significa comer pequeñas porciones de los alimentos más variopintos. Había una tapa que se llamaba Patatas Bravas, pues bien venían acompañadas de una especie de salsa espesa que se llamaba Ajoaceite. Fue horrible, pues estaba hecho a base de ajo y recuerdo que tuve acidez de estómago durante tres días.
Pero lo peor no fue eso. Recuerdo que había una tapa que se llamaba Turmas, era una especie de trozos de carne así como en forma ovalada. Recuerdo que era una carne muy tierna que a mi personalmente no me gustó. El incidente surgió cuando le pregunté al camarero de que clase de carne eran las Turmas. Cuando el waiter me dijo lo que eran.... salí precipitadamente al baño y recuerdo que estuve vomitando sin parar pensando lo que había comido.
Recuerdo que el restaurante se llamaba The Spanish Tapeo y se trataba de los mismo todo era a base de
Tapas. Yo hice un esfuerzo y accedí a entrar en el restaurante pues se estaba haciendo tarde y a Fred le hacía ilusión lo de las tapas. Pedimos una tapa que se llamaba Esgarraet. Era pimiento rojo con una especia de tiras de carne saladisimas y recuerdo que tanto el pimiento como las tiras de carne saladas estaban sumergidas en aceite. Era algo realmente desagradable pues parecía que estabas comiendo sal. Después pedimos otra tapa que era una especie de cuadraditos de carne durísima se llamaba Morro. La carne era tan dura que no podía masticarla. Pero lo peor vino luego cuando en la mesa continua a nosotros había una familia latina y yo oia que hacían mucho ruido al comer. Que falta de elegancia tienen estos latinos, todo el rato se oía como si estuviesen chupando algo. Cuando me giré y vi lo que estaban comiendo el estómago se me revolvió. Estaban comiendo caracoles, era algo verdaderamente asqueroso.
Yo le pedía a Fred que nos marchásemos pues no aguantaba más. Parece ser que a Fred si que le gustaban las tapas. Decía exquisitas, exquisitas.
Finalmente, no puede aguantar ni las náuseas ni y el malestar que tenía y me desmayé.
Recuerdo que cuando recobré la consciencia estaba tirada en el suelo del restaurante y Fred estaba muy preocupado intentando reanimarme. Cuando volví en si, apenas me dio tiempo de articular una palabra. Pues recuerdo que me habían trasladado a la cocina del restaurante y cual fue mi sorpresa que cuando miré en uno de los bancos de la cocina del restaurante estaba lleno de serpientes. Yo di un grito de terror. Al momento vino el cocinero y me dijo que eso no eran serpientes sino anguilas. Es más me dijo; el plato que han tomado ustedes que se llamaba All i pebre estaba hecho con esas anguilas. Yo como no podía ser de otra forma sentí unas náuseas tremendas al pensar que había comido serpientes.
Le rogué a Fred que nos marchásemos de una vez de ese restaurante. Y me prometí una cosa; nunca más volvería a comer comida española pues era realmente asquerosa. Donde esté un buen Browni o un buen sanwich de peanut butter que se quite la comida española. Lo único que si me gusta de la comida española son las pizzas.
Pasamos el resto de la velada en People. Tomamos unos coktails y nos estuvimos riendo toda la noche. Yo con tanto cocktail estaba un poco mareada. Luego cogimos un taxi y Fred me dijo:
-Vamos a tu casa.
-Yo pensé -ya era hora. Pensaba que nunca me lo iba a pedir.
Cuando paró el taxi en el 1054 de Elterm street, Fred bajo presurosamente del taxi y me abrió la puerta de éste. Buenas noches me dijo.
Yo le invité a tomar una copa en mi casa, pero Fred rehusó la invitación aduciendo que tenía que madrugar al día siguiente y que iba a ser un día muy duro, por lo que prefería irse a descansar.
Me despedí de él y le desee buenas noches, he de reconocer que estaba enfadada, no comprendía como Fred no había caido rendido a mis encantos. Los "encantos" de una Swanson.
Realmente hubiera estado dispuesta a todo esa noche con Fred y puedo asegurar al lector que ese no es mi estilo pues yo soy una Sawnson y no una cualquiera, aun así hubiera hecho un esfuerzo y hubiera entregado mi cuerpo a Fred. Todo esto por supuesto sin ningún interés, a pesar de los 3 millones de dólares que tenía Fred en su cuenta bancaría, era simplemente que me sentía atraida por Fred.
Cuando llegué al rellano de mi apartamento, oi un ruido extraño en una pequeña habitación dónde la limpiadora de la escalera guardaba el material de limpieza.
Yo me puse muy nerviosa e intenté abrir la puerta de mi apartamento, pero por causa de los nervios no acertaba a meter la llave en la cerradura. Finalmente vi como la puerta del cuarto de la limpieza empezó a abrirse.
-¿Quién anda ahi? -pregunté aterrada.
-Soy yo srta. Sonson.
Era Billy.Me quedé perpleja.
-¿Pero que haces tú aquí?
-Yo acordarme mucho de la srta Sownson y venir a verla porque es muy guapa.
-Haz el favor de irte le comenté en voz baja para que no se diese cuenta ningún vecino.
-Mire srta. Sowson.
Y ahí estaba otra el enorme miembro de Billy que estaba poniéndose en erección.
Yo sin pensarlo ni un instante metí a Billy en mi apartamento, para que nadie se enterase.
-Billy, esto no puede ser, tienes que marcharte.
-Mire srta Swonson.
Miré y poco a poco fui alargando la mano hasta coger el miembro de Billy, notaba como a cada instante, éste se ponía más duro.
No pude reaccionar, y recuerdo que Billy se abalanzó sobre mí en la cama y estuvo haciendome el amor de forma lujuriosa hasta el amanecer.
Quedé extenuada después de tanto sexo con Billy. Era incansable que pena que no tuviese dinero pues si fuese rico no dudaría en hacerlo mi esposo.
Recuerdo que a las seis de la mañana sonó el timbre del apartamento. Yo no contesté pues a esas horas seguro que era algún gamberro que no tenía otra cosa que hacer que molestar a la gente. De nuevo el timbre sonó insistentemente, finalmente me levanté y contesté:
-¿Diga? ¿Quién es?
-¿Está Billy? oi al otro lado del interfono.
-Un momento.
Me giré hacia Billy y le pregunté que porqué había dado mi dirección a un extraño, diciéndole que estaba en mi apartamento.
-No es un extrañó srta. Sowson. Es Andrews que también quiere que le dé gustito como a mi.
Yo me indigné y le dije a Billy que abandonara mi apartamento lo antes posible.
Llamaron a la puerta y recuerdo que al abrir era Andrews.
Por favor, os ruego que os vayáis los dos inmediatamente.
En ese preciso instante, Andrews se bajo la bragueta y sacó su miembro. Cójala srta. Sowson, cójala.
Yo no tuve tiempo para reaccionar y le cogí el miembro. Cuando me giré, Billy también estaba con el miembro en erección.
No recuerdo nada pues me desmayé de placer. Solo sé que los dos hombres estuvieron haciendome el amor durante toda la mañana sin cesar un instante. Eran verdaderamente incansables, cuando acababa Andrews de poseerme enseguida era Billy quién volvía a hacerme el amor cada vez con más lujuria y desenfreno.
Finalmente a las 12 del mediodía parece ser que Billy y Andrews habían saciado su deseo sexual conmigo.
Ahora tenéis que marcharos y por favor no volver por aquí que me ponéis en un compromiso.
Cuando se marcharon me recosté sobre la cama exhausta.
Volvió a sonar el timbre.
-¿Quién es? -contesté yo en tono un poco descortés, pnesndo que eran Billy y Andrew otra vez -.
-¿Srta. Swanson?
-Sí dígame. ¿Quién es?
-Soy el electricista del hospital, me ha costado mucho pero finalmente la enfermera jefe del hospital me ha dado su dirección, ¿Podría subir un momento?
-Pero es que me disponía a salir.
-No se preocupe, será solo un momento.
recuerdo que electricista subió a mi apartamento y nada más llegar sin mediar palabra se abalanzó sobre mi y me hizo el amor de forma muy acalorada. Yo recuerdo que estaba saciada de sexo pues no hacía ni veinte minutos que Billy y Andrews se habían ido de mi apartamento después de haber estado haciendome el amor durante tres horas ininterrumpidamente. Aun así me gustaba pues el electricista era muy fogoso. Cuando terminó, me fui al cuarto de baño a arreglarme pues tenía que salir. Cual fue mi sorpresa que al salir del cuarto de baño el electricista que permanecía en la cama tumbado me dijo:
-Mira lo que tengo aquí.
-Yo pensaba que no era posible pues acababa de eyacular y ya tenía otra vez el miembro totalmente erecto y duro. Se abalanzó de nuevo sobre mi, yo salí huyendo diciéndole que no podía que tenía que ir a un asunto. Finalmente me persiguió hasta la cocina y allí mismo sobre la lavadora me volvió a hacer el amor apasionadamente.
Después de esto me dijo.
-Ha sido un placer srta. Swanson, ahora me voy que tengo unas reparaciones que hacer. Espero que nos volvamos a ver me dijo.
Yo me quedé sola en el apartamento pensando...
En que clase de mujer me había convertido que era capaz de mantener relaciones sexuales con 3 hombres en un espacio de tiempo no mayor de 4 horas. Y lo peor de todo, ya estaba deseando que otro hombre me hiciese el amor de nuevo.
No me reconocía ni a mi misma. ¿Acaso me había corvertido en una devorahombres? CONTINUARÁ.
Después de la experiencia con Billy y Andrews además del electricista, me disponía a salir a la calle cuando sonó el teléfono.
-Sally Swanson, dígame.
-Le llamo del Hospital You'll Be Sane If You Pay. ¿Es usted familar de Catherine Swanson?
-Sí dígame. -contesté apresuradamente.
-Su tía a tenido un ataque de miocardio y no ha podido resistirlo. Lo lamento mucho...
-Yo me desmayé. Pues ya hacía bastante tiempo que no me desmayaba.
Recuerdo que estabamos en el tanatorio Sacred Ashes. Yo me había puesto un traje negro de Taylor's a juego con una pamela y unos zapatos preciosos de Complements Fashion. Recuerdo que estaban los primos de Detroit y unos familiares con los que nunca habíamos tenido contacto, estos familiares eran de Montana. Eran unos primos lejanos de tia Catherine. Muy amablemente se acercaron a mi y me dieron el pésame:
-Lo siento mucho Sally. Era tan buena.
-Yo asentí.
De pronto un sobresalto recorrió todo mi cuerpo cuando por la puerta del tanatorio entro ella. Era ella, era JANA.
Parece ser que no le había ido tan mal a Jana. Voy a explicar al lector quien es Jana. Jana es una hermana mia. Mi padre en una de sus aventuras tuvo un desliz y dejó embarazada a una mujer de mala vida del Divine's Club. Fruto de esta relación nació Jana pero claro está, siempre fue considerada una bastarda en la familia.
A los 18 años se fue de casa con el cantante de un grupo de rock y ya no supimos nada de ella. En fin una pena de chica. Desde bien pequeña siempre había sido una chica problemática, me imagino que le vendría por parte de su familia materna
-¿Qué tal Sally?
-Muy bien ¿Y tú?
-Muy bien.
-Me alegro mucho de verte Jana.
-No seas hipócrita me contestó ella.
Tras este corto saludo a mi hermana, cada una nos fuimos por nuestro lado.
Los días empezaban a acortar en Chicago y en el ambiente se apreciaba una brisa fría que anunciaba el principio del invierno.
Desde el entierro de tia Catherine estaba un poco inquieta pues el Sr. Shelman que era abogado de la tia Catherine me había dicho durante el entierro que la semana siguiente me avisaría para ir a su despacho para abrir el testamento de tia Catherine para ver cuales eran sus últimas voluntades.
Estaba atravesando una mala racha económica y pensaba que mi tía me habría dejado lo suficiente para poder subsistir sin tener que madrugar todos los días para ir a trabajar. Es evidente que por mi educación y refinamiento yo no estaba hecha para ser una sencilla trabajadora durante toda mi vida. Yo había nacido para vivir emociones y disfrutar la vida, no para estar trabajando. No me alegraba en absoluto de la muerte de tia Catherine, aunque ya estaba muy mayor y no sabía gastar el dinero por lo que de alguna forma si que sentía que en cualquier momento dejaría de estar pendiente de mi cuenta bancaria y podría vivir como corresponde a mi linaje con la herencia de tia Cateherine.
Sono el teléfono del apartamento.
-Swanson al habla. Dígame.
-Sally soy el sr. Shelman, podría usted venir esta tarde a mi despacho.
-Muy bien, allí estaré -contesté yo-.
Recuerdo que estuve el resto de la mañana estresada pensando en el traje que me iba a poner para ir al despacho del Sr. Shelman.
A las 16:30 horas allí estaba yo. Verdaderamente iba muy elegantye vestida pues, iba vestida de manera sobria pero elegante al mismo tiempo.
Subí a la planta 26 que era dónde tenía la oficina el abogado de tia Catherine el Sr. Shelman.
Cuando se abrió el ascensor me quedé paralizada. Jana estaba también esperando.
¿Qué haces tú aquí? Le pregunté en un tono bastante descortés.
Lo mismo que tú -respondió ella.
En ese mismo momento el Sr.. Shelman salió y nos dijo:
-Buenas tardes señoritas, hagan el favor de pasar.
Yo me negué a entrar si Jana también entraba. Le pregunté el sr. Shelman porqué estaba ella allí.
Él me contestó que la tia Catherine también quería que estuviese Jana en la lectura de sus últimas voluntades.
Una extraña y desagradable sensación reccorrió todo mi cuerpo
Recuerdo que entramos y nos sentamos los tres en una mesa redonda que había en el despacho.
Vamos a proceder a la apertura del testamento de Catherine Higgins.
Todos los presentes en la sala permanecían en silencio y espectantes.
Yo Catherine Higgins en plenas facultades mentales y por voluntad propia deseo hacer el siguiente testamento.
Dejo la suma de 800.000 dólares a la señora Claudia Fernandes que perteneció al servicio durante muchos años.
Recuerdo que Claudia que estaba en la sala empezó a llorar desconsoladamente. Había dedicado toda su vida a atender a tia Catherine.
Dejo la cantidad de 2.000.000 de dólaresa Jana Swanson para reparar en lo posible el trato que le dispensó la familia al no admitirla como un miembro más de ésta. Siempre fue tratada como una bastarda.
El resto de la herencia lo dejo a la ONG australiana SAVE THE KANGOO.
Testamento realizado en Chicago el 3 de abril de 2009.
Yo me quedé paralizada. Recuerdo que le comenté al sr. Shelman que debía haber un error pues no era comprensible que tia Catherine me hubiese dejado fuera del testamento.
El sr. Shelman me dijo que había una alusión en el testamento que hablaba de mi.
Discúlpeme srta. Sawnson aquí tiene el testamento, lea lo que tia Catherine hizo constar al respecto de usted. No he considerado que era conveniente leerlo durante la apertura del testamento.
Cogí el documento y lei:
A Sally mi sobrina no le dejo nada pues nunca ha sido capaz de resolverse la vida por ella misma, pues solo piensa en ir de compras y gastar, gastar y gastar.
En ese momento no pude soportar la tensión por un segundo más y me desmayé.
Recuerdo que recuperé el conocimiento y vi la cara del sr. Shelman al abrir mis ojos.
Me incorporé como pude y salí de la oficina.
Posteriormente, una vez en la calle recuerdo que estuve caminado sin rumbo por toda la ciudad. No hacia más que darle vueltas a la cabeza. Cómo la tia Catherine había podido hacerme esto a mi, que sería ahora de mi vida. Me dirigí al apartamento y cuando llegué cual fue mi sorpresa pues estaba la Ms Soulground la duena (no pongo enes pues no existe en este teclado) de mi apartamento. Nada más verme empezó a increparme diciendo:
-Srta. Swanson me debe 2 mensualidades si no me paga tendrá que irse a otro sitio.
Yo pase por delante de ella sin hacerle apenas caso y me dirigí a mi apartamento. Cuando abrí la puerta no había luz. Y habia una nota pegada en la puerta de la companía eléctrica SuperPower, en la que se leía: Hemos procedido a cortarle el suministro eléctrico por falta de pago. Imagine el sr. lector, con el pánico que tengo yo a la oscuridad.
Esa noche no pude dormir de pensar que no tenía luz en la casa.
Al día siguiente me desperté y no pudeni tan siquiera ducharme pues el agua de la ducha caía muy fria. Después intenté alisarme el cabello pero tampoco pude al no haber luz.
Recuerdo que me puse muy nerviosa, como iba salir a la calle sin arreglarme mi preciosa cabellera...
Instantes después llamaron al timbre de forma incesante. Cuando contesté el vendedor de Gym Vibration que venía a retirarme una maquina vibradora que había comprado hacía um mes.
Cuando le abrí la puerta el vendedor entró en la casa de forma muy maleducada y se llevó la máquina. Que falta de comprensión, como iba yo a mantener a raya la piel de naranja que se me hacía por causa de la celulitis en las pistoleras.
Salí del apartamento hecha un adefesio. Pensé en ir a Giogino´s Stylist para que me arreglase un poco el pelo pero recordé que no tenía ni un penique en mi bolso. Fui deambulando por las calles de Chicago sin saber muy bien que hacer.
Recuerdo que finalmente estaba muy cansada de andar por la ciudad y me senté en un banco de Green Park. Recuerdo que en el parque habían unos niños jugando y una madre columpiando a su hijo. En el banco justo enfrente, había una mujer desaliñada y que parecía hablar sola. Yo la vi desde lejos y parecía una inmigrante. Momentos después la mujer se levantó del banco y abandonó el parque. Yo me di cuanta enseguida que se había dejado el bolso de mano en el banco. Me incorporé y me dirigí al banco dónde la mujer había estado sentada hacia unos instantes.Cogí el bolso y miré en su interior, no sé cuanto pero vi que había dinero dentro del bolso. Miré a ambos lados y vi que nadie me observaba. Comencé a caminar alejándome del parque.
Cuando llegué a casa el casero estaba de nuevo en el portal esperándome. Nada más verme llegar me abordó gritándome: Págueme el mes de alquiler srta. Swanson. Entré corriendo en mi apartamento sofocada. Que vergüenza una Swanson humillada por un casero sin escrúpulos que no comprendía que estaba pasando una mala racha. Instantes después miré en el interior del bolso que me había encontrado en Green Park. Apenas habían unos 20 dólares en su interior. Laca de uñas barata, un pañuelo horrible y una cartera dónde había documentación. Paola Da Silva ponía en el pasaporte. Me llamó la atención el parecido que tenía la tal Paola en la foto del pasaporte. No tenía mi elegancia desde luego pero si que se parecía bastante a mi.....Continuará
Decidí volver a casa para ver con más detenimiento el contenido del bolso. Metí el bolso de la mujer en una bolsa de palpel de la Boutique "Yetfashion" pues yo llevaba mi propio bolso que por ciento era un bolso marca Luís Mamón, me había costado 300 dólares. No era normal que llevase dos bolsos a la vez. Es más, no había tenido tiempo de examinar el bolso que me acababa de encontrar pero me dió la impresión que era de plástico y que seguramente lo habrían comprado en Xon Lou All 1$. Cuando llegué a casa me percaté antes de llegar que el casero estaba en la puerta con la policía.
Antes de llegar al portal del apartamento, Walter que era el hijo de unos vecinos que vivían en mi mismo rellano, me salió al paso y me dijo:
-No, srta. Swanson no vaya a casa que la policía le está buscando.
-Pero que ocurre - le pregunté yo.
Según me contó había ido la policía preguntando por mi, es más enseñaron una foto a los vecinos y les preguntaron si habían visto a la mujer de la foto alguna vez en mi casa.
-¿Cómo era la mujer de la foto? -pregunté a Walter.
Según la descripción que me dio Walter sin duda era JANA.
Como no quería problemas pues Jana siempre iba causando problemas a todos, me fui hacia Trance Avenue. Una vez en Fulls Square me dirigí a una cabina y llamé a los tios de Detroit por si sabían algo de Jana y para explicarles que la policía estaba preguntando por mi.
-Alo.
-Tía Rachel soy Sally, ¿Qué ha ocurrido con Jana?
Tía Rachel comenzó a llorar.
-Pero que ocurre insistí.
-No sé como puedes tener la sangre tan fría Sally. Acaso no sabes los de Jana.
-Pero, ¿Qué ha ocurrido?
-No disimules conmigo Sally. ¿Acaso no sabes que han encontrado a Jana asesinada en un descampado a las afueras de la ciudad? Han encontrado un pañuelo tuyo junto al cadáver. ¿Cómo has podido hacer una cosa así? Y tía Rachel rompió a llorar sin poder articular ni una palabra más.
Yo colgué el teléfono y me quedé paralizada en la cabina. No sabía que hacer. Ahora comprendía lo de la policía.
Estuve andando por la ciudad sin saber que hacer. Yo no había hecho nada malo, pero todo el mundo pensaba que era yo quién había asesinado a Jana.
Finalmente me senté en un banco de Green Park pues había estado andando sin parar durante más de 4 horas sin rumbo y sin saber que hacer.
De pronto sentí hambre. Como había un puesto de perritos calientes en la entrada del parque me dirigí allí y pedí un Hot Roller. Cuando fui a pagar me di cuenta que no llevaba más que 10 peniques en el monedero.
En ese momento recordé que tenía el bolso de Paola Da Silva que me había encontrado en el parque y había visto que llevaba algo de dinero. Pagué el hot dog y me volví a sentar.
Estaba todalmente desorientada, no sabía que iba a hacer. Mientras me iva comiendo el hot dog allí sentada en el banco me ensucié con la mostaza los dedos y busque en el interior del bolso que me había encontrado en el parque para ver si había algún pañuelo de papel.
Al meter la mano para buscar el pañuelo, cual fue la sorpresa al darme cuenta que dentro del bolso había un billete de avión.........
Saqué el billete de avión del bolso y lo leí. Era un pasaje desde Chicago a Lisboa. Pobre Paula da Silva, pensé para mis adentros. Había perdido el bolso en un parque y dentro tenía pasaporte, el billete de avión y unos 40 dólares y muchas cosas más. Volví a mirar la foto del pasaporte y me llamaba la atención el parecido que teníamos Paula da Silva y yo. Yo mucho más elegante y con un cutis mucho más cuidado desde luego.
Metí el pasaporte en el bolso de nuevo y cuando iba a hacer lo mismo con el billete de avión, me di cuenta que ese billete era para ese mismo día a las 12:40 horas y el avión salía desde el Flight Crasshed Aeroport de Chicago.
Pobre Paola pensé y metí el billete en el bolso.
Me dirigí hacia el apartamento a ver si ya se había ido la policía y el Sr. Morton, el casero. Cuando estaba llegando a casa, una vecina, Guadalupe que era la madre de Walter:
-Srta. Swanson no vuelva usted a casa que la policía la anda buscando. Me enseñaron una foto de una mujer y me dijeron que si la veía a usted por aquí llamase a la policía. ¿Qué ha ocurrido Doñita? Váyase con tiento que hay dos policías vestidos de paisano a la entrada del inmueble esperandola.
-Gracias Guadalupe le dije yo. No se preocupe todo es un malentendido. Y me fui andando sin saber dónde. Mi cabeza no hacía más que pensar y pensar en como salir de esta angustiosa situación. No podía volver a mi casa pues la policía me esperaba y aunque la policía no estuviese estaría el señor Morton para exigirme el alquiler del mes en curso del apartamento. Era una situación verdaderamente angustiosa. Parecía imposible que una cosa así le estuviese sucediendo a una Swanson. A una Swanson nada más y nada menos querido lector. No sabía que hacer cuando de repente me vino una luz de imspiración.
Recuerdo que de forma casi mecánica:
-Taxi
-Dígame señorita ¿Dónde vamos?
-Al Flight Crasshed Aeroport.
CONTINUARÁ.
Llegamos a aeropuerto y cuando me disponía a bajar del taxi me acorde que no llevaba dinero. Le dije al taxista que no se preocupase que le mandaría un giro desde Portugal pagándole la carrera del taxi al aeropuerto.
-Señorita se piensa usted que he empezado a trabajar hoy con el taxi. Haga el favor de pagarme inmediatamente o llamo a la policía.
-No a la policía no. -contesté yo-.
¿Pues entonces señorita?
-¿No habría forma de resolver este asunto sin tener que llamar a la policía? -pregunté yo.
Bueno......... si usted quisiese........
-Si yo quisiese ¿Qué? -contesté yo-.
Me pasó lo mismo que cuando fui al hospital cuando estaba muriéndose tia Catherine.
Cuando llegué al hospital, no tenía dinero y tuve que hacerle una felación al taxista.
Finalmente, nos fuimos a un sitio discreto del parking del hospital y bueno.........El lector ya se puede imaginar.
-Srta. ha sido un placer, cuando no tenga dinero para un taxi llámeme.
Que vulgar. Salí del coche corriendo y me metí en el aeropuerto......
Anitín Mellado
Last call for flight number EC708 to Lisboa, please boarding gate 5B, Atenttion please,last call to Mrs Paula da Silva board in gate number 5B.
Recuerdo que mientras oía la llamada por los altavoces del aeropuerto, yo estaba pasando el control de seguridad y tenía una discusión con uno de los guardias pues este me dijo que no podía llevar la lima de uñas en mi equipaje de mano. Yo le dije que la lima también era para quitar la cutícula de las uñas. A pesar de mi enfado, no me permitieron llevar en mi equipaje ni la lima, ni el quitacutículas,ni unas pequeñas tijeras de uñas. Luego cuando pasé por el arco de detectores metálicos, éste empezó a sonar. Me hicieron descalzar, fue algo humillante, pues llevaba unas botas de Boot Fashioner con una hebilla dorada preciosa.
finalmente conseguí pasar el control y corrí por el aeropuerto buscando la puerta de embarque. Finalmente llegué y embarqué.
Menos mal que el cuchillo de cocina que llevaba en equipaje de mano no me dijeron nada, supongo que estará permitido llevar cuchillos de cocina en el equipaje de mano.
Nada más entrar en el avión le pregunté a las azafatas si disponian de menú vegetariano. Me dijeron que no, ahora bien, si pagaba 150 dólares más si que sería posible. Pues disponían de un menú VIP que era totalmente vegetariano. Para ser una azafata era una mujer muy ruda y sin un ápice de elegancia. Luego le pregunté si era posible que tuviese una ejemplar del periódico The Lies Post, de esta forma estaría al corriente de lo que estaba sucediendo en Chicago. La azafata me dijo que el diario Lies Post tenía un complemento de 50 dólares.
En ese mismo instante sentí un gran apretón de estómago, sería por la odisea por la que estaba pasando, parece ser que estaba un poco descompuesta. Me dirigí al toilette del avión y cuando levanté la tapa del sanitario......................
Tuve un arcada, salí del toilette y le pregunté a la azafata si había otro toilette más limpio en la aeronave. Me dijo que podría usar la toilette de first class, pero eso tenía un complemento de 20 dólares.Cuando volví a mi asiento, me percaté que ya habían distribuido la comida. Llamé a la azafata preguntándole por mi comida y ésta me dijo. Lo siento pero el tiempo para tomar la comida ha pasado, ahora bien si usted paga un suplemento de 15 dólares podemos servirle la comida fuera de este horario.Recuerdo que me quedé adormecida, al rato me desperté con un dolor de cabeza muy agudo.Llame a la azafata y le pregunte si tenían una aspirina, la azafata me dijo que sí pero que tenía un complemento de 10 dólares, 12 sí quería la aspirina con un vaso de agua.
Que servicio más bueno tenían en esta compañía.
Continuará.
Hola soy Sally Swanson. Estoy en España para lo de la Cumbre Climática.
He llegado esta tarde a Madrid y acabo de darme un baño con sales en el hotel. Estaba agotada pues no tenía y he tenido que transferir 3 veces desde que salí de Chicago.
Pero bueno aquí estoy para la Cumbre Climática, pues soy influencer ecologista
Mañana iré a comprarme algunas cosas, sobre todo zapatos que me han dicho que aquí son muy buenos.
Voy a ir a cenar algo al restaurante del hotel. Y me luego me ducharé de nuevo. Mañana va a ser un día tremendo pues tengo que comprar un traje elegante y con clase para ir a la Cumbre. Luego iré a la peluquería a hacerme el tinte. Me voy a poner un tono Valencia. Y si tengo tiempo iré al spa para relajarme de tanto estrés.
STOP CLIMATE CHANGE.
SAVE THE EARTH.
SOP CLIMATE CHANGE
Hola soy Mary. ¿Eres influencer?
Si puedes entrar en mi página Ilike.es una página completisima del cambio climático y sus consecuencias catastróficas para nuestro planeta.
Soy Magali. ¿Que marca de tinte usas para el pelo? Tienes una melena muy chuli.
Eso son secretos de influencer.
Aún así Magali me has caído superbien y te lo voy a decir: Happyhair Happy Earth. Tiene mogollón de colores y tonos.
Soy Paco de Arganda. Hace poco leí un informe en un periódico que un tinte de pelo contaminaba 10000 litros de agua. ¿Y tú eres ecologista?
El que yo uso es ecológico nene listillo.
Soy Rolando. ¿Cuantas dichas toma usted al día?
3 duchas como mínimo al día? No me gusta que la contaminación me estropee la piel.
¿Usted sabía doñita que cada ducha se gastan más de 50 litros de agua?
Lo que no sabe este pesado es que el año pasado estuve reforestando el bosque en sumatra. Eso sí que es ser ecologista.
Soy Rolando de nuevo.¿Sabia usted que el planeta ha perdido el 24℅ de agua dulce desde 2002.
Que chico más pesado.
Voy a dejaros queridos seguidores que estoy helada de frío.He puesto la calefacción a tope y me voy a acostar.Yo no sabía que Madrid era tan frío. Y mañana voy a una corrida de toros. Ole! Ole! Turero. Me pondré mi traje beige con los zapatos pistacho y my bolso modelo London Way.
Soy Animalista. Vas a ver un espectáculo en donde se mata un toro. Eso es una atrocidad y salvajismo.
,¡Que fuerte lo que me ha pasado.!
Cuando me he metido en la cama he notado que las sábanas no eran ecológicas con sostenibilidad del medio ambiente. He pedido al hotel que me las cambie. Ya os contaré mañana. Esto es muy pero que muy fuerte. Enseguida me han salido ronchas por todo el cuerpo.Sally Swanson.
Ya llega GRETA. Estoy supercontentisima.
Esta mañana me he levantado agotada. Anoche no pude dormir por culpa de las sábanas. He puesto una reclamación en el hotel. Después he ido de compras a un store aquí en España. La ropa y los zapatos de calidad y a buen precio.A mis seguidores informaros que ya os diré el nombre. Mañana a partir de las 10 colgaré las fotos del store en tuiter.*
Luego he comido una cosa muy peculiar que comen aquí. CHURROS.
Luego he comido en un restaurante español. Ha sido súper súper fortísimo. Colgando del techo habían piernas de cerdo le llaman jamón y esta riquísimo. Luego el cocinero me convenció de para hacerme un plato especial.
TURBAS con trufa.Se llama el plato. Era una carne muy tierna. El jamón os lo aconsejo es muy intenso el sabor. Desde ahora lo incluiré en mi dieta.
Remigio. Srta Swanson ¿Usted sabe lo que son las turbas de toro.
Estimados seguidores hoy he tenido un día de vértigo. Esta mañana he ido al Museo del Prado. He estado viendo cuadros y más cuadros y.... ¿A que no adivinais a quien me he encontrado........ Solo deciros que casi me desmayo. Era él
Arnold.Arnold Cassidi. Me he acercado a él y le he dicho que soy una lectora incansable de sus libros. Me ha dicho que ha venido a España a promocionar su ultimo libro.
Me ha invitado a Oslo para que yo dé una conferencia sobre toda su obra literaria especialmente la vertiente ecológica. Ha sido fantástico. De repente, me ha dicho. ¿Quieres venirte a Lisboa a ver a Greta?
Sin darme cuenta estábamos rumbo a Lisboa con el jet privado de Arnold. Acabamos de llegar a Madrid y me he venido directa al hotel. Greta dice que está muy bien y que el viernes ya vendrá a Madrid. Iba a venir en coche eléctrico pero no pudo ser. El coche tenía elementos de amianto.
La chica está muy bien, un poco más delgada por lo de la travesía además ha cuidado de Adams el pequeñín.
Berta de León: Como te envidio Sally. Que vida más a tope llevas. Yo vivo en un pueblo de León y no salgo para nada del pueblo además nos conocemos todos en el pueblo.
PAU. ¿Como estas Sally?
Ayer estuve en una conferencia del la desaparición de Amazonas y no te vi.
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